Producción y conservación de la biodiversidad: una alternativa de desarrollo sostenible

El Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible (CEAM) de la Universidad Austral de Chile (UACh), elaboró una guía técnica para la focalización de fondos públicos (INDAP) a comunidades aledañas a áreas protegidas

El Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible (CEAM) de la Universidad Austral de Chile (UACh), elaboró una guía técnica para la focalización de fondos públicos (INDAP) a comunidades aledañas a áreas protegidas.

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La diversidad biológica y cultural se encuentran en un rápido y continuo proceso de extinción, debido principalmente a la pérdida y degradación de hábitat. La agricultura juega un importante rol. La convencional, si bien contribuye significativamente a la economía nacional, a gran escala homogeniza los paisajes y, a través de sus prácticas y técnicas de producción, provoca grandes y numerosos daños ambientales que disminuyen y deterioran la diversidad biológica.

Por otro lado, los sistemas familiares de producción agrícola están enraizados en un medio físico conocido y controlado, manteniendo una relación positiva con el territorio. Como resultado, paisajes dominados por pequeños campos poseen un alto potencial para sostener una rica diversidad biológica y cultural.

Proteger hábitats nativos dentro de paisajes agrícolas no solo beneficia la diversidad biológica, sino también a las comunidades rurales, al proporcionar productos y servicios ecosistémicos, tales como polinización, manejo de plagas, control de flujos y ciclos de nutrientes, de los cuales dependen los agrosistemas y sus agricultores.

Consultoría

Considerando lo anterior, se desarrolló la consultoría “Elaboración de Guía Técnica para la Focalización de Fondos Públicos (INDAP) a comunidades aledañas al SNAP”, ejecutada por el Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible (CEAM) UACh y licitada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), enmarcado en el proyecto GEF Nº 59602 “Creación de un Sistema Nacional Integral de Áreas Protegidas para Chile: Estructura financiera y operacional”.

Su propósito fue promover y favorecer la conservación de la diversidad biológica y cultural en territorios de alto valor de conservación, mediante la elaboración de una guía técnica y capacitaciones dirigidas a profesionales y técnicos de los Programas de Desarrollo Local (Prodesal) y Desarrollo Territorial Indígena (PDTi) de INDAP, que se desempeñan en tres paisajes de conservación: Alhué, en la Región Metropolitana; Valle Río San Pedro, en la Región de Los Ríos y un paisaje de conservación en proceso de constitución en Chiloé, Región de Los Lagos.

Además de la guía y las capacitaciones, se propusieron adecuaciones técnicas y financieras -a escala nacional y de paisaje- a los programas e instrumentos de fomento productivo de INDAP para alcanzar el propósito ya señalado. Para la Directora Ejecutiva del CEAM UACh, Andrea Pino Piderit, esto constituye una importante oportunidad que abre las posibilidades de conservar de manera efectiva. Ello mediante “incentivos que influencian el comportamiento de individuos y organizaciones” –según indicó Claudia Sepúlveda en un artículo publicado el 2003 en la Revista de Ciencias Sociales UACh-.

Producción y conservación: nueva forma de proteger la biodiversidad

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Una importante estrategia de planificación en conservación de la diversidad biológica y cultural en paisajes agrícolas es la definición participativa de “paisajes de conservación”. Asociado al financiamiento y la promoción de sistemas de producción que alberguen altos niveles de biodiversidad agrícola y silvestre, y de acciones dirigidas a conservar y restaurar hábitats que aseguren la conectividad del paisaje y el potencial de regeneración y restauración de bosque.

¿Por qué es importante esto? La Directora Ejecutiva del CEAM UACh explicó que “en Chile se protege la biodiversidad principalmente mediante la creación y el establecimiento, por parte del Estado, de áreas protegidas organizadas en un Sistema Nacional (Parques Nacionales, Reservas Nacionales, Monumentos Naturales y Santuarios de la Naturaleza). Si bien Chile protege una gran superficie de territorio continental, este Sistema de Protección es insuficiente, ya que, posee un notorio desbalance geográfico en cuanto a la cobertura de las áreas del sistema, ampliamente protegido el extremo sur del país en comparación al resto del territorio”.

“Sumado a lo anterior, según un estudio publicado el año 2008 por Pliscoff y Fuentes –agregó la profesional-, tan sólo 85 de los 127 ecosistemas terrestres presentan menos del 10% de su superficie remanente para ese año bajo protección, 43 presentan menos del 1% y 30 se encuentran en franca desprotección; esto significa que dicho sistema excluye una gran parte de los ecosistemas presentes en el territorio continental, es decir es poco representativo. Esta situación nos obliga a enfocar los esfuerzos de conservación en zonas donde se desarrollan actividades humanas, productivas y económicas”.

“Para alcanzar el reto de compatibilizar el mantenimiento de especies y procesos ecológicos con la generación de ingresos o ahorro a partir del desarrollo de las actividades productivas y económicas propias del lugar, es necesario primero planificar el paisaje en base a los requerimientos de hábitat de una o más especies con el objetivo de ’sumar’ hectáreas para mejorar la conectividad entre fragmentos remanentes de bosque nativo. Esto nos entrega un marco referencial para posteriormente continuar con la planificación productiva del predio con énfasis en la conservación de la biodiversidad”, finalizó Andrea Pino.

Una alternativa: la agroecología

En los últimos años, han surgido diferentes propuestas encaminadas a buscar una mejor armonía entre la agricultura y el medio ambiente, como la agroecología, que es una ciencia aplicada, utiliza conceptos y principios ecológicos para el diseño y manejo de los agroecosistemas sostenibles, donde los insumos externos son reemplazados por procesos naturales como la fertilidad natural del suelo y el control biológico.

Texto: José Luis Gómez, periodista colaborador.
Fotos: CEAM UACh.

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