Agua: entre tragedia y desastres


Por Director

24/07/2007

Publicado en

Medios

0 0


En estas dos semanas recién pasadas la presencia del agua en los medios de comunicación ha estado marcada por el invierno, las repercusiones de desastres ambientales que han afectado a importantes cuerpos de agua, la problemática de la pesca y los deportes acuáticos, con sus logros y conflictos internos.


En el caso de la Región del Bío Bío los titulares se tiñeron del recuerdo de la desventura del pasado invierno: “A un año de la tragedia las heridas aún no cierran” (El Sur, 11/7) o “Recuerdan como se vivió la tragedia fluvial en Laja” (La Tribuna de los Ángeles, 11/7). Esto debido a que el 12 de julio del año 2006 fue el día en el cual amplias zonas de la región amanecieron inundadas producto de una lluvia que alcanzó los 112 milímetros en 24 horas. Sectores aledaños a los ríos Bío Bío, Laja, Andalién, entre otros, sufrieron graves inundaciones y lo más lamentable la muerte de 24 personas y 36 mil damnificados. Lo terrible es que, al parecer, no aprendimos la lección al leer en estos días titulares como “Vecinos de Collao protestan por el relleno ilegal en el río Andalién” (El Sur, 12/7) o “Historia anunciada: Y la inundación llegó a Parque Central (Tribuna del Bío Bío, 17/7). En otras palabras, a las condiciones propias del clima, se han sumado alteraciones del ambiente, que tornan más complicada la situación. Sin duda, el relleno de humedales, la pavimentación del suelo y la alteración de los cursos de agua están poniendo en jaque el equilibrio, lo cual nos está llevando a vivir situaciones cada vez más críticas.

Otro de los temas de la semana fue la complicada vinculación de la actividad forestal con los cuerpos de agua. Es así como importantes plantas de celulosa no pudieron olvidarse de los ríos cerca de los cuales están estratégicamente emplazadas, con el fin de nutrir sus procesos productivos. En ese sentido, mención especial merece la nota “Eurodiputados anuncian visita a Planta Licancel” (La Nación, 19/7), debido al desastre ambiental que afecta al Río Mataquito (VII región), producto de la liberación de residuos líquidos industriales altamente contaminantes, que han puesto en jaque la salud e las personas y han afectado incluso la actividad pesquera artesanal desarrollada en el sector de la desembocadura. En tanto en la Región del Bío Bío, también las plantas de celulosa estuvieron en la mira: “Ecologistas afirman que contaminación del Río Las Cruces de Laraquete es completamente real”. Pero esta situación tuvo cara y sello, tal como lo contrastan los titulares: “Normales son diversos parámetros analizados en agua de río Laraquete” (El Sur, 10/7) y “En Alemania descartan contaminación de celulosa” (El Sur, 18/7). No obstante lo cual los buzos y pescadores de la zona de Laraquete, Provincia de Arauco, iniciarán acciones legales para que se aclare por qué mueren las especies de su río y se determinen eventuales responsables. Otro punto negro fue la Planta Nueva Aldea, que tuvo “Detenida su producción de Celulosa” (La Discusión, 18/7), nota que además informa sobre “nauseas, mareos, malestar general y diversos síntomas (que) sintieron habitantes de Ránquil y Quillón debido a fuertes emanaciones procedentes desde la celulosa Nueva Aldea”.

Otro tema que toca muy de cerca al agua en su función económica y que estuvo en la agenda noticiosa de estos últimos días fue la pesca, con el rechazo de ASIPES al proyecto de dar cuota extra de jurel al norte y la posición contraria de los lancheros de que la pesca de investigación se use para frenar conflictos sociales o para privilegiar la extracción por parte de algunos favorecidos. A ello se sumaron los deportes acuáticos como el remo y la natación con la presencia de Chile en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, no exento de conflictos al interior de esta última delegación.

Finalmente es necesario mencionar algunos temas que quedaron relegados a una o dos notas, pero que encierran importantes problemáticas aún pendientes por resolver como: “Organizaciones ciudadanas exigen información sobre desastre ecológico en San Vicente” (La Tribuna del Bío Bío, 17/7), refiriéndose al derrame de petróleo que afectó a esta importante Bahía el pasado 25 de mayo y en que se acusa a ENAP, empresa estatal como responsable. Y para no quedar con un sabor amargo, se publicaron dos noticias esperanzadoras “Organizaciones chilenas protegen el Humedal Batuco” (La Tribuna del Bío Bío, 20/7) y “ONG ambientalista de Concepción presta importante apoyo a la educación marina en Chile” (La Tribuna del Bío Bío, 18/7). Esperemos, entonces, que el respeto por este recurso tan vital como es el agua, se instale pronto y definitivamente para cambiar la negativa tendencia que hasta ahora han tenido las noticias.

Helen Urra Parra

Periodista y Presidenta de Líderes sin Fronteras.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones