En atención a la transferencia irregular de más de 14, 000 millones de pesos del fideicomiso

Fundación Mary Street Jenkins sufre embargo de 720 millones de dólares

La Fundación emitió ayer una declaración; sin embargo, los miembros imputados de la familia se encuentran prófugos en Los Ángeles, California

Triángulo de las Ánimas, foto por siespinosa.mx

Durante la gubernatura de Rafael Moreno Valle, hubo hechos muy graves en el manejo de la Fundación Mary Street Jenkins y la enorme mayoría de su capital fue transferida a otros lugares y otras organizaciones, lo que dio pie a un gran litigio; así lo refirió en conferencia matutina de prensa el gobernador constitucional del estado de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.

También aclaró que el dinero de la fundación Jenkins no es de los Jenkins, sino de la Fundación Jenkins y por lo tanto debe regresar a Puebla. Además, señaló que el gobierno de Puebla está obligado a detectar ese tipo de irregularidades mediante organismos de vigilancia de fundaciones de beneficencia, medida que no se observó durante la administración morenovallista con cuya complacencia presuntamente se efectuaron los desfalcos.

“Cuidado, porque hay muchas responsabilidades de muchas personas en este tema, de mucho dinero”, advirtió el mandatario.

Fundación Jenkins: un emporio filantrópico

Con la Universidad de las Américas como la joya de la corona, la Fundación Jenkins ha sido durante décadas la principal institución privada dedicada a la beneficencia en Puebla. Fue fundada por el misterioso archimillonario Guillermo Óscar Jenkins, un ciudadano de Tennesseee llegado a México en 1901 y cuya meteórica forma de enriquecimiento continúa sometida a debate.

De acuerdo al historiador Andrew Paxman, autor de la investigación “En busca del Señor Jenkins”, el personaje referido habría sido un gran especulador de divisa, prestamista predatorio y fundador de grandes haciendas, así como gestor de ingenios azucareros durante la Revolución Mexicana.

Por otro lado, su influencia política fue tan notable que se le recuerda como propiciador del ascenso del militar Manuel Ávila Camacho a la presidencia de la República Mexicana. Además, fue un agente importante en las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, al grado de que un supuesto secuestro del magnate estuvo a punto de provocar una intervención estadounidense en suelo mexicano.

Sus instituciones educativas Universidad de las Américas Puebla y Colegio Americano de Puebla –donde fue alumno y docente quien esto escribe- han sido importantes plataformas de inoculación de las sucesivas agendas ideológicas estadounidenses, tales como el globalismo y la multiculturalidad, aunque también el asistencialismo. En estos valores se ha formado a un sector significativo de las clases dominantes angelopolitanas.

Convertido en filántropo en la última etapa de su vida, Guillermo Óscar Jenkins emprendió la fundación de diversos proyectos de interés social. Para ello, la Fundación Mary Street Jenkins fue constituida en 1954. A favor de esta asociación testó la totalidad de su fortuna en 1963.

Entre las organizaciones que la Fundación gestiona se encuentran el Colegio Americano, la Capilla del Arte así como diversos sanatorios, mercados populares y clubes deportivos. La cantidad de proyectos que gestiona se acerca al centenar. La fundación cuenta con más de seis décadas de existencia.

El desfalco

El 18 de marzo del año en curso, el juzgado Sexagésimo de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México ordenó un embargo a las propiedades de la familia Jenkins por un monto de 720 millones de dólares, para asegurar una compensación por el desfalco cometido contra las arcas de la fundación por parte de los herederos Jenkins.

Este desfalco se hizo presuntamente con el auxilio de tres abogados: Alejandro González Muñoz, Virgilio Rincón Salas y Carlos Román Hernández, quienes realizaron las diligencias correspondientes para transferir los caudales a una asociación en Jalisco y de ahí a Barbados. Mucha de esta información la hizo pública Guillermo Jenkins de Landa (nieto de don Guillermo Óscar y el más comprometido de la familia con la voluntad de su abuelo), quien fue el primero en denunciar ante la ley a su propia madre, Eloísa Sofía de Landa Jenkins, y a sus hermanos, por malversar los recursos de la fundación.

Como resultado de dicha denuncia, trascendió que un juez de Almoloya giró órdenes de aprehensión contra diversos miembros de la familia Jenkins, quienes a decir de Guillermo Jenkins de Landa se encuentran prófugos en Los Ángeles, California.  

El pasado 5 de marzo, Eloísa Sofía de Landa Jenkins emitió un comunicado a la opinión pública en la que tildaba a su hijo de “ser despreciable” que “por desgracia” llevaba sus apellidos.

Declaración de la fundación

Ayer 18 de mayo de 2021, la Fundación Mary Street Jenkins emitió desde Zapopan, Jalisco, el comunicado “ES NULO, SUPUESTO EMBARGO CONTRA LA FUNDACIÓN MARY STREET JENKINS”, donde se asienta que el Juzgado Sexagésimo “carece de competencia para conocer del asunto, dado que la Fundación tiene su domicilio en el estado de Jalisco y, como consecuencia, todas sus actuaciones están(sic) afectadas de nulidad, como ha quedado debidamente acreditado en el Juzgado Sexagésimo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la capital”.

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