De la 31 Poniente al Zócalo capitalino

Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven; realizan la XI Marcha de las Putas en Puebla

Ni la lluvia pudo detener el andar de quienes decidieron alzar la voz por sus derechos

Por Anaid Piñas

17/10/2021

Publicado en

Género / México / Portada / Puebla

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Aún no daban las 12:00, pero ya había al menos unas 100 mujeres reunidas en las inmediaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde los policías resguardaban la entrada y varios curiosos se daban el lujo de grabar con sus celulares las primeras formaciones dentro del contingente que avanzaría hacía el Zócalo de Puebla.

Los minutos pasaron y las participantes seguían llegando: adolescentes, jóvenes, adultas; la edad no fue un limitante para alzar la voz, y exigir justicia y tranquilidad para salir a las calles del estado sin tener que pensar si volverían a casa. Mucho menos lo fue la orientación sexual, pues había lesbofeministas y representantes de la comunidad trans.

Una vez que el contingente estuvo listo, luego de que las dirigentes de la Asociación Civil «El Taller» diera indicaciones de seguridad, la undécimo edición de la llamada “Marcha de las Putas” comenzó a avanzar sobre la 31 Poniente, entre cánticos, música de tambores, porras y consignas tales como:

  • “Porque vivas, vivas estamos, ¡vivas las queremos!”
  • “¡No es no! ¡Ya te dije que no! Mi cuerpo es mío, mío, mío”
  • “Ahora que estamos juntas, ahora que si nos ven, ¡abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer!”.

“La Santa Vulva” lució en el recorrido

En mitad de la formación, una imagen similar a la Virgen María se llevaba las miradas de las personas que las veían pasar: “La Santa Vulva”, imagen que se veía más luminosa con las gotas de lluvia que comenzaron a caer y el aroma a tierra mojada que amenizaba su caminar.

Cuando llegaron a la 16 de Septiembre los curiosos se asombran al escuchar el nombre del movimiento, “¿de las qué?”, cuestionaban una y otra vez, como si sus oídos les jugaran una mala broma, como si no supieran que el nombre es justamente para cambiar el concepto que se tiene en la sociedad al escuchar el término “puta”.

Las mujeres siguieron con su algarabía, saltando la cuerda, bailando y dejando que la responsabilidad del uso de cubrebocas, y la reciente vacunación antiCovid-19, las dejara abrazarse, cantar y compartir por unos instantes ese dolor que conocen muy bien, producto del acoso, la humillación, los episodios de violencia familiar e inclusive por no saber qué fue de sus desaparecidas; a todas aquellas que han sido asesinadas y sólo han recibido carpetazos por parte de las autoridades.

Ni la lluvia pudo detener el andar de quienes decidieron alzar la voz por sus derechos, no importando que el agua mojara sus pancartas, sus banderas, sus mensajes de libertad, justicia, paz y hartazgo que evidenciaban la situación actual de la capital. Algunas tenían consignas escritas en sus torsos desnudos, otras gritaban a todo pulmón llamando a las mujeres a sumarse a esta lucha, que no sólo es de ellas, es de todas, es por todas.

Llegada a los alrededores de La Catedral

Cerca de La Catedral, varios se sumaron en apoyo del contingente mediante gritos y aplausos, otros más hacían gestos de desagrado o de náuseas mientras fingían arcadas, como si quisieran obviar que justo esas actitudes y las miradas de los hombres que con lascivia o relamiéndose los labios las veían pasar, son las que más asco dan, las que lamentablemente se han normalizado.

“¿Para qué hacen estas cosas?“, inquieren en voz baja, entre sus grupos de amigos “que se tapen y así nos las vemos”, reclamaban otros a las mujeres que los acompañaban y les pedían no verlas de esa forma, como objetos, con deseo, de esa forma que las tiene en la calle pidiendo por una tranquilidad que no conocerán hasta que ellos cambien, hasta que los agresores sean castigados, hasta que la justicia y las instituciones gubernamentales reconozca que no están haciendo nada para protegerlas.

Frente a Palacio Municipal, ante la nueva administración

Rumbo a la recta final de su marcha, se instalaron justo frente a Palacio Municipal, para hacer su pronunciamiento y llamar a las autoridades a actuar en favor de las mujeres.  Le advirtieron al nuevo edil, Eduardo Rivera Pérez, que aunque los temas que ellas representan no están en su agenda, seguirán unidas y listas para resistir.

Lamentaron que el Congreso Local, así como el gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, tampoco hayan hecho algo al respecto durante su gestión. También expusieron diferentes casos de violencia y omisiones por parte de las autoridades, para que los testigos conocieran un poco más de su lucha y petición de respeto.

“¡Bienvenidas! Muchas gracias a todas, a todes los que hoy nos acompañan en esta onceava edición de La Marcha de las Putas Puebla. Una vez más nos encontramos en esta manifestación mujeres diversas, bisexuales, lesbianas, mujeres trans, personas no binarias, indígenas, afrodescendientes, discapacitadas, madres que acompañan a sus hijas, hermanas, amigas, familias de víctimas de violencia machistas«

«¡Somos la puta resistencia! Nuestro recorrido inició frente a la FGE, institución que reproduce la violencia que enfrentamos las mujeres en Puebla al deslegitimar las denuncias, a maltratar a las víctimas y acumular carpetas de investigación»

Contingente

La formación se rompió entre bailes, aplausos, juegos, abrazos y el grito unísono del “Porque vivas, vivas estamos, ¡vivas las queremos!”.

Fotos: Humberto Aguirre/El Ciudadano

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