Aborda profesora del CIDE coexistencia de crimen y estado en libro

La violencia criminal está relacionada con la política electoral, pues a pesar de que los carteles de la droga y los grupos del crimen organizado son una especie de empresas privadas no son ajenas al poder, aseguró Sandra Ley, profesora e investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Añadió que para evitar este tipo de situaciones debe existir alternancia partidista en el poder, para que sus bases se resquebrajen, al cambiar a funcionarios clave en puestos de seguridad, directores y mandos policiales.

Durante la presentación del libro “Votos, drogas y violencia», evento organizado por el Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEE), la coautora del libro aseguró que es necesario entender que el crimen y el estado no son entes separados, sino que coexisten en un mismo espacio.

Detalló que el crimen organizado se forma a través de las alianzas “estratégicas” que se crean entre los diferentes niveles de gobierno y la delincuencia; sin embargo, resaltó que hay actividad delictiva que no pertenece a este grupo, así como actores del estado que no están coludidos.

“Porque para que el crimen organizado pueda existir necesita de redes de protección a través de las cuales, agentes del estado, agentes de inteligencia, agentes del orden y las mismas autoridades actúan con ellos para obtener información u operar con impunidad”

Comentó la experta en temas de violencia criminal y comportamiento político.

Afirmó que el crimen organizado tiene una lógica local, por lo que les interesa incidir en los procesos a presidencias municipales o candidaturas a diputaciones locales, para conseguir la protección que necesitan por parte de las autoridades.

Entre los estados con más ataques reportados entre 2007 y 2012 se encuentran Michoacán, Guerrero, Nuevo León, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Durango y Baja California.

Alternancia en el poder, un arma de doble filo

Sandra Ley dijo que de acuerdo con la investigación que sustenta una parte del libro, la alternancia partidista en el poder es uno de los mecanismos para derribar la negociación de las redes de protección del crimen organizado.

Señaló que las tasas de homicidios asociadas con el crimen organizado aumentaron considerablemente entre 2007 y 2012, durante la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, por la militarización que existió en ese período.

Sin embargo, lamentó que estos cambios pueden ser contraproducentes y desatar olas de violencia en el país, como ocurrió después de la década de los noventa y posteriormente en el 2006, cuando la violencia entre cárteles se desató al verse debilitados por la pérdida de sus pactos.

Resaltó que entre 1995 y 2012, que es el periodo de estudio del libro, se reportaron más de 350 ataques contra autoridades y candidatos; además, se identificaron a partir del 2006 y se repite cada ciclo electoral local.

No obstante, “posterior al 2012 hay mayores niveles de violencia en elecciones recientes que van desde las amenazas y extorsiones hasta el secuestro y los asesinatos”.

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Foto: Agencia Enfoque

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