Jacob Krese y Danilo Do Carmo, los autores

El drama entre fronteras “Lo que queda en el camino”

El documental retrata la historia de vida de las familias de migrantes centroamericanos en ruta hacia Estados Unidos

Lo que queda en el camino

POR COLUMBRA VERTIZ/ EL CIUDADANO/ APRO

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– La guatemalteca embarazada y con sus cuatro hijos menores Lilian Florinda Hernández López, de 29 años, se integró en enero de 2019 a una caravana de migrantes de Centro y Sudamérica hacia México para llegar a Estados Unidos. Huía del maltrato de su esposo.

La travesía de dos meses y medio, entre caminatas y en tráileres con toda la gente, acampando a veces, descansando a ratos, y a medio comer, fue registrada por dos cineastas, el alemán Jacob Krese y el brasileño Danilo do Carmo, quienes titularon su documental de 93 minutos «Lo que queda en el camino».

Es el que acaba de estrenarse en competencia para la sección Largometraje Mexicano de la 24 edición híbrida del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), que inició el 17 de este mes en San Miguel de Allende, pasó por León y finaliza este 26 en Irapuato.

Krese indica por teléfono, en español, que espera que con este trabajo (Alemania-Brasil-México, 2021) “se conozcan la vida de esta persona y sus infantes, el movimiento de los migrantes y que no se les vea como invasores”. Es directo y firme:

“Ojalá se pueda sensibilizar a la gente para con este problema y luchar contra la xenofobia y el racismo, justo en este momento que aumentaron las caravanas para cruzar por México hacia Estados Unidos. Los albergues en México se encuentran saturados por migrantes centroamericanos y sudamericanos, especialmente por haitianos; hay muchas deportaciones y están cerradas las fronteras.”

La violencia empuja al éxodo

El largometraje inicia con este mensaje:

“Centroamérica padece uno de los índices de delincuencia, corrupción y violencia más altos del mundo. Una realidad que obliga a miles de personas a abandonar sus hogares y migrar.

“En la última década las personas migrantes comenzaron a organizar caravanas con el objetivo de llegar unidas a la frontera de Estados Unidos. Para muchas mujeres estas caravanas son su mejor opción para salvarse del abuso, la trata o la muerte.”

Krese (1984) creció entre la ex Yugoslavia y Alemania. Durante varios años trabajó para diversas ONG de derechos humanos en Centroamérica. Estudió cinematografía y dirección en la Filmuniversity Konrad Wolf de Berlín, la Universidad de Bellas Artes de La Habana, Cuba, y la Academia de Artes Escénicas de Sarajevo. Es también productor y director de fotografía de documentales. Sabía de las caravanas y deseaba grabarlas, dice, por lo que llamó a su amigo Do Carmo, con quien estudió cine en Alemania, y se fueron a la frontera mexicana de Tijuana en diciembre de 2018, donde conocieron al activista Irving Mondragón, organizador de la comunidad LGBTQ+, quien los ayudó a comprender la realidad de esos migrantes.

Así, cuando supieron que habría una caravana en enero siguiente, Mondragón los invitó a ir:

“Ya estábamos sin dinero, pero aceptamos, lo mismo el director de fotografía Arne Buettner. Y en la frontera entre Guatemala y México conocimos a Lilian, quien estaba viajando con sus cuatro hijos: Sergio Rigoberto, Blanca Lilian, Víctor Noé y Analí Floridalma. Y de alguna manera la cámara se movió muy naturalmente hacia ellos, especialmente con los niños, quienes le dieron una perspectiva muy importante a todo ese viaje en dos meses y medio, para buscar una vida mejor.”

Mondragón (Ciudad de México, 1987), también documentalista (y que aparece a cuadro en «Lo que queda en el camino» al ayudar en Tijuana a Lilian y a sus hijos en el albergue Casa de Luz, del cual es fundador y director), expresa vía telefónica:

“Cuando inició el movimiento de las caravanas era sólo yo con mi cámara, pero me di cuenta de lo grande que era todo este conflicto, y se necesitaba un equipo para poder filmar: imagen, sonido, producción, acompañar a la gente, apoyarlos, atender sus necesidades, etcétera. Cuando se acercaron los cineastas y me dijeron que eran un equipo serio, los animé a filmar.

“No fue de inmediato que confiara en ellos, porque tenía mucha reticencia, ya que conocí a muchos periodistas, fotógrafos y gente de televisión que llegaban y en un día realizaban todo y lo hacían público. La inmediatez es un conflicto porque no analizan, no hay cuidado o respeto con las vidas y testimonios de las personas, lo cual es contraproducente cuando están peleando por sus casos. Hay que ver el odio que se ha desatado contra los migrantes y la situación actual. Todo se complicó con el presidente anterior de Estados Unidos, Donald Trump, quien creaba polémica y odio, y el migrante continúa sufriendo todo eso. Este tipo de proyectos pueden ser los pilares para lograr cambios y poner a debate estos temas.”

Una conexión natural

Krese, quien en 2019 cofundó la productora independiente Majmun Films con sede en Berlín, tiene en su haber las cintas «No end» (2020) y «La espera y Balconia» (2021). Se le pregunta cómo convencieron a Lilian para que fuera la protagonista del documental:

“Lilian es una persona que al inicio se encontraba muy cerrada, lo cual también fue muy interesante, porque poco a poco ella también direccionó de alguna manera la película al decidir en qué momento hablaría. Se hallaba descansando con una amiga y estábamos filmando. Ella empezó a narrar algo de su pasado y de esa manera poco a poco obtuvo confianza para dialogar sobre sí misma. Además, fue surgiendo una amistad fuerte con los niños. Unos días después le dijimos: ‘Bueno Lilian, parece que vamos a seguir filmando, ¿qué te parece?’. Estaba contenta, le gustó y había como mucho apoyo mutuo.”

Así viajaron con ella esos dos meses y medio:

“Pensábamos que sólo serían cuatro semanas… abarcó enero, febrero, marzo y abril, porque a lo largo del camino el gobierno y la policía federal pusieron más y más trabas. Especialmente en el estado de Guanajuato. Estábamos atrapados en lugares sin comida y sin agua. Siete meses después volvimos a la Casa de Luz a ver a Lilian, quien ya estaba a punto de parir, para registrar la situación en la que vivía. Estaba muy bien. Obviamente la vida sigue con sus complicaciones, pero nosotros decidimos que ese fuera el final.”

La semana pasada Do Carmo viajó a Tijuana y pudo enseñar a Lilian el documental, y se mostró muy contenta.

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