¿Corre Colombia el riesgo de sufrir incendios forestales como los de la Amazonía?

De acuerdo con cifras oficiales, en lo que va de mes se han registrado 199 incendios

La Amazonía brasileña sigue sufriendo por las malas políticas del presidente Jair Bolsonaro en materia ambiental. En los países vecinos también se han registrado algunos incendios menores, y desde ya advierten que otro desastre de grandes proporciones puede registrarse en Colombia.

Varias instituciones colombianas manifestaron este viernes su preocupación porque agosto es el mes en el cual, regularmente, se presentan más fenómenos de este tipo.

Desde la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) contabilizan, en lo que va de mes y hasta el jueves, 199 incendios forestales o de la cobertura vegetal en 103 municipios del país, de los cuales 11 se encuentran todavía activos, reseñó EFE.

En un comunicado, la institución detalló que los incidentes se han generado en los departamentos de Tolima y Cundinamarca (centro), Huila (sur), y Valle del Cauca y Cauca (suroeste).

Sobre las causas, el director nacional de Bomberos de Colombia, Germán Andrés Miranda, explicó que «el 98 % de los incendios forestales que han tenido lugar este mes fueron causados por humanos». 

Las quemas que se salen de control en áreas agrícolas, la manipulación de combustibles y la piromanía son otros de los detonantes.

Sin embargo, parece que la Amazonía colombiana también sufre una dura realidad desde el año pasado. De acuerdo con datos de diversos sistemas de monitoreo, reseñados por la revista Semana, se estima que en 2018 fue más lo que se quemó que lo que se deforestó. 

El medio local refirió que las cifras dan cuenta de unas 200 mil hectáreas perdidas por fuego; mientras que por deforestación, 135 mil.

Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, informó que en Colombia, igual que en Brasil, la problemática de deforestación y posteriores incendios obedece principalmente a factores como: la ampliación de la frontera agrícola, el acaparamiento de las tierras y la tala en áreas protegidas, resguardos indígenas y parques naturales. 

Fuentes: EFE, Semana.