Un infarto acabó con la vida del exdictador boliviano Luis García Meza

La madrugada de este domingo falleció a sus 89 años de edad, el general boliviano Luis García Meza y quien fue sentenciado a treinta años de prisión, sin derecho a indulto por perpetrar crímenes de lesa humanidad cometidos durante su dictadura en Bolivia.

El dictador Meza que llegó al poder nacional tras ejecutar un golpe de Estado contra la presidenta Lida Gueiler Tejada el 17 de julio de 1980 y que lo mantuvo en el poder por un año, murió en el hospital militar de La Paz, Bolivia luego de sufrir tres infartos consecutivos durante esta semana.

Este militar después de la sentencia, logró fugarse del centro penitenciario hacia Brasil, pero en 1995 fue nuevamente capturado y extraditado a la patria de Bolivia.

Durante los 13 meses de gobierno, su política estuvo destinada al terrorismo de Estado para detener y asesinar a líderes sociales perpetrados desde el Ministerio de Interior, además otras de las características fueron la violencia y los actos de corrupción que se evidenciaron a la luz de todos los bolivianos.

Entre los crímenes emblemáticos fue la masacre de ocho integrantes del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) ocurrido el 15 de enero de 1981 en la calle Harrington, en la Paz.

Asimismo, bajo su dictadura se vendieron no solo los diarios de Ernesto Che Guevara, texto que fueron robados de las bóvedas del Banco Central sino que otorgó la concesión de un contrato de explotación de piedras semi-preciosas a una empresa trasnacional de origen brasileña.

El gobierno dictatorial de Meza se autodenominado «Renovación Nacional»  que por sus imposiciones a la fuerza, ocasionó fuertes enfrentamientos en reiteradas oportunidades con los dirigentes de la izquierda boliviana. De acuerdo con los planes del exdictador su gobierno debió durar veinte años (desde 1980 hasta el año 2000) y entre su plan de mandato contemplaba establecer una política económica de libre mercado mediante el neoliberalismo.