Evo Morales: “Defender los derechos de la Madre Tierra es defender los derechos humanos”

Instalar un nuevo paradigma del Buen Vivir para enfrentar la crisis climática que afecta al planeta, con protección expresa a los derechos de la Madre Tierra, fue la propuesta y la invitación cursada por el presidente Evo Morales a quienes se congregaron el pasado mes de abril en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre […]

Por Wari

26/05/2010

Publicado en

Medio Ambiente / Mundo / Pueblos

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Instalar un nuevo paradigma del Buen Vivir para enfrentar la crisis climática que afecta al planeta, con protección expresa a los derechos de la Madre Tierra, fue la propuesta y la invitación cursada por el presidente Evo Morales a quienes se congregaron el pasado mes de abril en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, realizada en la ciudad de Cochabamba, Bolivia.

Los cálculos más optimistas estimaban en 18 mil los participantes. Sin embargo la cifra fue duplicada, pues llegaron más de 30 mil personas de los distintos continentes, ello sin contar a los equipos de apoyo, voluntarios y prensa acreditada, así como a los miles que participaron vía online en los 17 grupos de trabajo previstos en esta cumbre internacional.

Tras el rotundo fracaso de las negociaciones de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-15), realizada en diciembre del año pasado en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, el presidente boliviano Evo Morales hizo una invitación abierta a enfrentar juntos la crisis climática que afecta al planeta, convocando a la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, del 19 al 22 de abril en Cochabamba (Tiquipaya), Bolivia.

Fueron más de 30 mil las personas que respondieron a este llamado, participando en los 17 grupos de trabajo, plenarias, conferencias y distintas actividades previstas en este encuentro internacional organizado en tan solo tres meses. Como toda cumbre, tuvo también su coloquio paralelo, la llamada mesa 18, donde se denunciaron los daños ambientales que hoy producen megaproyectos extractivos e hidroeléctricos en diferentes países de la región.

Algunos de los principales acuerdos de la Conferencia, fueron la conformación de una Alianza Mundial por la Tierra; promover a nivel internacional un Tribunal de Justicia Climática que sancione a aquellos países que incumplen los tratados de Naciones Unidas o que no reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero, y la elaboración de una propuesta de Declaración de los Derechos de la Madre Tierra.

Esta protección especial se hace indispensable para hacer frente a la destrucción ambiental ocasionada por diversos proyectos extractivos, hidroeléctricos y energéticos de empresas trasnacionales instaladas en la región, afectando el acceso a recursos básicos, como el agua, reconocido en esta conferencia mundial como un derecho humano.   Pues, como aclaró el presidente Evo Morales en Tiquipaya, “la madre tierra nos da la vida, por eso la llamamos madre pero, sin agua, la madre tierra se muere.  Por eso hoy, y que me perdonen los que opinen distintos, pienso que es más importante defender la naturaleza que los derechos humanos.  Defender los derechos de la Madre Tierra, es defender los derechos humanos”.

RECURSOS NATURALES Y MIGRANTES CLIMÁTICOS, LOS PRINCIPALES PROBLEMAS

El calentamiento global o efecto estufa está provocando alteraciones en el clima que afectan mayormente a quienes viven y se alimentan de la tierra.  Sus cosechas, principal ingreso y fuente de empleo de bastas zonas, se pierden a causa de los cambios de temperaturas y ciclos naturales.  La escasez de agua amenaza con ser otro de los graves problemas en el corto plazo, recurso que en Chile se encuentra privatizado y totalmente disociado de la propiedad de la tierra.  Es decir, el dueño de un terreno no lo es necesariamente de los recursos hídricos que en él se encuentran. Debilidad legal que han utilizado diversas empresas para apropiarse de derechos de agua para sus faenas productivas.  Finalmente, la sobreexplotación de la tierra con monocultivos que requieren de grandes porciones de agua, está acabando con los suelos cultivables y generando una migración forzadas desde zonas rurales a centros urbanos.

Ya en 1990, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, había prevenido que la migración humana podría ser la consecuencia más grave de la actual crisis climática.  Sin embargo, y pese a que estudios en todo el mundo estiman que la migración por causas climáticas afectará entre 200 a 1.000 millones de personas de aquí al 2050, es uno de los aspectos menos abordados en las cumbres internacionales en la materia y que como tema de uno de los grupo de trabajo de la conferencia en Cochabamba, tuvo una de las más altas asistencias.

2.5 MILLONES PARA QUE EEUU UNIDOS RATIFIQUE PROTOCOLO DE KIOTO

Durante el acto de cierre del encuentro, precisamente la jornada en que se conmemora el Día Mundial de la Tierra (22 de abril), el vicepresidente de Ecuador denunció el lobby desarrollado por Estados Unidos para que otros países suscriban el denominado “Acuerdo de Copenhague”, donde las naciones firmantes se comprometen a sostener un aumento máximo de la temperatura global de 2°, lo que para muchos es un claro retroceso en los compromisos asumidos en el marco del Protocolo de Kioto y a la postre un genocidio.

Este lobby incluiría incluso la figura del “chantaje”, como aseguró Ricardo Patiño, citando el ejemplo del propio Ecuador, país al que Estados Unidos ofreció 2,5 millones de dólares en ayuda si suscribía el documento.  La respuesta oficial del Presidente Rafael Correa, traída por su vicepresidente a la conferencia, causó gran revuelo y espontáneos aplausos, pues ofreció el mismo millonario monto a cambio de que Estados Unidos firme el Protocolo de Kioto, que como muchas de las potencias más contaminantes del planeta, aún no ha suscrito.

Todos somos responsables de la crisis climática, pero no en el mismo grado.

Por Paulina Acevedo

Enviada especial a Cochabamba, Observatorio Ciudadano

El Ciudadano

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