Chequera electoral: el auxilio de EE.UU. a Milei depende de octubre y de subir retenciones

El acuerdo de rescate financiero alcanzado por Milei con la administración Trump contempla el congelamiento de proyectos estratégicos en el sur y desmantelar los swaps de asistencia financiera china que se encuentran en el Banco Central de Argentina.

Chequera electoral: el auxilio de EE.UU. a Milei depende de octubre y de subir retenciones

Autor: Leonardo Buitrago

La política económica del presidente de Argentina, Javier Milei quedó sujeta a los designios de un «neo consenso de Washington», articulado entre el Tesoro de los Estados Unidos (EE.UU.) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La ayuda financiera prometida, incluido un swap del Banco de la Reserva Federal por 20.000 millones de dólares, tiene una letra chica explícita: su desembolso está atado a una victoria de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas de octubre y al cumplimiento de condiciones que incluyen un aumento de las retenciones a la soja, según revelaron fuentes cercanas a las negociaciones.

Dos mensajes publicados en redes sociales delinearon con los términos de este rescate condicionado. Por un lado, Scott Bessent, secretario del Tesoro de la administración del mandatario estadounidense, Donald Trump, anunciando los detalles del acuerdo del salvataje, interviniendo directamente en la política tributaria argentina. Por otro, la número dos del FMI, Gita Gopinath, y luego la directora gerente, del organismo, Kristalina Georgieva, coincidieron en la necesidad de que Argentina profundice el ajuste fiscal, devalúe su moneda y deje flotar el tipo de cambio.

A través de un hilo de mensajes publicados en la red social X, Bessent comunicó oficialmente los términos del rescate financiero express y enmarcó la decisión en el «firme apoyo» de Trump hacia Milei.

«El Tesoro está negociando actualmente con las autoridades argentinas una línea swap de 20.000 millones de dólares con el Banco Central. Trabajamos en estrecha coordinación con el gobierno argentino para evitar una volatilidad excesiva”, anunció.

“El Tesoro está listo para comprar bonos argentinos en dólares y lo hará según las condiciones lo exijan”, subrayó.

El anuncio de Bessent no disimuló su objetivo político-electoral. El propio Secretario del Tesoro vinculó explícitamente las inversiones futuras a un «resultado electoral positivo»

. «He estado en contacto con numerosas empresas estadounidenses que planean realizar importantes inversiones extranjeras directas en Argentina en múltiples sectores en caso de un resultado electoral positivo», escribió en X.

También fue contundente al marcar la agenda prevista tras los comicios legislativos del 26 de octubre y señaló que «inmediatamente después de las elecciones, comenzaremos a trabajar con el gobierno argentino en el pago de sus principales deudas».

“La Administración Trump mantiene un firme apoyo a los aliados de Estados Unidos, y el presidente Trump ha otorgado al presidente Milei un respaldo excepcional a un funcionario extranjero, demostrando su confianza en los planes económicos de su gobierno y la importancia estratégica geopolítica de la relación entre Estados Unidos y Argentina”, subrayó.

Fin de las «retenciones cero»

En un punto que generó un giro significativo en la política económica de la administración del denominado «libertario», Bessent afirmó que trabajan «con el gobierno argentino para poner fin a las exenciones fiscales para los productores de materias primas que conviertan divisas».

Esta declaración que generó alarmas en el sector agropecuario implica una orden directa a la gestión «libertaria» a reinstaurar las retenciones a la soja (actualmente en cero hasta el 31 de octubre), por lo que el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, debió salir a tratar de calmar los ánimos.

Según consignó Página/12, Caputo tuvo que explicarles que lo que Bessent «nos dejó hacer es mantenerlas en cero en el plazo acordado, no más que eso».

Sin embargo, la intromisión del funcionario estadounidense en la política de retenciones generó un efecto dominó. El anuncio de que se pondría fin a la «tasa cero» disparó un récord de liquidaciones de exportaciones por parte de los productores argentinos, ansiosos por vender antes de que subiera la carga tributaria.

De acuerdo con el medio citado, a raíz del anuncio de Bessent se registraron contratos por 4.100 millones de dólares de los 7.000 millones que el gobierno de Milei puso como tope para el período, inyectando 450 millones de dólares a las castigadas reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El culebrón de la soja: caos en EE.UU. y ganancia para China

Sin embargo, la maniobra tuvo una consecuencia no calculada: perjudicó a los productores de soja estadounidenses y favoreció abiertamente a China.

Página I12 accedió a un comunicado de la American Soybean Association (Asociación de la Soja de EE.UU.), firmado por su titular, Caleb Ragland, que expresa una «frustración abrumadora».

«Todo esto permitió que otros exportadores, como Brasil y, ahora, Argentina, capturen nuestro mercado perjudicando a nuestros farmers. La frustración es abrumadora. Los precios de la soja estadounidense están cayendo, al igual que la cosecha, y los farmers leemos titulares que no hablan de un acuerdo seguro con China, sino de un Gobierno estadounidense que le da 20 mil millones de dólares de respaldo económico a Argentina. Todo mientras ese país baja las retenciones a las exportaciones de soja para venderles 20 barcos cargados de poroto a China, en sólo dos días». denunció el documento.

La trastienda confirma la operación. Aprovechando la liquidación masiva y los precios del «outlet de soja de `Toto`» –como bromeó un dirigente de la Mesa de Enlace–, China compró 12 barcos con 30.000 toneladas de soja argentina cada uno, a un precio 15 dólares más bajo por tonelada que el que pagaba a EE.UU. o Brasil.

«La operatoria es sencilla: Argentina registra en el exterior los contratos de exportación, y de allí los chinos tomaron la oferta, a precio regalado», consignó Página/12.

FMI pisa el acelerador del ajuste

Mientras Bessent manejaba la chequera, el FMI presionaba por medidas de fondo. Gita Gopinath, en sus últimas horas como subdirectora gerente del organismo, aseguró que es positiva la asistencia estadounidense, pero inisitió en que Argentina «debe devaluar y dejar flotar el dólar».

Horas después, fue la propia Kristalina Georgieva quien, tras una reunión con Milei y Caputo, declaró que el mandatario «debe mantener el ajuste».

Emocionado con lo que percibe como un respaldo definitivo, el ministro Caputo se sinceró: «Empieza una nueva era», anunció, reconociendo el cambio de timón, en su fracasado plan económico y la de dependencia de la injerencia extranjera.

Acuerdo secreto: frenar a China y recomponer alianzas

Según información a la que accedió Página/12, el acuerdo alcanzado por Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, con la administración Trump contiene puntos de una extrema sensibilidad, que el equipo económico pidió mantener en reserva «para no agitar las aguas».

Entre los compromisos más delicados figuran la decisión de frenar obras de energía estratégicas, como las represas en el sur del país.

Asimismo, se prevé desmantelar los swaps de asistencia financiera china que se encuentran en el Banco Central (BCRA), un objetivo geopolítico clave para Washington en su disputa por la influencia en la región.

De acuerdo con el medio digital, otra de las solicitudes primordiales de Washington en el acuerdo apunta a que «Milei articule acuerdos políticos, en vez de romper puentes».

De hecho, funcionarios del FMI ya le habían solicitado a Caputo que intente recrear un escenario de alianzas, señalándole que el gobierno libertario «tiene una debilidad estructural y, además, decidió entrar en guerra hasta con los más cercanos».

Fuentes que están al tanto de las negociaciones declararon al diario que las demandas de Estados Unidos a Argentina «son grandes, importantes».

«Lo que para Milei es un rescate, para Estados Unidos es un paso más en su programa geopolítico y, sobre todo, en su disputa por el liderazgo de la región con China», consignó Página/12.


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