¿Qué esperar del nuevo presidente salvadoreño?

El extraño caso de Nayib Bukele ¿El Salvador gira hacia la derecha?

El exalcalde de San Salvador fue expulsado en 2017 del FMLN -entre otras cosas- por realizar actos difamatorios contra militantes del partido y violar estatutos del partido. Luego se unió al GANA, de la derecha conservadora, para catapultar su carrera política. Hoy dice que no gobernará con la izquierda ni la derecha tradicionales, aunque muestra una marcada tendencia neoliberal

Por Ronald Ángel

04/02/2019

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Su nombre es Nayib Bukele. Llegó al poder político de la Presidencia de la República de El Salvador con el patrocinio de la derecha neoliberal conservadora. Antes perteneció al partido revolucionario, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), del cual fue expulsado por comentarios misóginos.

Los medios lo identifican como «un hombre de izquierda» que «gobernará al país con la derecha» y un «casi empresario» «muy cercano a los millennials»; al menos así lo describe El Clarín de Argentina, medio de derecha pro Washington.

Simpatizante de Bukele en el centro de votación, luciendo su bandera como capote (Fotografía: Vane Pocasangre)

Bukele ganó este domingo la Presidencia de El Salvador en primera vuelta con 53% de los votos escrutados. Su victoria fue reconocida de inmediato por el gobierno del magnate Donald Trump, y seguidamente por el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó.

En septiembre de 2017 -un mes antes de ser expulsado por el Tribunal de Ética del FMLN- Bukele realizó una gira por EEUU donde dijo que El Salvador no tenía Presidente, haciendo referencia a Salvador Sánchez de Cerén, quien se ha mantenido firme con la unión, cooperación y solidaridad latinoamericana a través de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), proceso que la Casa Blanca tiene como objetivo boicotear y destruir.

En esa gira por EEUU, Bukele se dedicó a criticar a los militantes del que era su partido -FMLN- y sostuvo reuniones privadas con «sus simpatizantes en Washington», cita un despacho de laprensagrafica.com.

“En El Salvador no hay presidente. Cuando estaba Mauricio Funes había un mal presidente, pero había uno. Ahora hay un politburó que se reúne una vez a la semana y para que eso camine…”, dijo de manera despectiva Bukele, el 11 de septiembre de 2017 , haciendo referencia al Buró Político del FMLN y usando el término que identifica a las reuniones políticas de los partidos comunistas.

Estas palabras fueron re difundidas en un corto video que circuló en diferentes redes sociales y se produjeron luego que Bukele comenzara a deslindarse del FMLN con críticas y señalamientos constantes a militantes del frente, para intentar tapar la petición que le hiciera el partido de pedir de hacer una disculpa pública por la agresión física y verbal que -el ahora presidente salvadoreño-realizó contra de la síndica municipal de la Alcaldía de San Salvador, Xochitl Marchelli Canales, el martes 6 de septiembre.

De esa manera se comenzó a orquestar no sólo la traición de Bukele al partido que le brindó el apoyo político para que llegara a ser conocido, sino también la segura planificación de Washington de colocar en la silla presidencial a una ficha que le sirva como gobierno satélite para ejecutar sus planes hegemónicos en latinoamérica y así continuar el bloqueo -desde el poder estatal- a las fuerzas progresistas de izquierda y revolucionarias, que desde hace dos décadas frenó la injerencia norteamericana, misma que ahora es revitalizada por el resurgimiento de gobiernos de derecha que tienen como misión restaurar el conservadurismo empresarial.

Bukele GANA con la ultraderecha

El ahora presidente electo ha sido enfático al desmarcarse de los partidos que han gobernado al país centroamericano desde hace 30 años y pretender erigirse como un hombre que marcará un «nuevo destino» para los salvadoreños.

Durante su campaña, Bukele arremetió contra los 20 años de gobiernos de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena – 1989-2009) y los 10 años del FMLN (2009-2019).

«Los mismos de siempre (Arena y FMLN) pensaron que nuestro pueblo nunca iba a despertar, intentaron decirnos incansablemente que hacer las cosas bien era imposible», sostuvo en su cierre de campaña, quien dijo que acabaría con el «bipartidismo» para dejar «atrás la posguerra de una vez por todas».

Tras ser expulsado de las filas del FMLN en 2017, fundó Nuevas Ideas, un movimiento que intentó legalizar como partido político pero que no llegó a cumplir con las exigencias de la Ley Electoral.

Al no conseguir esta vía para postular su candidatura presidencial buscó aliarse con el Centro Democrático (CD) para obtener la candidatura bajo su bandera, pero el partido quedó fuera del marco legal electoral tras no alcanzar al menos 50.000 votos válidos en las legislativas de 2018.

Su ambición de poder llevó a Nayib Bukele a negociar con la única posibilidad que le quedaba, firmar con el partido de ultraderecha Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), cúpula que al ver la tendencia favorable de Bukele en las encuestas decidió concretar la candidatura y así llegar a la Presidencia, que asumirá oficialmente el próximo 1º de junio.

A partir de esa fecha lo más previsible es que Bukele rompa con as políticas ejecutadas por el FMLN en la última década y bajo ese sentido, hacer que el mapa geopolítico del continente gire aún más hacia la derecha, lo que conllevaría a posibles rompimientos con los países del ALBA, el reconocimiento que actualmente tiene El Salvador con el Presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, y el proceso de integración soberano que apartaba a los intereses de EEUU contra los pueblos de la región.

¿Quién es Bukele?

La mediática internacional lo califica de “irreverente” y “carismático”. En su país es conocido también como «el golondrino», por el emblema que usa su partido GANA, una especie de paloma blanca que vuela hacia arriba sobre un color azul.

A los medios le llama la atención que a Bukele le gusta usar jeans, medias de colores vivos y a veces una gorra con la visera hacia atrás. También destacan que es un tipo que le gusta participar en competencias de paintball y juegos mecánicos extremos, que le agrada a los «millennials» y que fue capaz de proyectar en la plaza El Salvador del Mundo una película de la serie animé japonesa Dragon Ball.

También dicen que Bukele es un ávido usuario de las redes sociales. De hecho parte de su campaña presidencial la efectuó por esa vía, al punto que presentó sus propuestas en un Facebook Live, donde dijo que los antiguos políticos deben devolver “lo robado” y que «el dinero alcanza cuando nadie roba».

“Nos toca a todos empezar a construir El Salvador que queremos. El Salvador que deseamos no depende de un grupo, de un presidente, sino que depende de cada uno de nosotros”, dijo Bukele previo a su victoria.

Sus antecedentes con el FMLN vienen de su familia, que militaba con los principios de justicia social que enarbolaba la guerrilla del FMLN en los años ochenta y que luego, tras el fin de la guerra civil de 12 años, se convirtió en partido político en 1992.

En 1999, Bukele trabajó desde la agencia publicitaria de su familia en una campaña presidencial que el FMLN no pudo ganar, con el ex comandante Facundo Guardado como candidato.

En 2011 se ofreció al FMLN para competir por la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, un municipio de 10.000 habitantes vecino a la capital. Así fue como Bukele ingresó a la política, al ganar esa postulación en la elección de marzo de 2012.

En 2014, debido a su creciente popularidad, el FMLN lo postuló para recuperar la alcaldía de San Salvador que estaba en manos de la derecha. Logró la victoria para el período 2015-2018.

Expulsión del FMLN por violar la ética y los principios del partido

En 2017 Bukele comenzó a traicionar los principios del partido que le brindó todo el apoyo a su corta carrera política y terminó expulsado por el Tribunal de Ética del FMLN al declararlo culpable de violaciones a la militancia.

La más grave fue el cargo de violencia en contra de las mujeres por haber cometido agresión verbal y física en contra de la síndica de la comuna capitalina, Xochilt Marchelli, durante una sesión del concejo.

A ese acto se suman los ataques contra la dirigencia del partido y el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén. La expulsión de Bukele se dio por unanimidad al declararlo culpable, luego de 18 horas de audiencia, de vulnerar los principios del partido.

La máxima sanción a Bukele fue decretada por el Tribunal de Ética del FMLN, por realizar actos difamatorios en contra del partido, irrespeto al derecho de las mujeres e irrespeto a los principios del partido, así como también comentarios descalificadores contra dirigentes del partido.

“Después de más de dieciocho horas de audiencia se llegó a la conclusión que el señor Nayib Bukele es culpable. Se resuelve imponer la máxima sanción que es la expulsión de Bukele del partido FMLN”, declaró Marina Landaverde, presidenta del Tribunal de Ética del FMLN.

Causas de la expulsión: Promover prácticas que generan división interna con argumentos de conducta personalista; violar la carta de principios, objetivos, estatutos, reglamento y demás normas que rigen el partido; realizar actos difamatorios, calumniosos e injuriosos que dañen la imagen y honor de una persona miembro o militante del partido; irrespeto a los derechos humanos de la mujer en clara violación a los carta de principios y estatutos del partido.

Además, el FMLN lo acusó de atacar a la dirigencia del partido de gobierno y de arremeter de forma desmedida en contra del presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.

En el ámbito regional, Bukele ha ejecutado ataques verbales contra el presidente de Nicaragua Daniel Ortega, a quien califica de “dictador”.

Llegará a la presidencia con una Asamblea Nacional dominada por los partidos Arena y FMLN y deberá intentar gobernar y ejecutar su plan de gobierno que incluyen grandes obras de infraestructura como puertos, trenes y aeropuertos, que aunque no ha dicho cómo será el financiamiento, probablemente sea a través de privatizaciones.

Además, deberá esperar dos años para intentar trasladar su fuerza mediática a las elecciones a la Asamblea que se celebrarán en 2021 y así buscar tener la mayoría del parlamento que le daría facilidades para gobernar a sus anchas.

Bukele tendrá como vicepresidente a Félix Ulloa, un abogado de 67 años, graduado en la Universidad Complutense de Madrid, España, y exmagistrado del primer Tribunal Supremo Electoral (1994-1999) creado tras los acuerdos de paz que terminaron con la guerra civil salvadoreña.

Reacciones de la ultraderecha tras la victoria de Bukele

La primera reacción la emitió la embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, quien felicitó al presidente. Manes dijo que se comunicó con Bukele vía telefónica y confirmó el apoyo de EEUU a su próxima administración.

En ese mismo orden, el auto juramentado “presidente encargado” en Venezuela, el extremista y separatista Juan Guaidó, dijo a través de Twitter lo siguiente: «Nuestro país está listo para concretar pronto una nueva etapa de relaciones, basadas en la colaboración y observación de los más altos valores democráticos».

Actualmente El Salvador, bajo la administración del presidente Sánchez Cerén y el FMLN respaldan el orden constitucional en Venezuela y en ese sentido reconocen la autoridad legítima de Nicolás Maduro, al consagrarse como jefe de Estado venezolano luego de la victoria obtenida en elecciones libres en mayo de 2018.

La empresa privada tampoco se quedó atrás de las reacciones por la victoria de Bukele. En ese sentido, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) felicitó al presidente electo y le envió un mensaje: “Confiamos gobierne respetando el Sistema de Libertades, la Constitución y la Democracia. El sector privado continúa trabajando por El Salvador».

Por su parte, Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica, también lo felicitó: «Continuaremos profundizando nuestra amistad y cooperación, así como una agenda común de valores y propósitos por nuestra región», dijo.

La embajadora de Canadá, Maryse Guilbeault, saludó la victoria de Bukele. Vale destacar que Costa Rica, Canadá y EEUU, han decidido desconocer la legitimidad del Presidente Maduro en Venezuela y apoyar la usurpación de la Presidencia al intentar promover un para-Estado en el país suramericano, al brindar su reconocimiento a Guaidó.

En los próximos cuatro meses la pugna política en El Salvador se verá marcada por el proceso de transición para que asuma Bukele. Todo apunta a que este “casi empresario” como lo califican algunos medios de derecha, sea una pieza más en la estrategia de la Casa Blanca para erradicar a las fuerzas de izquierda en la región.

De ser así Bukele se sumaría al ultraderechista y misógino brasileño Jair Bolsonaro y a otros magnates de la política como Mauricio Macri (Argentina), Sebastián Piñera (Chile), Iván Duque (Colombia), Mario Abdo Benítez (Paraguay), entre otros que están subordinados al jefe mayor, Donald Trump.

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