Colombia – Brasil y la lucha por la consolidación del Progresismo en América Latina

Lula y Petro dos esperanzas para la reconfiguración política en Latinoamérica

Por Ciudadano

31/01/2022

Publicado en

Latinoamérica / Política

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El año 2021 cerró de una manera muy alentadora para las fuerzas progresistas, con esa histórica victoria del Pueblo chileno que logró propinar un duro golpe al corazón del neoliberalismo.

El 2022 inicia de la mejor manera posible por ese gran despertar de Chile y que ayudará muchísimo para afrontar con gran esperanza el reto que se viene en Colombia y luego en Brasil.

Colombia:

Gustavo Petro tiene la inmensa responsabilidad de lograr unir a los colombianos y devolverle la paz al país. Sin duda, será una dura tarea que le tocará al candidato del Pacto Histórico. Colombia es el mayor productor de cocaína en el mundo y cada día que transcurre siguen aumentando las hectáreas (+ 245.000 aprox) para el cultivo y procesamiento de cocaína. Además, la criminalidad está desbordada con los asesinatos selectivos, desapariciones forzosas y con las masacres que se registran a diario. En el último año fueron 96 masacres ocurridas producto de la violencia desatada que vive el país.

Petro anda recorriendo las calles de Colombia, proponiéndole un sueño a los colombianos. En estos días inicio su gira por el difícil departamento de Antioquia, la ciudad natal de Pablo Emilio Escobar Gaviria, Álvaro Uribe Vélez y donde también surgió el Cartel (Medellin) más criminal y sanguinario de la humanidad. Ahí estuvo, en ese duro bastión del Uribismo y también muy importante para el país electoralmente hablando. Sin embargo, creemos que por la gran movilización y magnitud de las concentraciones esta vez en Antioquia pudiera generarse un punto de inflexión para que el progresismo logré recuperar de buena manera a Colombia. Si cambia Antioquia, cambia Colombia, como dice esa famosa frase.

Con un triunfo de Gustavo Petro, el país podría iniciar un proceso de paz histórico. Si, el candidato del Pacto Histórico ha manifestado en reiteradas oportunidades su apoyo a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), un mecanismo de justicia encargado de investigar y juzgar a los responsables de la parapolítica, violencia, narcotráfico y el conflicto armado en el país. Además, Petro ha pedido la incorporación de testigos claves a la JEP, como es el caso del jefe paramilitar, Salvatore Mancuso y al poderoso narcotraficante alias «Otoniel» para que testifiquen, pero el Gobierno de Iván Duque se ha negado por la gran complicidad y colaboración que existe con su jefe político, Álvaro Uribe Vélez.

Si bien es una realidad que el candidato del Pacto Histórico lidera ampliamente las encuestas, todo se puede esperar en ese país controlado por el narco-paramilitarismo y con EEUU como su principal aliado. El reto es duro pero no imposible.

Brasil:

Desde el Golpe de Estado Parlamentario contra la Presidenta, Dilma Rouseff en el Gigante Sudamericano no han venido bien las cosas. La degradación de la forma de hacer política ha conllevado a que un negacionista haya llegado a la Presidencia. De pasar a hacer una potencia en la región, ahora el país vive una de sus peores crisis política, económica y social desde la llegada de Jair Mesías Bolsonaro al Palacio de la Alvorada.

Esta crisis política que vive el país generó u obligó a que la Corte Suprema reconociera al menos internamente su “error” en el lawfare contra Luiz Ignacio Lula Da Silva, que lo condenó injustamente a la cárcel en el año 2018 y así arrebatándole su inminente victoria en las Presidenciales de ese año. La detención arbitraria de líder latinoamericano provocó un profundo rechazo mundial. Uno de los primeros líderes en condenar el hecho fue su amigo el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “Lula es una referencia en el mundo entero. Todo lo que le están haciendo a Lula y a nuestros pueblos lo que alimenta es la fuerza espiritual y la energía para una nueva ola de pueblo libres, una nueva ola independentista y de movimientos populares que llegaran al poder político en todos los gobiernos de América Latina y el Caribe en los años que están por venir. Cuando más oscura parece la noche se acerca la madrugada”.  

Ahora el escenario es distinto para Brasil, con la recuperación de los derechos políticos de Lula, este pasó a liderar desde ese mismo momento todos los sondeos. En la última encuesta realizada por IPESPE, el líder del PT, Lula Da Silva le lograr sacar una ventaja de hasta 20 puntos a Jair Bolsonaro su más «cercano» rival.

Lula anda recorriendo el país y organizando un frente común contra Bolsonaro. También hay que destacar la exitosa gira que tuvo por Europa, donde fue recibido por el Parlamento Europeo, por el nuevo Canciller Alemán, Olaf Scholz y también por los Presidentes Pedro Sánchez de España y Enmanuel Macron de Francia que lo recibió con todos los honores como si se tratara de un jefe de Estado generando un gran malestar al Gobierno de Bolsonar en Brasil, calificándolo como una “provocación” de Macron y Francia.

En Brasil históricamente las posiciones políticas han sido muy amplias y con diversas opciones a elegir. Sin embargo, todo indica que estas elecciones serán una de las más polarizadas de la historia del país. Bolsonaro sigue conservando su electorado duro (25%), pero con eso no le alcanzaría para lograr su objetivo que es la reelección. Mientras que Lula es considerado por todas las fuerzas politicas AntiBolsonaro como el líder que se necesita para recuperar al país y con esa amplia aprobación estaría garantizando un 45% o quizás más de apoyo del electorado brasileño, suficiente para ser el nuevo Presidente de Brasil.

De no ocurrir ninguna intervención o algo sobrevenido el progresismo latinoamericano volverá a resurgir en la región con la inminente victoria de Gustavo Petro en Colombia y Lula Da Silva en Brasil.

Por: Juan Fran Torres, Comunicador de la UBV – Especializado en estudios internacionales.

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