«¡Váyase a casa!»: Bolsonaro volvió a desafiar la cuarentena y lo abuchearon

Desafiando una vez más las recomendaciones del Ministerio de Salud a la población de quedarse en casa para evitar infecciones por coronavirus COVID-19, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, salió el viernes a pasear por Brasilia y fue increpado por los ciudadanos.

De acuerdo con diferentes medios de prensa, el mandatario causó aglomeraciones en la capital brasileña, donde visitó el Hospital de las Fuerzas Armadas y más tarde entró en una farmacia.

En varios vídeos publicados por las redes se ve a Bolsonaro limpiándose la nariz y luego dándole la mano a uno de sus seguidores.

Aunque algunas personas lo aplaudieron, la mayoría de los ciudadanos expresaron su malestar con cacerolazos, y otros lo abuchearon desde sus ventanas, exigiéndole a gritos que volviera a su casa y respetara las medidas de aislamiento social.

«‘¡Fuera Bolsonaro!’, ‘¡Váyase a casa!'», le espetaron los ciudadanos al mandatario ultraderechista.

El jueves, Bolsonaro acudió a una panadería, se bebió un café, comió un bocadillo, tendió la mano y habló con los trabajadores.

En un vídeo difundido a través de Twitter por su hijo, Eduardo Bolsonaro, se observa al mandatario en el establecimienro establecimiento, sin mascarilla, comiendo allí a pesar de que las panaderías de la capital del país solo pueden vender sus productos para llevar, debido a las restricciones por el coronavirus.

Durante esa salida, también fue abucheado por los ciudadanos que le exigían que se fuera a su casa.

Aunque Eduardo Bolsonaro retiró el vídeo de sus redes, las críticas de la sociedad brasileña no se han hecho esperar.

En la nación suramericana ya han muerto más de 1.000 personas y otras 19.000 han resultado infectadas por la pandemia.

Desde que comenzó el brote del COVID-19, Bolsonaro ha criticado las medidas de restricción a la circulación y cuarentena impuestas por los gobernadores para frenar al coronavirus, e incluso llegó a desacreditar a su ministro de Sanidad, Henrique Mandetta, quien recomendó mantenerse en casa para frenar la expansión del brote.

En sus declaraciones, el llamado «Trump del Trópico» hace hincapié en la necesidad de salvar la economía y el empleo, por lo que defiende la reapertura de los comercios.

El pasado 29 de marzo, el mandatario decidió recorrer la capital brasileña. También entonces se le grabó hablando y fotografiándose con vendedores, algo que generó numerosas críticas. 

También lideró un acto político mientras existía la sospecha de que estuviera contagiado por el coronavirus.

A raíz de estas conductas, los partidos de los Trabajadores (PT), Democrático Trabalhista (PDT), Socialismo y Libertad (PSOL), Socialista Brasileño (PSB), Comunista de Brasil (PCdoB) y Red de Sustentabilidad (REDE) acusaron a Bolsonaro de prevaricato -retrasar o dejar de ejercer un acto de oficio para servir al interés personal-, reseñó TeleSur.

También lo responsabilizan de incitar al delito, pues recomienda a sus seguidores no solo que dejen de adoptar medidas para prevenir el contagio, sino también que los alienta a exponer sus propias vidas y la salud de la población.

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