Una jornada de protestas convocada contra el gobierno de transición de José Jerí culminó en una tragedia que conmocionó a Perú, cuando Eduardo Ruiz Sáenz (32), un rapero conocido en el mundo de la música urbana como “Trvko”, perdió la vida tras recibir un disparo de arma de fuego durante los enfrentamientos registrados en la Plaza Francia, en el corazón de Lima. Los testigos y periodistas que se encontraban en el lugar señalan que el proyectil habría sido disparado por un efectivo de la Policía Nacional del Perú (PNP) vestido de civil.
La Defensoría del Pueblo confirmó horas más tarde el deceso del joven cantautor y exhortó al Ministerio del Interior a realizar una “investigación exhaustiva, imparcial y expedita para determinar las responsabilidades correspondientes” en un caso que ha reavivado las heridas de episodios represivos pasados.
En especial los registrados durante las protestas de noviembre de 2020 y las jornadas de diciembre de 2022, donde el uso de armas letales por parte de la PNP fue ampliamente documentado y cuestionado por organismos internacionales de derechos humanos.

«Trvko», la voz crítica del barrio
Eduardo Ruiz Sáenz no era un manifestante anónimo. Era un artista urbano radicado en el distrito de San Martín de Porres, reconocido por sus letras críticas contra el poder establecido y por su activismo juvenil en su comunidad. Bajo el seudónimo de “Trvko”, había construido una carrera musical que visibilizaba las problemáticas sociales de su entorno.
La congresista Ruth Luque, del Bloque Democrático Popular, fue una de las primeras autoridades en llegar al Hospital Arzobispo Loayza, donde fue trasladado el cuerpo sin vida de Ruiz Sáenz. Fue ella quien confirmó públicamente el fallecimiento del rapero, como consecuencia del impacto de bala que recibió en el tórax, consignó el medio digital Caretas.
De acuerdo con la parlamentaria la Fiscalía ya tomó conocimiento del caso, por lo que se espera que comience el desarrollo de las diligencias periciales, que deberán incluir la revisión de videos de las cámaras de seguridad ubicadas en la zona en que ocurrieron los hechos.
La criticada respuesta Jerí
La primera reacción de José Jerí fue intentar minimizar la gravedad de lo sucedido en Plaza Franica y afirmó que solo había “un civil herido”, una aseveración que contrastó con los reportes periodísticos que, para ese entonces, ya daban cuenta de al menos siete víctimas a causa de la represión policial.
Ante la creciente presión mediática y social, Jerí se vio forzado a reacciona y publicó un mensaje en redes sociales lamentando la muerte de Ruiz Sáenz y ofreciendo condolencias a su familia.
Sin embargo, su pronunciamiento generó críticas en la ciudadanía al no reconocer el uso de la fuerza letal para reprimir las protestas.
Por su parte, el ministro del Interior, Vicente Tiburcio Orbezo, salió a dar la cara para intentar contener la crisis y aseguró haber dispuesto “de forma inmediata” la apertura de una investigación interna-
“Que las pesquisas determinen con objetividad los hechos y responsabilidades”, afirmó, en declaraciones recogidas por Carte,
Asimsimo, informó que un representante del Ministerio Público se encontraba en el hospital Arzobispo Loayza para levantar las primeras diligencias sobre el fallecimiento del artista urbano.
Indignación ciudadana y acciones de protesta
La muerte de “Trvko” ha funcionado como un detonante, encendiendo una nueva ola de indignación en el país. Diversas organizaciones sociales, colectivos culturales y agrupaciones de artistas urbanos han convocado vigilias y nuevas marchas de protesta en ciudades como Lima, Arequipa y Trujillo, exigiendo justicia para Ruiz Sáenz y denunciando la represión policial ordenada por la administración de Jerí.
En este contexto, la Defensoría del Pueblo reiteró su llamado al Estado peruano a “garantizar el derecho fundamental a la protesta pacífica” y a “evitar el uso desproporcionado de la fuerza” por parte de los efectivos de la PNP, recordando los protocolos internacionales que rigen en estas materias.
Este trágico episodio marca un punto de inflexión crítico para el frágil gobierno de transición de José Jerí, quien al asumir la presidencia tras la vacancia de Dina Boluarte, prometido priorizar la seguridad ciudadana y el respeto irrestricto a los derechos humanos. Ahora, la presión política y social recae con todo su peso sobre el ministro del Interior, Vicente Tiburcio Orbezo, quien tiene la tarea de dirigir una investigación que esclarezca los hechos satisfaga las demandas de justicia en un país hastiado de la violencia.