Devoción religiosa y popular

¡Venezolanos de fiesta! Comunidades mirandinas celebran la Parranda de San Pedro

El 5 de diciembre de 2013 la Unesco declaró esta manifestación como Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad

Por Anais Lucena

29/06/2018

Publicado en

Cultura / Venezuela

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parranda

La Parranda de San Pedro es una festividad popular y religiosa que se realiza en las ciudades de Guatire y Guarenas del estado Miranda-Venezuela, cada 29 de junio desde su origen que data de la Época Colonial.

En este sentido, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, se pronunció para exaltar esta importante conmemoración reconocida internacionalmente.

«Devotos y Parranderos de Guarenas y Guatire hoy se visten de fiesta, sus poblaciones rinden tributo al santo portador de las llaves del cielo con la Parranda de San Pedro. Tradición cultural y religiosa reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad», exaltó el jefe de Estado a través de un mensaje publicado este viernes en su cuenta oficial en la red social Twitter.

¿Cómo se celebra?

Esta tradición consiste en un grupo de hombres que vestidos con levita y pumpá (uno de ellos lleva la imagen del santo, otro lleva una bandera amarilla y roja), y acompañados por cuatro y maracas, realizan un baile en las calles en honor a San Juan.

La percusión de las maracas se complementa mediante pedazos de cuero de animal amarrados a los pies, a manera de sandalias, llamadas cotizas. Dos niños impúberes, acompañan el recorrido, vestidos con un traje rojo y amarillo, similar al de los arlequines.

El personaje más llamativo de esta tradición es un hombre vestido de mujer que carga una muñeca de trapo. Este personaje se llama «María Ignacia» y la muñeca «Rosa Ignacia». Los dos tucusitos hacen las veces de sus otros dos hijos. Todos llevan la cara pintada de negro.

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

El 5 de diciembre de 2013 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró esta manifestación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Este logro se alcanzó después de dos años de presentar los documentos y cumplir con los requisitos necesarios, por parte de las instituciones gubernamentales correspondientes.

«Todos los adultos y niños de las comunidades participan en esta fiesta tradicional, llena de vida, que simboliza y reafirma el espíritu de lucha contra la injusticia y las desigualdades», destacó la Unesco.

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