Ayuntamiento niega sobrecosto, de hasta 4 mdp, para remodelación del mercado Amalucan

A través de un oficio, la UPVA calculó que la obra costaría 8 millones 220 mil pesos, y cuestionaron el presupuesto de Rivera de 14 mdp

Por David Celestino

05/07/2022

Publicado en

México / Noticias de Economía en la Ciudad de Puebla / Portada / Puebla

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El Ayuntamiento de Puebla negó las acusaciones de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) «28 de Octubre»; que la remodelación del mercado Amalucan tendría un sobrecosto de hasta 4 millones 580 mil pesos.

La organización aseguró que, según sus estimaciones, la obra podría realizarse con 8 millones 220 mil pesos, por lo que cuestionaron el presupuesto de 14 millones destinado por el gobierno del alcalde Eduardo Rivera Pérez.

En un oficio remitido al presidente municipal, la UPVA acusó que los trabajos de electrificación usarían cables de un calibre no recomendado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) e incluso material usado.

Aseguró que construir 274 «bajadas» de electricidad costaría 30 mil pesos cada una, además de que el 60 por ciento de los insumos serían reutilizados, por lo que habría presunto «robo de recursos».

Por lo anterior, la «28 de Octubre» mantiene su inconformidad con la remodelación del mercado Amalucan y no firmará para avalar el inicio de los trabajos, remarcó en su escrito.

Comuna «comparó» precios

El secretario de Infraestructura, Edgar Vélez Tirado, aseguró que hubo comparación de precios por parte de la Subcontraloría de Obra y con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

En entrevista este martes, el funcionario municipal negó el sobrecosto, al señalar que «no es lo mismo ir a una ferretería» a realizar una cotización de precios unitarios, como realiza el Ayuntamiento para la implementación de obras.

Reconoció diferencia en los precios, sin embargo, remarcó que son los costos «que se manejan en el mercado».

Vélez Tirado refirió que desde 2021 hay un conflicto interno en el mercado, pues en enero de ese año la Federación planteó la demolición y reconstrucción del recinto, lo cual dividió a los locatarios y derivó en protestas y cancelación de la obra, por un amparo en contra.