No abras la puerta

“…En este país pacato[1], la niñitas cuicas[2]del barrio alto, se hacen abortos en las mejores clínicas haciéndolos pasar por apendicitis, mientras que otras se desangran bajo un puente”, así denuncia uno de los protagonistas de la teleserie chilena “No abras la puerta” que se emite por la televisión abierta, haciendo alusión a una joven en […]

Por CVN

25/11/2014

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“…En este país pacato[1], la niñitas cuicas[2]del barrio alto, se hacen abortos en las mejores clínicas haciéndolos pasar por apendicitis, mientras que otras se desangran bajo un puente”, así denuncia uno de los protagonistas de la teleserie chilena “No abras la puerta” que se emite por la televisión abierta, haciendo alusión a una joven en situación de calle, adicta al paco que es encontrada muerta, después de un fallido intento de aborto.

La mencionada teleserie cuenta entre sus personajes con: – una pareja de lesbianas que intentan ser madres, acudiendo en primer lugar a una clínica de fertilización que no pueden pagar, engañando luego a un partenaire hombre, que se niega a tener relaciones sexuales sin preservativo y finalmente pidiéndole a un amigo que les done su esperma. -Un par de mujeres golpeadas que no pueden separarse de sus parejas y que acuden a una terapeuta cognitivo conductual, que a su vez fue una mujer mal tratada por un perverso del cual aún no logra separarse totalmente. -Hombres golpeadores que asisten a una terapia de grupo que resulta totalmente inoperante. -Un hombre perverso que domina psicológicamente a su hermana psicótica, quien a su vez se hace cortes en brazos y piernas. -Un hombre de más de sesenta años que se enamora y embaraza a una chica más joven que su hija menor, angustiándose por su nueva paternidadpara la que no encuentra respuesta…

Esta teleserie que a su vez hace serie con la que le precedió, que exhibía una trama de corrupción enquistada en lo más alto del poder: una red de prostitución infantil, liderada por jueces e integrantes de la más alta sociedad y encubierta por personal de la policía, se constituyen en una suerte de denuncia de una realidad que a veces no termina de visibilizarse en Chile y cuyas consecuencias clínicas aún no llegan demasiado a los consultorios.

Neurosis, psicosis y perversión conviven en estos relatos,poniendo en la pantalla de la televisión su propia interpretación de la realidad,  exhibiendo a través de sus distintos personajes, los goces propios de la época que dancuenta de “la presencia cada vez mayor de la pulsión de muerte en la cultura”, como afirma Jacques Alain Miller en el teatro Sorano.

El psicoanálisis, a su vez, como partenaire de la actualidad, no puede ni debe dejar de hacer su propia lectura

Vemos así como los personajes de esta serie,tal como dice Ana Ruth Najles: “…en el tiempo de la pulverización de los ideales, es con el objeto a, es con ese goce, (que estos sujetos pueden) armar un lazo con el Otro a partir del cuerpo, cuerpo considerado no sólo en su vertiente imaginaria sino también real, ya que es el objeto a el que, desde el autismo del goce, nos conduce al parteneaire-síntoma”.[3]

Es entonces el propio psicoanálisis-en una época en que el padre ha mostrado su fracaso, en que ya no regula ni prohíbe, en que ya no es más ni brújula ni garantía  dando así lugar a la consecuente caída de los ideales, – el que tendrá que reinventarse cada vez para así enfrentar la clínica a la que darán lugar tanto la mayor presencia de la pulsión de muerte como esta nueva modalidad de lazo al Otro, dejando de añorar o buscar un padre donde ya no lo hay para poder, como dice Lacan, “unir su horizonte a la subjetividad de la época”

Notas

[1]En el lenguaje  popular se alude a lo prejuicioso de la sociedad

[2]Se dice de la gente de clase alta o media alta

[3]Najles A. (2007) Enlaces N 12. Buenos Aires: Grama

Silvia Macri es psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y directora del Centro de Estudios Psicoanaliticos de Santiago.

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