El presidente de Argentina, Javier Milei, se encuentra en el centro de una polémica judicial y ética al negarse a eliminar un mensaje publicado en sus redes sociales en el que desacreditó a Ian Moche, un niño de 12 años con trastorno del espectro autista (TEA), reconocido por su activismo en la concientización sobre esta condición.
Ante la demanda presentada por los familiares del pequeño, la defensa del mandatario de extrema derecha, basada en la «libertad de expresión», choca con argumentos legales y morales que destacan la vulnerabilidad del menor y las responsabilidades inherentes al cargo presidencial.
El reclamo de la familia exige la eliminación de una publicación en la red social X, donde el denominado «libertario» respaldó comentarios agraviantes hacia Ian, violando, según la denuncia, «el interés superior del niño» protegido por la ley.
Desde muy corta edad, ell activista ha utilizado plataformas como Instagram y TikTok para compartir su experiencia personal y promover una mayor comprensión del trastorno TEA en la sociedad.
Ian describe a sí mismo como “un niño autista que habla de autismo” y junto a su madre, Marlene Spesso ha recorrido diversas ciudades de Argentina, dando charlas en escuelas y entrevistas en medios de comunicación, en los que reclama mayor visibilidad y mejoras urgentes en el sistema de atención.
En una entrevista televisiva con el periodista Paulino Rodrigues denunció públicamente frases y comentarios despectivos de Diego Spagnuolo, director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
Indicó que durante una reunión privada con él y su madre que tuvo lugar en marzo de 2024, Spagnuolo habría afirmado: «Si vos tuviste un hijo con discapacidad, es problema de la familia, no del Estado».
Además en ese encuentro, también cuestionó los derechos adquiridos por las personas con discapacidad: “Nos preguntó literalmente: ‘¿Por qué yo tengo que pagar peaje y ustedes no?’”, acusó.
Los dichos del director de ANDIS provocaron un repudio generalizado de asociaciones, profesionales y referentes del sector.
Ante la controversia, Diego Spagnuolo declaró a los medios y calificó de “mentirosos” a Ian y a su madre, quien lamentó que el funcionario “salga de su despacho solo para desmentir a un nene” y no para resolver la crisis del sector.
En lugar dedesvincularse del insulto, el presidente argentino compartió en X una publicación del usuario ‘Hombre Gris’, una cuenta que promueve a la extrema derecha, en la que se acusa al periodista Paulino Rodrigues de «usar políticamente» a Ian Moche en la entrevista.
El mensaje incluyó tres imágenes del niño, en la primera aparece junto a su madre en la entrevista con el periodista; en la segunda se le puede apreciar compartiendo con la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner; mientras que en la última se le ve en compañía del exministro de Economía y excandidato presidencial, Sergio Masa.
Milei reposteó la publicación y añadió este mensaje: “Pautino siempre del lado del mal. No falla nunca al momento de operar en contra del Gobierno. Siempre del lado de los kukas, no falla”.
Esta acción del «libertario» generó un aluvión de críticas por parte de usuarios, periodistas, referentes políticos y defensores de derechos humanos, que consideran que el mandatario no solo desacreditó el testimonio de un niño, sino que además lo hizo con una carga ideológica innecesaria.

Los argumentos de Milei: entre la negación y la victimización
Pese a la polémica, el mandatario argentino se niega a borrar el tuit en el que arremete contra Ian y los argumentos que ha expuesto frente a la demanda presentada por los familiares del niño han arreciado aún más la polémica.
«Los insólitos argumentos que presentó el jefe de Estado en la demanda judicial que le inició el chico parecen más enfocados en controlar las consecuencias de la causa penal por la criptoestafa $LIBRA y en seguir usando las redes sociales como si no tuviera responsabilidades propias de su cargo (y así, por ejemplo, atacar a opositores o difundir noticias falsas)», consignó Página/12.
En su respuesta a la acción judicial interpuesta por Ian y su madre, Marlene Spesso, Milei insistió en que no publica contenido en redes sociales como presidente de Argentina, sino como un ciudadano cualquiera y que lo hace en ejercicio de su libertad de expresión, la cual asegura intentan cercenarle al ser judicializado.
Adicionalmente, según Milei, Ian como «activista», debe soportar críticas, equiparándolo a una figura pública y que los derechos y el interés superior del niño no pueden restringir el debate público.,
Para tratar de evadir sus responsabilidad planteó que fue víctima de la «cultura de la cancelación», al retuitear —según él— solo para criticar al periodista Paulino Rodrigues.
«Acá el problema es que el Presidente en ejercicio del cargo retuiteó manifestaciones agraviantes para los derechos de un niño que tiene una discapacidad. Frente al agravio, se le pidió que elimine lo que publicó. Pero él desconoce el carácter de niño vulnerable de Ian, quien defiende y hace visibles los derechos e las personas con discapacidad», señaló el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien fue el encargado de presentar la demanda en nombre del niño y su mamá.
«Lo que dice Milei es grave: que un niño que pide que elimine algo gravoso para sus derechos afecta su libertad de expresión. Es una noción básica que la libertad de expresión fue pensada para proteger a las personas frente al Estado y no al revés. El planteo es contradictorio con toda la historia de la libertad de expresión y los derechos humanos», enfatizó, citado por Página/12.
Madre de Ian Moche: «Es un adulto contra un menor»
La madre de Ian, Marlene Spesso, reaccionó a la negativa de Miilei de borrar el polémico tuit argumentando que esta acción cercenaría su libertad de expresión y la describió como un acto de “crueldad”.
«No nos olvidemos que es un adulto contra un menor”, afirmó en declaraciones ofrecidas a una estación de radio.
“Al principio fue una cacería de brujas. Nos investigaron, nos operaron, sacaron fotos de mi casa, sabían toda mi vida”, dijo en relación al hostigamiento que han vivido tras la publicación de Milei en redes sociales.
En las próximas 48 hhoras, el juez federal de La Plata, Alberto Osvaldo Recondo, deberá decidir si le ordena a Milei que elimine el polémico tuit.
Aunque señaló que esperarán la resolución de la justicia, Spesso dejó en claro que “la libertad de expresión también tiene un límite, y el límite está en agredir».
«Que se entienda que es un menor”, subrayó la madre del pequeño activista.
«Mi hijo me dijo: ‘Vamos a esperar a ver qué dice la justicia, y si no, en la injusticia. No puedo dejar de ser madre, el Presidente no puede dejar de ser presidente”, relató, al tiempo que afirmó: “Nos tenemos que presentar ante la justicia y denunciar un hecho de violencia institucional».
Por su parte, el propio Ian describió como «una noticia difícil” la negativa de Milei a borrar la publicación agresiva en su contra, y aseguró que seguirá adelante con su reclamo judicial en contra del mandatario argentino.
«Hay límites, él no los respetó, y no me voy a quedar parado ante la injusticia, yo voy a poder parar las cosas», afirmó.