«Las declaraciones del presidente de Guyana son vomitivas (…) No podemos aceptar que se nos acuse de pueblo agresor, somos el pueblo de los libertadores», dijo Maduro, citado por TeleSur, durante una intervención ante la Asamblea Nacional venezolana.
Recientemente, Granger pidió a la Comunidad del Caribe (Caricom) que condene «en los términos más energéticos» los «opresivos y desagradables» reclamos territoriales de Caracas sobre aguas del océano Atlántico, el llamado Territorio del Esequibo. Además calificó la postura venezolana como una «carga insoportable para su país», debido a que Venezuela se ha convertido «en un mono en la espalda» de Guyana.
Maduro, por su parte, aseguró que detrás de estas decisiones están los intereses del Gobierno de EE.UU. y la compañía estadounidense Exxon Mobil, petrolera que explota recursos en la zona, pese a que está prohibido por tratarse de un territorio en disputa.
Asimismo denunció una operación política, que intenta promover el odio y la desconfianza «entre los venezolanos y los pueblos hermanos de Latinoamérica y el Caribe», para tratar de implantar conflictos, a través de temas como el diferendo del Esequibo.
El mandatario venezolano también anunció que ha llamado a consultas a su embajadora en Guyana, Reina Margarita Arratia, al tiempo que ordenó una «revisión integral» de las relaciones bilaterales.
«He decidido llamar a consultas a la embajadora de la República Bolivariana de Venezuela en Guyana, reducir el tamaño y el nivel de nuestra embajada en Guyana y he ordenado a la Cancillería una revisión integral de las relaciones con el Gobierno actual de Guyana», dijo Maduro.