La gordofobia afecta los derechos y la salud de las personas con sobrepeso

Hasta hace algunos años, ser gordito (a) en México significaba estar rebosante de salud. No había imagen más llenadora que la de un cachetoncito, ni mejor símbolo de plenitud que la de haber “embarnecido”.

Aunque a los y las gorditos y gorditas se les marginaba, siempre había algo de bueno en ellos, por eso siempre se les aludió en diminutivo.

Pero con el auge de las encuestas nacionales se prendieron las alertas. Enfermedades como la diabetes mellitus y la hipertensión y algunos males cardiacos avanzaban a grandes pasos entre la población excedida de peso.

El cariñativo gorditos comenzó a perder popularidad y con el afianzamiento de la delgadez como paradigma de salud y belleza, los excedidos de peso cayeron en desgracia, pues ahora son solamente gordos –a secas – y no caben en ningún lado, son víctimas de exclusión.

A todo eso se le llama hoy “gordofobia” que es “la discriminación que viven las personas gordas por el hecho de serlo”, según la definición del Consejo para prevenir la discriminación en la Ciudad de México (COPRED).

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) en su última edición, de 2017, el 20.2% de la población de 18 años o más declaró haber sido discriminada por su forma de vestir o por su arreglo personal, pero también por su peso o por su estatura.

Entre los efectos de la gordofobia se identifican los siguientes: limitación en el acceso a derechos, daños a la salud mental, discriminación en todos los espacios, rechazo social y desórdenes alimenticios como la anorexia, la bulimia y el «trastorno por atracón».

Además, el COPRED advierte que los alcances de la gordofobia no son los mismos para ambos géneros, pues detectó que de cada 10 casos de personas con anorexia y bulimia, nueve son mujeres.

Aunque el gobierno comenzó a regular los alimentos con exceso de azúcares y desarrolló campañas contra la obesidad y las clases de zumba, México es el sexto país con más adultos mayores de 20 años que viven con obesidad y el que tiene el porcentaje más alto de pérdida del Producto Interno Bruto (PIB), (5.3%), debido a la obesidad, según el Atlas Mundial de Obesidad.

De acuerdo con la misma fuente, en las últimas dos décadas, el país ha experimentado un rápido aumento en la obesidad adulta, que puede explicarse parcialmente por el crecimiento exponencial de la prevalencia de obesidad infantil.

Si las tendencias actuales continúan, se espera que para 2030 el 42,9% de los mexicanos de 5 a 19 años en México vivirá con obesidad.

Foto: Archivo El Ciudadano

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