Estrés hídrico por el cambio climático, posible causa de incendios en Chile

Desde el jueves de la semana pasada, la zona centro-sur de Chile está azotado por incendios forestales que a la fecha totalizan 321

Por Cristóbal Chávez Bravo

Los bosques mediterráneos y plantaciones forestales en Chile sobrellevan una acumulación muy grande de energía debido al estrés hídrico producto del cambio climático, lo que genera procesos iniciales de combustión «muy violentos», explicó el investigador e ingeniero forestal chileno Miguel Castillo.

«Nuestros bosques mediterráneos y las plantaciones forestales están con una acumulación muy alta de energía residente, que es todo el material vegetal combustible fino y muerto y también grueso, en ciertas partes; me refiero a la estructura de los árboles», indicó en una entrevista con Xinhua el académico del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile.

Detalló que esa estructura, dado el estrés hídrico de las plantas producto del efecto local y global del cambio climático, hace que los procesos iniciales de combustión sean «muy violentos».

«Porque los incendios forestales normalmente ocurren en combustibles delgados como de pastizales, matorrales e, incluso, basurales que se propagan a combustibles mayores», precisó el experto del Departamento de Gestión Forestal y Medio Ambiente de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Naturaleza.

Algunas áreas del país suman más de 13 años con escasez hídrica, en medio de la presente temporada estival, con temperaturas de más de 40 grados Celsius en el área central y humedad menor al 30 por ciento en los valles, lo que se considera el escenario perfecto para la propagación de incendios.

Incendios en Chile

Desde el jueves de la semana pasada, la zona centro-sur de Chile está azotado por incendios forestales que a la fecha totalizan 321 y que han afectado 373.839 hectáreas. Producto de la catástrofe, han fallecido 24 personas.

El también doctor en Recursos Naturales y Sostenibilidad lamentó que estos incendios van a ser cada vez más frecuentes y se propagarán con mayor rapidez porque «tienen un proceso energético mucho más intenso que incendios anteriores».

«Las tasas de liberación de energía en los momentos iniciales son muy bajas, porque son pequeñas llamas que se apagan muy rápido. El problema es que avanzan muy rápido y se propagan por el viento hacia sectores mayores. Y ahí es donde está la energía residente que es la que luego provoca los grandes incendios forestales», explicó.

Castillo indicó que, pese a que normalmente se compara los actuales incendios con los que ocurrieron en 2017, cuando más de medio millón de hectáreas fueron afectadas, en el pasado también ha habido grandes incendios forestales en la nación austral.

«La escala humana es muy pequeña con respecto a la escala natural, lo que pasa es que ahora lo estamos viviendo muy gravemente porque el territorio está mucho más complejo que antes porque está más denso, está más ocupado y está más demandado por bienes y servicios», comentó.

Además, agregó que los acuíferos, las formaciones geológicas constituidas por una o más capas de rocas capaces de almacenar y hacer circular el agua en el subsuelo, «ya no dan más de tan seco que están», debido a la demanda de agua en las parcelas de agrado, el consumo para empresas agrícolas y vitivinícolas, entre otros factores.

«Eso es un problema que se llama un problema de comportamiento potencia del fuego», dijo.

Para Castillo, que ha sido bombero y ha visto más de 1.000 incendios, los incendios forestales se generan primero por causas humanas, irresponsabilidad, negligencia o dolo.

«Es decir, el acto premeditado de encendido, y esto normalmente ocurre en otras formaciones vegetales. Normalmente en matorrales o pastizales. Ahora, que luego se propague a plantaciones forestales o terrenos de bosques nativos es otro tema», reflexionó.

Este jueves, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, informó que 28 personas fueron detenidas por estar involucradas en los siniestros forestales.

Para Castillo, Chile está preparado y es un ejemplo en Sudamérica del combate de incendios forestales. «Nuestros combatientes incluso son requeridos en otros países. El tema es la multiocurrencia de incendios. Cuando hay muchos incendios forestales, las capacidades de respuesta se ven ampliamente sobrepasadas. No estaríamos hablando de este problema si fueran 20 o 30 o 40 incendios, pero cuando son más de 500 incendios o 200 incendios en una semana, no hay capacidad de respuesta alguna», reflexionó.

Según los últimos datos de la Corporación Nacional Forestal de Chile, en torno a 200 brigadas, más de 4.000 bomberos y unas 100 aeronaves combaten los incendios forestales en la actualidad en el país. Chile cumplió este jueves una semana de incendios forestales, que dejaron además 1.250 casas destruidas.

Las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, las más afectadas, se mantienen en estado de excepción constitucional de catástrofe y, desde hoy, rige un toque de queda en 28 comunas.

Con información de La Jornada

Foto: Archivo El Ciudadano

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