Revolucionaria y comprometida con las clases oprimidas y trabajadoras, su esencia yace en cada una de sus intervenciones

El legado de Evita a través de sus frases

Este lunes 7 mayo se conmemora el 99 aniversario de su nacimiento. Inspiró a los sindicalistas y dio esperanzas a un pueblo con el que conectó a partir de su pasado humilde. Además, otorgó beneficios a la mujer en el ámbito político y social.

Por José Gabriel Diaz

07/05/2018

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María Eva Duarte nació el 7 de mayo de 1919, en la localidad bonaerense de Los Toldos. La lucha y voz de los «descamisados», la creación de los «hogares-escuela», las Cajas de Jubilaciones, la escuela de enfermería y el voto de la mujer en Argentina fueron algunos de sus aportes más significativos. En su corta pero fructífera carrera política dejó frases que hablaban de sus principales preocupaciones en la vida social. Recordemos algunas de ellas:

«Donde existe una necesidad nace un derecho”. Se caracterizó por ser una ferviente luchadora de la infancia abandonada y las madres solteras.

«Si este pueblo me pidiese la vida, se la daría cantando, porque la felicidad de un solo descamisado vale más que toda mi vida». Aunque muchos discursos no eran escritos por ella, le gustaba apelar a las emociones para sensibilizar a las masas.

«Como mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me debo». Siempre exaltaba su condición femenina y recordaba su procedencia humilde para no perder el norte y conectarse con las mayorías.

“Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad”. Incendiaria, lanzaba frases contra los convencionalismos y el rol determinado que debía cumplir la mujer en la sociedad machista. Además del voto femenino, inició una serie de cambios importantes que dieron cabida a la mujer en el poder.

«Yo no quise ni quiero nada para mí. Mi gloria es y será siempre el escudo de Perón y la bandera de mi pueblo. Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria». Y así sigue siendo al ser considerada, hoy en día, ejemplo de revolución y cambio.

«De nada valdría un movimiento femenino en un mundo sin justicia social». Todo debía alcanzarse desde las mejorías sociales. El triunfo de un sector debía significar el triunfo de todos.

«El capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos». Revolucionaria, solía imponerse contra el imperialismo y el capitalismo, inspirando a los movimientos sindicalistas a avanzar en Latinoamérica.

«Nadie sino el pueblo me llama Evita. Cuando elegí ser Evita sé que elegí el camino de mi pueblo». Ganado en sus años como actriz, este sobrenombre la acercaba a los argentinos quienes veían en ella a una heroína.

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