Existen diversas teorías sobre cuántos eran los Reyes Magos y si en realidad se trataban de Reyes. La Iglesia siria los elevó a doce en paralelismo a las tribus de Israel y a los doce apóstoles.

San Jacobo y Miguel el Sirio (también conocido como Miguel el Grande) hacen referencia a la existencia de 12 reyes, este último los lista como: Dahdandur, hijo de Artaban; Shuf, hijo de Gudfar; Arshak, hijo de Mahduq; Zarwand, hijo de Warwadud; Aryo, hijo de Kasro; Artahshasht, hijo de Hamit; Ashtanbuzan, hijo de Shishron; Mahduq, hijo de Hoham; Ahshiresh, hijo de Sahban; Sardanh, hijo de Baldan; Marduk, hijo de Bel.

Sin embargo, fue la cristiandad la que creó la leyenda de los Magos de Oriente. Los nombres de Melchor, Baltasar y Gaspar, no estaban incluidos, debido a que pertenecen a una tradición diferente, que se sumó más tarde.

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Tradición católica

El número tres se impuso por varias razones, explica Javier Docampo, director del Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros de la Biblioteca Nacional de España (BNE),  quien recuerda que en el Evangelio se cuenta que unos magos llegan de Oriente a Jerusalén buscando al rey de los judíos, cuyo nacimiento les ha sido revelado por una estrella.

Herodes el Grande, gobernante de Palestina, les convoca a su palacio, les interroga y les hace prometer que regresarán cuando hayan encontrado al Niño para que él también vaya a adorarlo.

De este modo, se trasladaron hasta el lugar donde se posó la estrella de Belén, se encontraron al Niño con María y se postraron ante él para ofrecerle oro, incienso y mirra. Advertidos en sueños de no volver ante Herodes, toman tierra por otro camino.

Sin embargo, el Evangelio de Mateo la única fuente bíblica que los menciona, no hace referencia a la cantidad, ni a su título. Solo relata que fueron 3 los obsequios ofrendados al niño Dios por los Magos.

Para remediar la parquedad del relato evangélico, se desarrolló la historia de los “magos de Oriente” en los evangelios apócrifos. El término de mago es interpretado en sentido de astrólogo, de especialista en el firmamento, asegura Docampo.

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Este concepto es percibido como negativo, por lo que Tertuliano, en el siglo III decide dignificarlos como reyes. Siendo el primero que les denominó como tales. Más tarde, a lo largo de la Edad Media se fue configurando la leyenda que conocemos hoy en día.

Los regalos se asociaron a los donantes. Porque se asemeja más al simbolismo trinitario que representa las tres edades del hombre, los 3 continentes conocidos (Asia, África y Europa) y las 3 razas de la antigüedad.

No obstante, Los nombres –Melchor, Gaspar y Baltasar– aparecen por primera vez en el mosaico de «San Apolinar el Nuevo de Rávena» en siglo VI, generalizándose después en todo Occidente. Por considerar que eran protectores contra la epilepsia, al haber “caído ante los pies de Cristo”.

Igualmente comenzará a utilizarse sus iniciales G.B.M. en las puertas de las casas y de los establos los días 6 de enero como amuletos para proteger a las personas y animales contra demonios y brujas.

Orígenes del culto

El culto a los tres Reyes Magos se extendió por toda Europa, en parte vinculado a sus reliquias, que se conservan en la catedral de Colonia dentro de un sarcófago de orfebrería de Nicolás de Verdún, fechado en torno al año 1200.

La rapidez y el éxito de su viaje a Belén hicieron que fueran considerados como protectores de los viajeros y peregrinos.

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La Biblioteca Nacional de España (BNE) custodia también testimonios artísticos sobre la leyenda de los Reyes Magos.

El “Libro de horas Clinton”, elaborado en Francia en el tercer cuarto del siglo XIII para una dama inglesa, contiene una secuencia de seis escenas donde aparecen los magos.

En la primera se les representa siguiendo la estrella; en la segunda se encuentran delante de Herodes, a continuación hay una escena doble en la que están adorando al Niño y después la representación de un sueño en el que un ángel les advierte para que no regresen junto a Herodes.

La escena final, la Matanza de los Inocentes, es la consecuencia de todo lo anterior.

En Venezuela

Los días 6 de enero de cada año se celebra en Venezuela al igual que en otros países  la llegada de los tres Reyes Magos, es costumbre que en el pesebre navideño, como parte de la religión católica, se coloque su representación para acompañar a la Virgen María, San José y el Niño Jesús mientras entregan sus regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

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En los hogares muchos festejan invitando a familiares y amigos, y se acostumbra a servir platos propios de la fecha como lo es la Rosca de Reyes y un pan dulce que lleva frutos secos en su interior acompañado de vino.

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También la noche del 5 de enero los niños colocan sus zapatos en las puertas de sus habitaciones, para que los Reyes dejen allí sus presentes. Sin embargo, la leyenda cuenta que quienes no se portan bien solo reciben un pedazo de carbón.

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