Evidencias científicas

La contaminación atmosférica en Sudamérica comenzó con la invasión española

En un estudio publicado por la revista PNAS y gracias a trazas de sedimentos encontrados en el glaciar Quelccaya, se demostró que la primera fuente de contaminación atmosférica en el continente fue fruto del modelo productivo de plata introducido por los españoles, que forzaron a los incas a pagar con su vida la explotación de las reservas de Potosí (Bolivia).

Glacias Quelccaya

Glacias Quelccaya

A pesar de la dificultad que engendra el proceso cuantificador de la contaminación atmósferica presente en el hemisferio sur con anterioridad a la Revolución Industrial, debido a los escasos registros conservados en los sedimentos, el trabajo conjunto de investigadores estadounidenses y daneses ha permitido hallar, al interior del Glaciar Queccaya, en los Andes peruanos, una capa con trazas depositadas entre el año 793 y 1989 de nuestra era.

El núcleo de hielo extraído del Glaciar Quelccaya  ha proporcionado ahora el primer registro de contaminación anterior a la segunda mitad del S XVIII, demostrando que las altas concentraciones de metales y elementos químicos comenzaron con la colonización española, producto del modelo productivo de plata que llevaron a cabo.

Hasta 1480 la concentraciones de metales eran bajas y estables, presentándose picos que corresponden a fuentes de contaminación natural, fruto de fenómenos como las erupciones volcánicas.

En concreto, se vislumbra un aumento de la concentración de bismuto alrededor de 1480 (producción de cobre del imperio inca) y un alza en la presencia de concentrados de plomo y otros metales como arsénico y mercurio alrededor de 1540, una década después de iniciada la invasión y como consecuencia de la explotación de la minería para la producción de plata.

Las minas presentes en la Montaña de Potosí (Bolivia) eran la fuente más rica de plata del mundo. Tras masacrar al Imperio inca, los invasores forzaron a los locales a explotar  las reservas con un nuevo método -los incas ya refinaban la plata- que aumentaba la producción y también la contaminación, en un proceso en condiciones extremas que se cobró miles de vidas.

“Sus condiciones de trabajo deben haber sido verdaderamente terribles. Muchos murieron a causa de los esfuerzos físicos extenuantes, pero también era frecuente que las galerías de las minas subterráneas se derrumbaban, enterrando y matando a cientos de personas”, dijo Paolo Gabrielli, de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU), y cabeza del estudio, que fue publicado en la revista PNAS.

Las inmensas nubes de polvo que generó el proceso de explotación fueron trasladadas por los vientos más de 800 millas hasta el noroeste de Perú, depositándose en el referido glaciar. El proceso de refinación aplicado suponía pulverizar el mineral de plata, que contiene plomo y plata, lo que dejaba escapar polvo metálico a la atmósfera. El polvo era mezclado con mercurio y la plata era separada por calentamiento de la mezcla para permitir que el mercurio se evaporara.

«Esta evidencia apoya la idea de que el impacto humano sobre el medioambiente estaba muy extendido incluso antes de la Revolución Industrial», afirma Gabrielli; «El hecho de que podamos detectar la contaminación en el hielo desde un lugar primitivo a gran altitud es indicativo de la importancia continental de esta deposición», añade Gabrielli, quien subraya que «solo una fuente importante de contaminación podría viajar tan lejos y afectar la química de la nieve en un lugar remoto como Quelccaya».

 

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