La también presidenta del Colegio de Periodistas

Javiera Olivares lanza su primer libro: «Guerrilla»

Guerrilla: Combatientes chilenos en Colombia, El Salvador y Nicaragua, es el nombre del primer libro de Javiera Olivares, presidenta del Colegio de Periodistas, que fue lanzado la tarde del 20 de abril, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos

Por Nicolás Massai

22/04/2017

Publicado en

Chile / Historia / Medios / Sociedad

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Guerrilla: Combatientes chilenos en Colombia, El Salvador y Nicaragua, es el nombre del primer libro de Javiera Olivares, presidenta del Colegio de Periodistas, que fue lanzado la tarde del 20 de abril, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

Con un auditorio al máximo de su capacidad y decenas de personas sin poder ingresar, se dio inicio al lanzamiento organizado por la Editorial Ceibo, con la actuación del músico chileno-francés Ismael Oddó Méndez, hijo de Willy Oddó, difunto ex-integrante de Quilapayún.

La audiencia, cautiva en las palabras de los expositores, fue dinámica y participativa en las exposiciones. Entre los presentes, se encontraban delegaciones de diversos países de América Latina, el Embajador de Cuba en Chile, Adolfo Curbelo Castellanos y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, además de familiares de los combatientes cuyas historias se relataron en el libro y una representación del Partido Comunista y de otros partidos de la Nueva Mayoría.

Realizando un análisis y dando contexto a las historias mencionadas en las páginas escritas por Olivares, comentaron el texto la abogada Carmen Hertz y el escritor, Mario Amorós.

«La memoria es frágil y a la gente se le olvida, al país se le olvida que la resistencia es la única razón porque pasamos a la democracia. No fue un dedo, no fue la buena campaña publicitaria del «No», fue por la resistencia. Como país necesitamos muchos libros como estos para ejercitar la memoria, para reconstruir la sociedad moralmente y que el «nunca más» no sea sólo una retórica», señaló Carmen Hertz.

Por su parte, el escritor Mario Amorós, se refirió a la contribución histórica de Guerrilla…, puntualizando que «con las herramientas del periodismo, Javiera recupera parte de la historia de Chile, de la historia de Colombia, El Salvador y Nicaragua. Es un libro que aporta justicia y añade gran información sobre cómo eran los jóvenes combatientes».

La historia de Guerrilla comienza antes de finalizar la dictadura militar instaurada en Chile, cuando decenas de jóvenes acudieron a las escuelas militares cubanas con el fin de aprender y prepararse para luchar contra tiranías y dictaduras militares de la región. Sin embargo, a fines de los 80’ el mundo comenzaría un cambio sin retorno y en Chile la política de rebelión popular perdió fuerza. Algunos de los combatientes volvieron, pero otros jamás lo hicieron.

Precisamente uno de estos jóvenes combatientes, Carlos, estuvo en la actividad y compartió emotivas palabras que provocaron una ovación espontánea de parte de toda la audiencia. «La invisibilidad de esta lucha es real y al fin, este libro muestra esas historias. Nuestras historias… La lucha armada en Chile en contra de la dictadura era sumamente necesaria, y Pinochet no se habría ido sin eso»,  comentó.

Según lo declara la autora, la intención de este libro es hacer un acto de justicia fundamentalmente, como poder visibilizar una parte de la historia militar de Chile  que está absolutamente invisible, y que está transformada en un espacio tabú. «Fue interesante poder indagar en historias de chilenos comunes y corrientes que, finalmente, tomaron una decisión que arriesgó sus vidas, pero que implicaba luchar por objetivos que hoy día son absolutamente válidos: justicia, igualdad, democracias profundas, fin de la opresión, que en ese momento se visibiliza de manera mucho más clara en dictaduras en toda América Latina», comentó Olivares.

Respecto de las historias narradas en el libro, puntualizó: «Por su puesto que las experiencias contadas son diversas, se distinguen si eran mujeres u hombres los protagonistas, se visibilizan situaciones de inequidad de género, entre las cosas que me tocó ver en las distintas historias. Pero también, pude ver cómo se enfrentó con entereza un mundo que estaba cambiando a fines de los 80 y que sin duda, cambió. Contar esta parte de la historia es una deuda que  no solo los periodistas y los historiadores, sino en general, es una deuda que el pueblo de Chile tiene consigo mismo».

«Espero que esto sea un aporte para abrir el debate y para desdramatizar el uso de la violencia como parte de una táctica frente a la opresión. Creo que eso ha sido parte de la historia fundante y de las raíces latinoamericanas, y no hay que hacerle el quite, sino, muy por el contrario, discutirlo», finalizó.

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