Federico García Lorca perteneció a la “Generación del 27”,

El gitano andaluz

Los temas del amor imposible y la relación entre iguales fueron para el poeta fundamentales en su escritura

Por El Ciudadano México

11/09/2021

Publicado en

Artes / Cultura / Letras / México / Portada / Puebla

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Por Flor Coca Santillana

Eran los años finales del siglo XIX, cuando nace en un lugar llamado Fuente Vaqueros, que es parte de la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. Su madre, que era maestra, enseña a su hijo a amar la literatura. Decide, Federico García Lorca, estudiar Filosofía y letras y derecho, era el año 1914. En la universidad, fue su maestro Martín Domínguez Berrueta, quien fue también un destacado periodista además de educador y director del periódico El Lábaro.  Con él, un grupo de jóvenes hace un viaje por diferentes provincias españolas, lo que daría como resultado el primer libro de Lorca “Impresiones y paisajes”.

La ilusión de Federico era estudiar en Madrid, y vivir en la residencia de estudiantes, a la que llegó en 1919. Ya en Madrid, conoce a algunos de los artistas e intelectuales más importantes de España, como Luis Buñuel, Salvador Dalí y el poeta Rafael Alberti, entre otros.  Con Dalí conservaría una estrecha amistad, que, en algún momento, sobre todo en el verano de 1927, cuando Lorca pasa un tiempo en la residencia de Dalí en Cadaqués, se habló de amor. Imposible o no, como dicen los biógrafos. Lo cierto es que ambos exploraron creativamente con la poesía y la pintura, es así que años después Lorca presentaría una exposición de sus dibujos, alentado por Salvador Dalí. El libro: Querido Salvador, Querido Lorquito. Epistolario 1925-1936, recoge las cartas y postales que se envían los artistas durante su apasionada amistad.

Su primera obra teatral, El maleficio de la mariposa, que originalmente es escrita para ser representada por títeres, resultó un fracaso para el artista, al ser estrenada, con actores. Sin embargo, dejará ver que los temas del amor imposible y la relación entre iguales serán para el poeta fundamentales en su escritura.  

Después de estar en Madrid 2 años, regresa a Granada y ahí se hace amigo del gran músico Manuel de Falla, para juntos llevar a cabo varios proyectos musico teatrales. Es en esa estancia que escribe Lorca su Poema del cante jondo. Y trata de plasmar en él, la esencia trágica andaluza. “somos un pueblo triste, un pueblo estático”, dijo el poeta. La muerte, el dolor, la pena serán la parte central del libro.

“Por las callejas, hombres esbozados y en las torres veletas girando, eternamente girando. ¡Oh pueblo perdido en la Andalucía del llanto!, fragmento del poema Pueblo”.

Federico García Lorca perteneció a la llamada “Generación del 27”, un grupo de escritores y poetas españoles que se reúnen para conmemorar 300 años de la muerte de Luís de Góngora, uno de los representantes más importantes del llamado siglo de oro español. Participan en el Ateneo de Sevilla, además de Federico García Lorca, Vicente Alexaindre, Manuel Altolaguirre, Luís Cernuda, Rafael Alberti, entre otros.  Y ese año, fue justamente para García Lorca un año de grandes contrastes, era ya un escritor que estaba triunfando en el mundo, por el otro, un año de dolor ya que terminó una relación amorosa que había iniciado en 1925 con el escultor Emilio Aladrén.

A pesar de que su primera obra de teatro, el Maleficio de la mariposa, no tiene el éxito deseado, Lorca sigue escribiendo teatro, de 1922 hasta 1936, logrando obras magistrales como: Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba; la última obra que escribió.

Al mismo tiempo, la poesía sigue siendo imprescindible para el autor.  En 1928, verá la luz el Romancero gitano, otra obra poética que tiene dos motivos: Andalucía y los gitanos.

En 1929, el poeta y escritor, decide hacer un viaje a Nueva York, para olvidarse de su relación malograda. Conoce la ciudad y afirma que, estar en ella, era: “una de las experiencias más útiles de mi vida”.  García Lorca queda dolorosamente asombrado del trato que se da a los negros en Estados Unidos. Fruto de esta experiencia es “Poeta en Nueva York”, en este trabajo busca expresar la esclavitud de la que es testigo.  Después de visitar la Habana, regresa a Madrid en 1930.  Al año siguiente y junto con el escritor Eduardo Ugarte, crean la compañía de teatro universitario La Barraca, que representa obras del teatro clásico español y con ellas recorrió ciudades y pueblos españoles, con la ayuda de Fernando de los Ríos que desde el Ministerio de Educación apoyó el proyecto de los escritores.

Sus obras comienzan a presentarse en teatros de Argentina, de España, el poeta viaja dando conferencias y visita Uruguay y Argentina. Es ahí en dónde conoce a Pablo Neruda, Juana de Ibarbourou y Salvador Novo. El poeta mexicano Novo, es el prologuista de dos volúmenes en la colección de “Sepan cuántos” del Fondo de cultura, dice “ a los 39 años de aquel fugaz encuentro con la persona cuyo genio, gracia, voz, ha permanecido, a la vez congelada y viva, inmóvil y dinámica, en mi recuerdo; sin posibilidad de cotejarla con la que en el curso de los años habría deteriorado su irremediable decadencia, de haber sobrevivido al vendaval que -fruto en madurez- lo desprendió del árbol”.

Ya en 1935, se vislumbran los primeros tambores de guerra. La ultraderecha declara su enemigo al artista, quien es señalado por su homosexualidad y su amistad con quienes defienden la democracia y la libertad, como su amigo Fernando de los Ríos, quien era buscado por los jefes militares.

Detenido el 16 de agosto de 1936, el poeta granadino es fusilado la madrugada del 18 de agosto, junto a un olivo en la carretera entre los pueblos de Viznar y Alfacar, a más o menos 9 kilómetros de la ciudad de Granada.  

Asesinaron al poeta, al dramaturgo, no su voz, no su escritura. Esa sigue viva y seguirá, mientras se hable de poesía, mientras exista el teatro. En este mes de agosto, se cumplen 85 años de aquel aciago día de 1936.

ALMA AUSENTE

Fragmento

No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.

No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.

No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.

No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.

Verano de 2021

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