Greenpeace: “Dejaron morir a Chiloé y ni siquiera fueron al funeral”

Ya se cumple un año de una de las peores tragedias sociales y medioambientales en nuestro país, después de que el gobierno autorizara el vertimiento de 5.000 toneladas de salmones en descomposición frente a las costas de la isla, medida que gatilló no solo una severa crisis medioambiental, sino un profundo debate respecto de las graves consecuencias que tiene para el equilibrio medioambiental del país la expansión de la industria de la salmonicultura.

Por Vasti Abarca

07/05/2017

Publicado en

Chile / Medio Ambiente / Regiones

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Para conmemorar las enormes dificultades por las que ha pasado la isla, distintas organizaciones sociales y ambientales de Chiloé han decidido recordar los trágicos hechos a través de distintas actividades.

Ante esto, Greenpeace -que ha estado presente en la isla y se ha solidarizado con su gente desde los inicios de la tragedia-, explicó a través de su director nacional, Matías Asun, que: «El Gobierno decidió sacrificar Chiloé permitiendo el vertido de casi 5.000 toneladas de salmón en descomposición frente a sus costas. Constatar cómo el gobierno aún no da la cara ni hace justicia a los habitantes de la isla es vergonzoso y violento. En otras palabras, dejaron morir a Chiloé y ni siquiera fueron al funeral».

La tragedia por el vertimiento, que convirtió en basural el fondo marino frente a Chiloé y que gatilló una severa crisis de marea roja que afectó a miles de chilotes, puso en discusión las consecuencias sociales y medioambientales que ha tenido para la zona la «invasión» de la salmonicultura y sus anhelos de, ahora, llevar sus cultivos hacia las aguas más puras del planeta.

«Chiloé ha sido devastada por una industria cuyo crecimiento está fuera de control y que no cuenta con planes adecuados de respuesta ante este tipo de crisis. Aquí las autoridades no dudaron en apoyar ciegamente la expansión salmonera a costa de Chiloé, sacrificando a la isla y usando al mar como vertedero. Lo que hicieron con Chiloé no se puede repetir. Pero la alerta es máxima, ya que no contentos con lo que han hecho en Chiloé, ahora la industria pretende avanzar hacia el sur para instalarse con sus ‘guetos submarinos’ en los mares de la Patagonia«, alerta Matías Asun.

Hoy, la justicia busca dilucidar en qué circunstancias se autorizó el vertimiento de salmones y determinar las responsabilidades correspondientes.

En este contexto, hace unas semanas, y tras una serie de dilataciones, finalmente, y en calidad de imputado, el ex subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico, ha debido responder a las dudas que la Fiscalía de Los Lagos le ha planteado respecto de su actuar en el controvertido permiso de vertimiento de salmones en descomposición frente a las costas de Chiloé.

En efecto, la Fiscalía de Los Lagos, desde mayo del año pasado, inició una investigación de oficio para investigar la comisión de posibles ilícitos y responsabilidades penales relacionadas con el desastroso vertimiento.

En este sentido, el jefe regional del Ministerio Público aclaró en su momento que se trataba de una indagatoria relevante puesto que los temas medioambientales eran una de las prioridades para la Fiscalía de Los Lagos.

Hay que recordar que el ex subsecretario Raúl Súnico presentó su renuncia a comienzos de año después que una investigación periodística dejara en evidencia 34 boletas que su cónyuge emitió para la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipe), información que el entonces subsecretario mantuvo en reserva pese a que la entidad era investigada por financiamiento político ilegal.

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