Paro indígena en Ecuador: CONAIE denuncia “política de guerra” y “estado de excepción” como respuesta de Noboa a demandas del pueblo

La organización criticó que, en lugar de atender las demandas sociales del Ecuador, el gobierno de Noboa responde con "más represión y criminalización del movimiento indígena y social", amparándose en "discursos de odio, racismo y manipulación mediática".

Paro indígena en Ecuador: CONAIE denuncia “política de guerra” y “estado de excepción” como respuesta de Noboa a demandas del pueblo

Autor: Leonardo Buitrago

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) acusó a Daniel Noboa de responder con “represión” a las demandas del pueblo y profundizar «su política de guerra», luego de que el mandatario decretara estado de excepción en diez provincias, en el marco del paro nacional que se mantiene desde hace dos semanas en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel.

A través del Decreto Ejecutivo No. 174, el Gobierno de Noboa dispuso la medida en las provincias de Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Orellana, Sucumbíos y Pastaza, donde, argumentando que se «precautelará el orden público, la seguridad interna y el bienestar ciudadano».

La medida restringe la libertad de reunión durante las 24 horas del día y permite la intervención de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en aquellas ciudades y territorios donde se llevan a cabo las protestas del paro nacional.

Cabe recordar que en un consejo ampliado que se realizó en Quito el pasado 2 de octubre, la Conaie y sus regionales indicaron que «resolvieron mantener la resistencia en el «Paro Nacional 2025″, frente al Gobierno autoritario de Daniel Noboa, subordinado al Fondo Monetario Internacional (FMI)».

La organización señaló que la movilización nacional que inició el pasado 22 de septiembre hasta que se elimine el Decreto Ejecutivo 126 con el que Noboa eliminó el subsidio.

Esta medida ha ocasionado que el precio de este combustible haya experimentado un aumento significativo al pasar de 1,80 a 2,80 dólares por galón, impactando directamente en los costos de transporte, la producción agrícola y la economía familiar de amplios sectores, especialmente de las comunidades indígenas y rurales que dependen del diésel para sus actividades productivas y de movilidad.

Lejos de establecer mecanismos de diálogo el mandatario de derecha ha respondido con represión, desplegando a las Fuerzas Armadas a las calles del Ecuador.

Según el monitoreo de la Conaie y de la Alianza por los Derechos Humanos, tras catorce días de manifestaciones se reportan 94 personas detenidas, 112 heridas, 12 desaparecidas temporalmente y un fallecido, el líder kichwa Efraín Fuerez, a manos de efectivos del ejército. Además, han denunciado más de 200 vulneraciones a los derechos humanos en distintas provincias, consignó El Diario.

Política de guerra y criminalización del movimiento indígena y social

En un comunicado, la organización indígena denunció que, «bajo el discurso del orden», el estado de excepción representa una representa una “política de guerra” que busca silenciar a las comunidades movilizadas, a través de la «militarización masiva».

“Responsabilizamos al presidente Noboa por las consecuencias de esta decisión autoritaria, que busca reprimir al pueblo en lucha”, señaló la Conaie.

También criticaron que, a través del decreto, se suspende la libertad de reunión y se intensifica la movilización de Fuerzas Armadas y Policía.

La agrupación criticó que, en lugar de atender las demandas sociales, el gobierno de Noboa responde con «más represión y criminalización del movimiento indígena y social», amparándose en «discursos de odio, racismo y manipulación mediática».

Entre las causas de la crisis, mencionó el Decreto 126 que eliminó el subsidio al diésel, el incremento del IVA al 15 %, la precarización laboral, el autoritarismo y el abandono de la salud y educación públicas.

«Este estado de excepción agrava el riesgo del uso desproporcionado de la fuerza y de detenciones arbitrarias, al tiempo que pretende ocultar las verdaderas causas de la crisis», enfatizó el movimiento.

La Conaie también extendió un llamado urgente a organismos nacionales e internacionales de derechos humanos para que monitoreen la situación en el país.

“El Ecuador no necesita más estados de excepción, necesita respuestas reales a las demandas del pueblo”, señaló.

Finalmente, el movimiento indígena reiteró que “protestar no es un delito, es un derecho”, y subrayó que su lucha se mantiene tanto en el campo como en la ciudad, por la reivindicación por «los derechos colectivos, por la vida y la dignidad, de los pueblos del Ecuador».

Abandono de Ecuador por el «tinte fascista» de Noboa

En entrevista con el programa La Mañanera de El Ciudadano, la activista social ecuatoriana, Vanessa López señaló que el país vive en un» total abandono que se ha radicalizado precisamente por que el gobierno (de Noboa) ha tenido un tinte fascista, que de cierta manera nubla la visión de lo que es tener una verdadera política pública para solucionar el tema de seguridad».

Indicó que el proceso de diálogo entre el movimiento indígena no se ha podido establecer debido a l negativa del mandatario de derecha.

«He visto y he evidenciado que las organizaciones han promovido en ciertas situaciones que haya diálogo y se han cerrado precisamente por la inacción del gobierno en proponer mesas», afirmó.

«Los gobiernos locales han implementado ciertas alternativas para poder generar una conversación entre los lideres de las organizaciones y el gobierno, pero una de las demandas que el indigenado propone es que sea en espacios interculturales lo cual el gobierno no está dispuesto a ceder», explicó.

Al ser consultada por el Director de El Ciudadano, Javier Pinera Olcay, sobre el posible desenlace del paro nacional y las movilizaciones, López planteó que existe una» polarización muy fuerte en ambos escenarios» y recordó que Noboa ha dicho que «no quiere dialogar y dar gusto a unos pocos y que el país país debe seguir con su ritmo normal» .

Indicó que aunque el jefe de Estado ecuatoriano insiste en su discurso de que «no está sucediendo nada», pero tiene paralizadas 11 provincias y la situación sigue intensificándose.

Destacó que este paro se diferencia de los anteriores que se han registrado en Ecuador, ya que es el que «más represión y presencia de extralimitaciones» ha tenido.

Planteó que esta situación quedó en evidencia con el asesinato del líder kichwa Efraín Fuerez, a manos de efectivos del ejército.

Señaló que en el video que circula por redes sociales se puede apreciar «cuando le disparan tres veces por la espalda y posteriormente le siguen pegando».

«Tenemos que organizarnos y levantar la voz en cuento a la vulneración de derechos humanos», aseveró la activista.


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