“Su padre cogobernó Bolivia con EE.UU.»: politóloga liga a dinastía de Rodrigo Paz con política «sumisa al consenso de Washington” 

En conversación con La Mañanera, la politóloga Valentina Enríquez ofreció un análisis en el que develó las raíces dinásticas y de subordinación con los Estados Unido del presidente electo de Bolivia, quien en su programa de gobierno "propone un ajuste neoliberal y una reducción del Estado".

“Su padre cogobernó Bolivia con EE.UU.»: politóloga liga a dinastía de Rodrigo Paz con política «sumisa al consenso de Washington” 

Autor: Leonardo Buitrago

El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz (Partido Demócrata Cristiano), es el último eslabón en la cadena de una dinastía política cuyas raíces y gobiernos han estado históricamente alineados con los preceptos del neoliberalismo y una relación de subordinación con los Estados Unidos, señaló la politóloga boliviana Valentina Enríquez.

En conversación con el programa La Mañanera, conducido por el Director de El Ciudadano, Javier Pineda Olcay, la analista desmenuzó el entramado de poder familiar, el perfil del binomio ganador en el balotaje y los retos que enfrenta el progresismo en el país altiplano.

Enríquez inició su exposición situando a Rodrigo Paz en un linaje político que se remonta a la figura fundacional de Víctor Paz Estenssoro, quien fungió como presidente de Bolivia en cuatro ocasiones (1952-1956, 1960-1964, de agosto a noviembre de 1964 y 1985-1989).

«Rodrigo Paz es el tercer Paz de la dinastía Paz en asumir como presidente, su tío abuelo fue Víctor Paz Estenssoro, quien en su primera llegada al poder fue el líder, digamos, por decirlo de alguna forma, de la reforma agraria. Ya después, en su segunda entrada al poder fue un artífice fundamental para el neoliberalismo», explicó la experta, estableciendo así la evolución ideológica de la dinastía política.

El análisis se centró luego en el mandato de Jaime Paz Zamora, padre del presidente electo.

«Paz Zamora fue también presidente del 89 al 93, siendo uno de los presidentes más privatizadores en la historia del país y con una cogobernanza, por decirlo en palabras simples, con Estados Unidos. Una política muy sumisa, muy subordinada al consenso de Washington».

«Es a partir de ello que también nace la figura de Rodrigo Paz, una familia con una raigambre política bastante profunda. Rodrigo Paz fue concejal, fue diputado, es todavía senador, termina sus funciones el 8 de noviembre para ser presidente y también fue alcalde de Tarija», explicó Enriquez.

Balotaje entre herederos: «Dos caras de un mismo poder»

La segunda vuelta electoral fue catalogada por la politóloga por como una disputa intrínseca al mismo bloque de poder. «Estos dos personajes que disputaron el balotaje, Jorge ‘Tuto’ Quiroga (Alianza Libre), como Rodrigo Paz, son ambos herederos de viejos políticos, digamos. Ellos en sí mismos ya son viejos políticos, pero también responden a una cuestión de dinastías y de herencia; fue un balotaje entre herederos», planteó.

En el caso de Tuto Quiroga, se refirió a sus vínculos con Hugo Banzer Suárez, el dictador boliviano que ejerció como presidente de Bolivia de 1971 a 1979 y de 1997 a 2001.

«Fue el hijo político de Hugo Banzer Suárez, uno de los dictadores más sanguinarios que tuvo Bolivia desde el 71 al 79. Incluso en su segunda llegada al poder, entre comillas democrática, que fue igual en la década de los 90, lo hizo de mano de Tuto Quiroga, que fue su vicepresidente». recordó.

En su análisis, Valentina Henríquez destacó la conexión entre ambas familias políticas, que «en determinado momento gobernaron juntas», ya que Tuto Quiroga ejerció como ministro de finanzas del gobierno de Jaime Paz Zamora, «es decir, del papá de su contrincante».

«A lo que me voy con esto es que ambos son dos caras de un mismo poder. Es una disputa intraburguesa que se ha vivido en el balotaje boliviano», afirmó.

Sin embargo, también planteó ciertas diferencias entre ambos y señaló que Tuto Quiroga representa a una «extrema derecha más radical, que su programa político abiertamente es el ajuste y duplicar nuestra deuda con el FMI.»

«Y por otro lado, Rodrigo Paz, igual te propone un ajuste neoliberal, una reducción del Estado, pero las formas de hacer campaña creo que se han dividido»., apuntó.

Un dato crucial que destacó para dimensionar el descontento es que «de los casi 8 millones inscritos en el padrón electoral boliviano, solo el 39% de ellos habría optado por estas dos fuerzas políticas. Entonces lo que hemos vivido es una elección sin elección».

El factor decisivo: Edman Lara, el «Paco» que no es «Paco»

La politóloga argumentó que la victoria no se explica solo por la figura de Paz, sino por su compañero de fórmula, el excapitán de Policía Edman Lara.

«Ha sido el factor clave Edman Lara (…), pero ¿quién es Edman Lara?, el candidato que realmente condujo la victoria de Rodrigo Paz», señaló Enríquez describió al nuevo vicepresidente de Bolivia como un «outsider» surgido de la policía y las redes sociales.

«Es un tipo que nació en Punata, que es un pueblito profundamente agrario en Cochabamba, proviene de una familia bastante humilde y como toda persona del campo vio en volverse policía una manera de ascenso social. Entonces lo que hace es eso, meterse en la academia de policía, hace su carrera ahí durante unos 15 años, llega a ser capital y, paralelamente empieza a estudiar Derecho en la Universidad Unión Bolivariana», recordó.

Relató que entre 2021 y 2022, «este personaje empieza a denunciar hechos de corrupción que habrían existido entre el Ministerio de Gobierno y la institución policial. Se abre un TikTok que empieza a hacer en vivos y de esa manera obtiene muchísimos seguidores y gente que lo apoya».

«Estas denuncias de corrupción hacia la policía y el Ministerio de Gobierno se empezó a expandir a otras carteras del Estado, y en un contexto de crisis económica, hay que recalcar esto, que no es por tomar medidas de izquierda, sino precisamente por darle rienda suelta a los agroindustriales en este país, finalmente estamos viendo una crisis económica y una crisis de combustibles», agregó.

Henríquez planteó que al denunciar hechos de corrupción por parte de altos niveles del Estado, en los que se enriquecen autoridades o familiares de autoridades, «mientras la gente está sufriendo o haciendo colas de tres días para obtener gasolina», le permitió a Edman Lara captar votos dentro de una ciudadanía descontenta.

«Creo que entenderlo de esa manera nos permite comprender cuál ha sido el mecanismo de composición, en tanto la identificación del voto de Rodrigo Paz y Edman Lara, por eso este binomio se ha bañado de lo popular pero en términos de programa político ambos (Tuto Quiroga) planteaban el ajuste neoliberal», argumentó.

Sin embargo, Valentina Enríquez cuestionó la representatividad de las elecciones al señalar que solo el 39% del padrón votó por las dos fuerzas que pasaron a la segunda vuelta.

«De los casi 8 millones inscritos en el padrón electoral boliviano, solo el 39% de ellos habría optado por estas dos fuerzas políticas. Entonces lo que hemos vivido es una elección sin elección», apuntó.

Impacto del voto nulo

Al ser consultada sobre el estado en que se encuentra el Movimiento al Socialismo (MAS) tras el retorno de la derecha al poder, Enríquez diagnosticó una ruptura en sus bases.

«Para entender también el resultado que hemos vivido en la primera vuelta y en la segunda es también explicando la ruptura orgánica que tuvo el MAS durante estos últimos cinco años», afirmó.

Explicó que en la primera vuelta, la izquierda se presentó dividida en tres frentes: «el MAS con la candidatura de Eduardo del Castillo, después Alianza Popular y como una posición política, como demostración política también los votos nulos que fueron comandados y encabezados por (el expresidente) Evo Morales».

A su juicio, el fenómeno del voto nulo fue particularmente significativo. «En la primera vuelta casi se llegaban al 20% de votos nulos, es decir, si se hubiera presentado como un partido político sería tranquilamente la tercera fuerza política en el país, segunda o tercera fuerza política», sostuvo.

Sin embargo, para el balotaje, «la cantidad de votos nulos se redujo a un 4%, es decir, volvió al normal histórico y eso llama la atención porque en esta segunda vuelta Evo Morales ya dejó de hacer campaña por el nulo y eso me parece que también fue entendido por el campo popular como una señal», sugiriendo que una parte de ese electorado habría migrado hacia la opción de Paz y Lara.

Movimientos sociales tejen su defensa

Frente al futuro gobierno y su programa de ajuste, la analista vislumbra un escenario de resistencia organizada. Sostuvo que el MAS, que «siempre fue un conglomerado de movimientos sociales», ha pasado por un proceso de «atomización y de ruptura», pero que ahora las organizaciones base están generando «agendas propias».

Como prueba, citó dos eventos cruciales. «Recientemente, del 6 al 10 de octubre se vivió un congreso nacional de la Central Obrera Boliviana (COB) […] donde se plantearon muchísimos puntos y me parece que el más importante es la gesta de una agenda colectiva desde los movimientos sociales en la que busca un comité de defensa de los derechos adquiridos durante el proceso de cambio, las empresas estratégicas del Estado y los recursos naturales, es decir, ya se están formando comités de defensa y agendas de defensa en el caso de que se animen a querer privatizar algunas empresas del Estado», indicó.

Destacó que «igual se va a vivir del 23 al 26 de este mes un congreso nacional de la CSUTCB, que es la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia, que básicamente es, digamos, el movimiento social más grande en la historia del proceso de cambio, donde me parece que van a converger ambas agendas».

Enríquez concluyó con una reflexión que marca el tono de la nueva era política: «Hay que estar atentos para ver cómo se retejen en este sentido las organizaciones sociales que, sin duda alguna, van a ser protagonistas en esta temporada de resistencia que le va a tocar a Bolivia».

El gobierno de Rodrigo Paz, por tanto, inicia su mandato bajo la sombra larga de su linaje, la promesa de ajuste de su programa y la inminente prueba de fuego frente a un tejido social que comienza a reorganizarse para defender las conquistas de las últimas dos décadas.

En la emisión de La Mañanera de este martes 21 de octubre nuestro director analizó el nuevo caso de cobros injustificados en las cuentas de luz y entrevistó a Margarita Paz Araya, Presidenta de la CONFEDEPRUS y candidata a diputada en el Distrito 12.

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