“Quiero ser una mujer feliz, una mujer libre y sobretodo que esté bien con los demás”

Leonora Manzano, relatoría de una entrevista a una mujer trans

Para cerrar el ciclo de notas, artículos, crónicas y más, El Ciudadano presenta una relatoría con Leonora Manzano, una mujer trans

Por Gabriel Díaz

03/07/2021

Publicado en

Especiales / México / Portada / Puebla

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Infancias trans en Puebla

Para cerrar con el mes del orgullo y la diversidad sexual y de género, El Ciudadano entrevistó a Leonora Manzano, una mujer trans de 18 años, originaria de Puebla y a su madre, la señora Nayeli Manzano.

Lola, como le dice su mamá, es un caso de las llamadas infancias trans, es decir, personas que deciden transicionar antes de la mayoría legal de edad, y que por omisión legislativa, siguen fuera del marco legal reconocido para poder modificar su identidad legal:

Nayeli Manzano Quiñones, mamá de Leonora

«Soy la señora Nayeli Manzano Quiñones. Me encanta que estén aquí y que estén tratando estos temas; yo también me considero nueva en esta cuestión. Fue con ella cuando empecé a aprender e investigar estos temas. Era algo que veía lejos de mi vida, era algo a lo que no le tomaba interés porque simplemente pensé que en mi vida no pasaba, y cuando me di cuenta que esto estaba sucediendo, fuimos aprendiendo juntas, y mucha de la información es ella quien me la ha dado.

«Me he dedicado ahora a investigar, a leer y a saber qué hacer, porque nos agarra de sorpresa. Yo simplemente pensaba que ella tenía una orientación homosexual, hasta ahí, pero cuando empezó a decirme ‘soy una persona transgénero’ te das cuenta de que no sabes mucho.

«Un primer paso para que una persona trans sea feliz, es que, primero se acepte; segunda, que su familia lo acepte y, tercera, que su círculo y la sociedad lo acepte. Otra cosa muy importante es el respeto, la tolerancia a personas trans, porque falta mucho por hacer, saber e investigar».

Leonora Manzano

«Yo soy Leonora Manzano. Durante mis primeros años, hasta la pubertad, no le daba mucha importancia porque no veía muchos cambios, o en mi entorno no me decían ‘tienes que ser así’.

«Lo notaba un poquito porque me llevaba mucho mejor con las mujeres, desde siempre, y en la pubertad no fue diferente. Recuerdo que tenía ciertos choques con lo que me estaba pasando, en ese momento no sabía explicarlo pero tenía cierta envidia a mis compañeras porque yo las veía y decía ‘porque no puedo estar conforme con los cambios que estoy teniendo si mis compañeros lo están viviendo igual que yo’. Eso fue el inicio.

«No le empecé a tomar tanta importancia como hasta segundo de prepa. Durante toda mi secundaria era muy cohibida y no hablaba con nadie, tenía depresión en ese tiempo. Mi mamá pensaba que era autista porque de plano no me expresaba. En primero de prepa conocí un entorno diferente e hice amigas para toda la vida.

«No lo había platicado con nadie pero en segundo (de prepa) conocí en internet a una muchacha que se llama Renata que también es trans, yo la vi y dije ‘qué está pasando aquí’. Le mandé un mensaje y me empezó a resolver mis dudas, qué debería plantearme para darme cuenta de ciertas cosas.

«Recuerdo que me puse a llorar, pero un llorar bonito porque sentí que saqué tanto estrés que había guardado por tanto tiempo. Yo sabía qué tenía y sabía que no era una enfermedad ni nada malo. Fue muy liberador en ese momento.

«Después de eso dije ‘ya sé qué tengo’, y faltaba expresárselo a mi mamá, que era lo más importante, tener el apoyo de mi mamá. Creo que es lo mejor que puedes tener. La sociedad te vale si tu mamá está contigo.

«Recuerdo que era una tarde de otoño. Fue a principios del ciclo escolar de segundo de prepa. Estábamos comiendo en la mesa, yo estaba achicopalada porque pensaba que me iba a decir que me fuera de la casa. Le dije ‘mamá quiero hablar contigo’. No se lo dije como tal en ese momento, le di un sermón como de ‘no me siento a gusto’ y como que al principio no me captó, se sacó de onda, ¿qué opinas tú al respecto?, ¿cómo lo sentiste cuando te lo dije?»

Nayeli, la mamá de Leonora

«Yo pensé que me iba a decir ‘mamá soy gay’, ¡y pues ya lo sabía! Cuando era muy criatura, unos tres años, yo soy docente de educación física, entonces le compré un montón de material didáctico y cosas no violentas como le regalan a muchos niños, pero “cosas de niños”: su Rayo McQueen, aros pelotas y un montón de cosas y nunca fue de actividad; nunca fue de córrele, súbete, trépate, arrástrate y ensúciate como todos los niños o como el general de los niños. Ella fue de recortar, iluminar y su masita; y yo decía ‘¡acción mi reina, acción!’

«Lo que más le gustaba era La Sirenita de su hermana y sus Bratz y sus Barbies, y yo decía ‘quiobo’, pero también decía ‘bueno están en ese etapa de la niñez, de descubrimiento’, pero era una cuestión sistemática, sistemática, sistemática.

«Pasó el tiempo y me di cuenta que no era precisamente un niño, odiaba que le cortaban el cabello, se enojaba conmigo y no me hablaba tres o cuatro días; le compraba zapatos e igual, le compraba ropa e igual, y yo decía ‘si a todos los niños cuando les compran cosas se ponen felices, este por qué no’, lo que ella quería eran cosas “de niña”.

«Muy en su adentro me imagino que eso es lo que la tenía descontenta, triste, porque no sabía qué era lo que le estaba pasando.

«Me imagino qué difícil debe ser para las personas en esta condición darse cuenta que algo diferente o distinto les está pasando, no saben qué es lo que les está pasando, no saben que están en un cuerpo equivocado. Creo que cuando las personas se dan cuenta de esto dicen ‘qué pasa conmigo, estoy en un envase equivocado’. Es como si pusieras Vel Rosita en un envase de Coca Cola, ¡nada qué ver! Aunque la gente quiera ver que es Coca Cola, es Vel Rosita. Funciona, opera y tienes que tratarlo de una manera distinta.

«Cuando ella me lo dijo yo también me puse a investigar, dije ‘qué es eso de trans’. Pensé que los gays nada más eran gays y ya. Resulta que hay un montón de letras. Dije ‘estoy perdida, estoy desinformada’. Me agarró de sorpresa más no me sentí enojada, nunca, nunca, nunca me enojé o me molesté por eso.

«Me sentí frustrada por haberla tratado como un niño cuando era una niña, esa cuestión es la que me angustió.

«No me quiero ver como que todo lo exageró pero sentí que estaba violentándola desde siempre. Sentí esa responsabilidad o irresponsabilidad de no saber, lo atribuyo a mi ignorancia en el tema, no me eximo; sin embargo, le agradezco que me lo haya dicho porque sé que hacer, a lo mejor no del todo, pero sé cómo tratarla y sé que es lo que no tengo que hacer».

Leonora

«Yo dije ‘qué voy a hacer ahora’, porque mi cuerpo va a seguir desarrollándose como algo con lo que no estoy muy conforme, y ya se desarrolló alguna parte y he aprendido a aceptarlo. La disforia sigue presente, muy presente, pero trato de que no complique mi vida. Hay días en los que amanezco más susceptible, otros en los que me vale de plano, pero generalmente está presente.

«Cuando se lo conté a mi mamá quería empezar mi tratamiento hormonal de manera particular, pero nos informamos, fuimos al psiquiatra y eso me ayudo bastante, el hecho de tratar temas que no podía abiertamente hablar con mi mamá como lo son… pero me sirvió mucho y nos dio la orientación adecuada para poder iniciarlo de manera adecuada en el Issste.

«En 2019 se reformó la ley en Puebla, se hizo un protocolo de atención LGBT+ en el que puedes ir y podías recibir atención médica sin discriminación, sin objeciones y sin nada de esos rollos. En ese protocolo se menciona que las personas trans y no binarias tenemos el derecho de una terapia hormonal que puede acreditar el IMSS, el Issste y el Issstep. Fuimos, nos informamos y estamos en proceso de iniciar».

Omisión de la ley respecto a las infancias trans

Nayeli, la mamá de Leonora

«Hay cosas tan simples como cuando vamos a un centro comercial o a un restaurante y ella decide ir al baño, ¿a qué baño entra? Hay lugares que son tolerantes y ella puede entrar al baño de mujeres sin ningún problema, hay lugares que no.

«En situaciones tan básicas no existe oportunidad para ellos, en las leyes estamos en pañales. Estamos con avances precarios, pero sustanciales.

«En este caso es posible que los legisladores no tengan el total conocimiento o a muchos ni les importe, yo creo que es más lo segundo, que a muchos no les importa, tienen otras prioridades, pero cuando algo te afecta directamente lo consideras prioridad y para mí esto es prioridad.

«No considerar a un niño que se da cuenta que es niña… ¿en qué momento se han de dar cuenta? Siempre, pero cuando lo hacen conscientes debe ser un poquito más grande, cuando ya tiene el valor de decirlo, va variando, pero es posible que, quiero pensar que así sea, que tengan acceso a estas cuestiones hasta los 18 años por las cuestiones de desarrollo, porque hemos sabido de personas que ‘se arrepienten’, a lo mejor por eso quieren dejarlo hasta los 18 años para que tengan la madurez emocional, física y metal de saber qué es y qué quiere, aunque que hay inmaduros eternos, eso no tiene que ver con la edad biológica, sino con la edad mental, quiero pensar que es eso».

Leonora

«Yo opino lo contrario. Hay que tener un seguimiento psicológico a estos niños porque no saben expresarlo o cómo tratarlo o a quién decírselo, entonces, he leído artículos sobre otros lugares y lo que pasa en estos casos es que se recurre a una terapia hormonal de bloqueadores cuando empieza la pubertad, y a los 16 dicen qué quieren ‘sí o no’. Conforme a su respuesta empiezan con su terapia hormonal o ya continúan con su vida normal y se desarrollan como debieron haberse desarrollado.

«Considero que debería implementarse, tal vez no se tienen los recursos pero poco a poco. También que en sus documentos, aunque oficialmente tengan un nombre, pero que se les pueda respetar el pronombre que han elegido durante su infancia. Son importantes las infancias trans, tenerlas en cuenta y atenderlas».

Nayeli, mamá de Leonora

«En la escuela donde terminó la prepa, acaba de terminarla, me sorprendió la actitud del director, se ha ganado mi sincero afecto, es una persona no digamos un viejo, es una persona madura, pero con una apertura de pensamiento que me sorprendió. Por el aspecto yo lo juzgué y dije ‘ha de ser bien conservador’ pero no. Cuando ella lo expresó en su escuela y les dijo que era transgénero, él intervino y le pidió a la psicóloga que interviniera y fue un trato increíble, una aceptación que yo no esperaba. Me encantó eso y dije ‘que padre que en esta escuela se tolere, se acepte y se maneje y se pueda convivir'».

Leonora

«Es un privilegio que no debería serlo. El hecho de que tu familia te acepte y tu familia te respete es un privilegio que no todas ni todos contamos. Nos sorprende porque no es cotidiano que se les respete a las personas de la comunidad, no es cotidiano que usen tus pronombres en la calle y no es cotidiano que te consideren una mujer o un hombre.

«Al principio fue muy difícil. Salía y tenía mi ropa antigua y no había tanto rollo, me seguían diciendo ‘joven’ y yo decía ‘bueno mi apariencia tampoco es para que me digan señorita’.

«Llevo un año en transición pero nunca me he topado a alguien que me diga algo en la cara, pero miradas feas sí, como de juzgar, pero que alguien se me acerque y me agreda física o verbalmente no.

«Soy alta, entonces les ha de dar así (hace seña con la mano) y si se meten conmigo sí me puedo defender, pero hasta ahorita agradezco que nadie se ha  comportado de manera grosera conmigo, ni mi entorno, ni mi familia ni la sociedad y creo que he corrido con suerte, pero algún día me voy a tomar con personas que piensen lo contrario a mí y debo estar preparada mentalmente para lidiar con eso, ¿cómo lo has percibido tú?«

Nayeli, mamá de Leonora

«Mi madre cumple, este 1 de julio, 78 años y pensé que era quien se iba a quedar así de… ‘quiobo’ porque es una generación completamente distinta, pero lo ha aceptado muy bien, todavía le cuesta trabajo. Mi mamá se llama Leonor y ella se puso Leonora y mi mamá así de ‘ay sí’. Mis hermanas, mis sobrinos, mis sobrinas, a todos nos ha costado esto de que  de repente le decimos “Tona” o “Lola”, no sabemos que decirle, todavía estamos ‘él, la, él, la’, pero es un proceso que implica la aceptación. Mi marido (que no es su papá) lo ha aceptado muy bien y su familia, muy padre el trato. Las personas de las que estamos en los primeros círculos rodeadas, con muy buen trato».

Leonora

«Hay que entender como persona trans y como familia de persona trans, que no sólo transiciona uno sino transiciona todo tu entorno, es dejar atrás un nombre y una persona que fue la que dio cara por ti durante tanto tiempo e iniciar de cero; iniciar de cero con tus amigos, tus relaciones y sobretodo contigo misma.

«Con mis amigos (me llevo) muy bien, sí perdí algunos pero los que se quedaron están en mi corazón y los aprecio mucho. Actualmente tengo a dos amigas que quiero mucho que son Angélica y Ximena que son las que más me han apoyado y más han estado conmigo y hay más. A todos se los agradezco mucho y me defienden.

«En redes sociales sí encuentras más gente que te ataca, entonces se los agradezco mucho. Con sus papás de mis amigos, todo muy bien, se lo han tomado muy bien, me siguen teniendo la misma confianza y agradezco que me dejen estar con ellos».

Una mujer feliz

Leonora

¿Qué quiero ser de grande? Quiero ser una mujer feliz, una mujer libre y sobretodo que esté bien con los demás.

«Probablemente haya alguien que me diga que ser mujer no es un sentimiento, pero hay que tomar en cuenta ‘qué es ser mujer’: ser mujer es algo relativo, no es lo mismo ser mujer en Latinoamérica, o en Europa o en Asia.

«Hay hombres con vulva y con senos y eso no los hace menos hombres o los hace mujeres. Hay mujeres que gestan o que no gestan y eso no las hace menos mujeres o más mujeres. Entonces ser mujer no es por mérito propio, es una percepción que se siente hacia una misma. Esa es mi última palabra».

Nayeli, mamá de Leonora

«Me encanta que se haya metido en ese mar de información y es su principal interés. Lola es afortunada porque no muchos corren con esa suerte, no muchos corren con la suerte de ser aceptados, en principio por su familia o de aceptarlo ellos mismos, y su círculo».

Es muy importante que aprendamos a vivir en tolerancia, que desarrollemos la tolerancia, pero sobretodo el amor a los otros independientemente de sus preferencias.

Esta entrevista se ve y se escucha aquí

https://www.youtube.com/watch?v=jNW2jxhoPks

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