Una combinación explosiva de revés electoral y derrota parlamentaria sacudió este jueves los cimientos del gobierno del presidente de Argentina, Javier Milei, desencadenando una ola de ventas masivas que hundió los precios de los activos del país austral disparó el coste de financiamiento y empujó al dólar libre a marcas nunca antes vistas. Todo esto, mientras el fantasma de la incertidumbre política y la preocupación por la capacidad de cumplir con la abultada deuda externa se instalaron con fuerza en el mercado
El panorama se ensombreció tras la contundente derrota que sufrió La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires del pasado 7 de septiembre. El golpe se profundizó este miércoles, cuando un Congreso asestó un nuevo revés al denominado «libertario», al respaldar –en medio de una masiva manifestación– dos leyes que suben el presupuesto para salud y educación, sectores previamente recortados por el mandatario.
Este movimiento habilita iniciativas con mayor gasto público sin financiamiento claro, dejando en evidencia la debilidad política del Gobierno de Milei y poniendo en jaque su programa de estricto ajuste fiscal, justo a pocos días de las elecciones parlamentarias nacionales del próximo 26 de octubre.
Bonos en picada y riesgo país por las nubes
La reacción en el mercado de deuda fue inmediata y brutal. Los bonos globales en dólares se desplomaron, llegando a perder en promedio un 4% durante la jornada. Esta caída empujó al riesgo país, el indicador que mide JP Morgan sobre la prima de riesgo que exigen los inversores a la deuda argentina respecto a los bonos seguros de EE.UU., hasta los 1.428 puntos básicos, con un pico intradiario de 1.433 unidades.
Esta cifra representa el nivel más alto desde el 12 de septiembre del año pasado y complica la posibilidad de emitir nuevos bonos en los mercados voluntarios, afectando la sustentabilidad del repago de la deuda.
Entre los papeles más golpeados se destacó el Global 2041, que se desplomó un 4,4% hasta cotizar en USD 47,60. Le siguieron el Global 2030 (-3,1% a USD 64,49), el Global 2029 (-3% a USD 68,32) y el Global 2038 (-3,3% a USD 53,34).
Los analistas de la firma Rava Bursátil explicaron la gravedad de la situación indicando que «los bonos soberanos argentinos presentan tasas desafiantes».
«El potencial de recuperación existe, pero dependerá de la acumulación de reservas y de un escenario político más sólido”, plantearon, según consignó El Intrasigente.
¿Qué Significa un Riesgo País de 1.400 Puntos Básicos?
Este nivel récord no es un número abstracto. Traducido a la realidad, significa que el mercado está exigiendo al país una tasa de interés astronómica para financiarse. Mientras los bonos del Tesoro de EE.UU. ofrecen un retorno de alrededor del 4% anual, un riesgo país de 1.400 puntos implica que Argentina debería pagar más de una tasa de interés 18% anual en dólares por una eventual nueva emisión de deuda, considerada prácticamente imposible cumplir un calendario de pagos de la misma en el mediano plazo.
Pérdidas en el mercado accionario
El pánico no se limitó a los bonos, ya que el mercado accionario también reflejó pérdidas. El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se derrumbó un 5,6% en pesos, acumulando una pérdida catastrófica del 40,9% desde enero. Medido en dólares, la caída es aún más dramática: 53,6% en el año.
El mercado accionario también refleja pérdidas. El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires baja 4,1% en pesos, ubicándose en 1.710.000 puntos.
Los ADRs (certificados de depósito) de empresas argentinas que cotizan en Wall Street acompañaron la tendencia: Edenor se hundió 8,9%, Banco Supervielle retrocedió 8,6% y otras compañías del sector financiero también operaron en rojo; mientras que Transportadora Gas del Sur y Banco Galicia, experimentaron un retroceso del 5,9%.La plaza argentina se consolidó así como la de peores resultados a nivel global en 2025.
Dólar sin límites llega a máximo histórico
La fuga hacia refugios seguros disparó la demanda de divisas. El Banco Central intervino con ventas de US$ 53 millones para contener al dólar mayorista en $1.474,50, medida que no tomaba desde el pasado 11 de abril, pero la presión en los mercados financieros fue imparable.
Sin embargo, el dólar Contado con Liquidación (CCL) y el «blue» escaló hasta los US$ 1.1515, superando los $1.500 y alcanzando máximos históricos, registrados desde de julio de 2024
.El dólar minorista en bancos siguió la tendencia, con el Banco Nación vendiéndolo a $1.490 y un promedio del sistema en $1.496,85.
La consultora Max Capital proyectó un escenario alarmante: de continuar esta dinámica, el Bnaco Central de la República Argentina (BCRA)podría perder entre US$ 3.000 y 4.000 millones de sus ya escasas reservas hasta las elecciones del 26 de octubre, con ventas diarias que podrían superar los US$ 200 millones en jornadas de fuerte presión.
Temor por las reservas internacionales de Argentina
El gran temor del mercado es que la permanente intervención cambiaria del BCRA para defender la banda vaya en desmedro de las Reservas Internacionales, que según un dato oficial provisorio rondan los USD 39.777 millones, de los cuaes tuvo que vender US$53 millones de sus reservas para contener el mayorista en el sistema de flotación.
Frente a la crisis, el ministro de Economía, Luis Caputo, intentó calmar los ánimos a través de la red social “X”, asegurando que hace meses mantienen el foco en estos compromisos y reafirmó que “van a honrar todas las deudas, como lo vienen haciendo desde que asumieron, aún con muchos menos recursos que ahora”.
Por su parte, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, restó importancia a la intervención cambiaria. En conferencia de prensa planteó que “el programa económico que incluye la política fiscal, monetaria y cambiaria son consistentes, y los fundamentos son los correctos. El esquema está preparado para que no haya ningún tipo de problemas cuando uno se maneja en la banda (de flotación) que planteamos”.
Los mercados votan todos los días, y el veredicto de esta semana fue lapidario para el gobierno de Milei. La derrota electoral legislativa en la provincia clave del país y los continuos reveces en el Congreso han encendido todas las alarmas sobre la viabilidad del programa económico libertario en el mediano plazo.