¿El fin del terrorismo?

@onelortiz

Veinte años no es nada, dice el tango de Carlos Gardel, pero son toda una vida, más cuando son años de guerra y ocupación. Al cumplirse 20 años de los atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono, Estados Unidos retiró sus tropas de Afganistán. Regresaron los talibanes al poder en el territorio que ha sido manzana de la discordia desde el inicio de la Humanidad e inició un éxodo de familias en busca de refugio y protección. ¿Qué cambiará a partir del retiro estadunidense de Afganistán? ¿Es el fin del terrorismo? ¿Cómo cambian las coordenadas de la geopolítica internacional?

El 11 de septiembre de 2001, cuando a través de la televisión vimos arder y después, desplomarse las Torres Gemelas, no comprendíamos la magnitud de los cambios, pero sí, que ese día marcaba un antes y un después. La historia no se mide exactamente por fechas cronológicas, sino por hechos. El 11 de septiembre, en realidad  inició el Siglo XXI. Comenzó la cacería de Osama Bin Laden, la invasión de Afganistán y los terribles centros de detención en Guantánamo. 

Cada avión se convirtió en una probable arma de destrucción y cada pasajero, en un potencial terrorista. El gran negocio de la guerra volvió a encender la maquinaria, grandes ganancias para la industria de las armas; cambió la política migratoria, los protocolos de seguridad  y se atizaron los deseos de las potencias por controlar esos territorios. 

México fue una víctima más de esos atentados. El acuerdo migratorio, la “quesadilla completa” se canceló. Recuérdese que el entonces Presidente Vicente Fox y su canciller Jorge G. Castañeda consideraban que dicho acuerdo sería uno de los logros más destacados del candidato que derrotó al PRI por primera vez. Ante el posible paso de terroristas a Estados Unidos a través de México, George Bush cerró y selló la frontera, lo que catapultó el tráfico de migrantes. Los “polleros” que por décadas pasaban a indocumentados al llegar a las ciudades fronterizas, cedieron su lugar o fueron absorbidos por cárteles de narcotraficantes y otros grupos de la delincuencia organizada que se quedaron con el rentable negocio del tráfico de personas.

El contrabando de drogas cambio. Los talibanes eran uno de los mayores productores y proveedores de opio del mundo. Los carteles mexicanos aprovecharon el vacío talibán para quedarse con ese mercado y ampliar su zona de influencia. Con mayores restricciones en la frontera, el tráfico de drogas se complejizó. Incrementaron el mercado interno mexicano de drogas; las formas de traficar se sofisticaron. En la terrible guerra contra el narco de 2006 a 2012, sobrevivieron  los más fuertes, los de mayores recursos económicos, los más violentos y los que se infiltraron en el gobierno.

Afganistán sigue siendo un punto clave. China, Rusia y Estados Unidos comienzan a esbozar una nueva relación con los talibanes. En 20 años, las formas de terrorismo se ampliaron de la mano de los avances tecnológicos y el Internet. El terrorismo nunca terminará. Ahora se necesita de una inteligencia más amplia, oportuna, eficaz y diría humana, en contra del terrorismo. Eso pienso yo, ¿usted que opina?

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