Polémica en primera sesión de la Cámara

Como en Chile: en España critican diputados por estética y acudir con hijo al Congreso

Los diputados conservadores españoles critican el actuar y la imagen de los parlamentarios de Podemos, que por primera vez entraron a la Cámara Baja.

Por Meritxell Freixas

15/01/2016

Publicado en

Mundo

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El pasado mes de abril la diputada del PC Camila Vallejo fue duramente criticada por el ex diputado del Partido Por la Democracia, Jorge Schaulsohn, por asistir junto a su hija Adela a la sesión del Congreso donde se discutía el proyecto de ley Ricarte Soto. El ex PPD encontró «inapropiado» que Vallejo sesionara «con guagua en brazos» y opinó que «no se le debiera haber permitido» y que «podía pagar una nana».

Una situación similar se reprodujo el pasado martes en la primera sesión del nuevo Congreso español -que dio inicio a una nueva legislatura- con una de las parlamentarias de la formación Podemos, que entró por primera vez en la Cámara.

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FOTO: Sergio Barrenechea – EFE

La diputada por Madrid, Carolina Bescansa, acudió al hemiciclo acompañada de su hijo de pocos meses de edad. La número tres de la formación morada amamantó a su bebé al empezar la sesión constitutiva de las Cortes Generales. También subió con él en brazos a depositar su papeleta en la primera de las votaciones para elegir al presidente de la Cámara. Un momento cómico: en la segunda votación para elegir al presidente del Congreso, el pequeño recibió un voto cuando un diputado escribió en su papeleta «el niño de Bescansa».

Los gestos provocaron numerosos comentarios y encendieron las redes sociales. Entre las críticas más duras destacaron, sobretodo por compartir género, las de diputadas como Carme Chacón (Partido Socialista), quien dijo que «francamente, no hacía falta», Ana Oramas (Coalición Canaria), que sostuvo que «por una foto no merece la pena exponer a un menor» y Celia Villalobos (Partido Popular), vicepresidenta de la Cámara, quien aseguró que «me da pena un niño tan chico en un sitio cerrado con 400 personas» y recordó que en la Cámara baja hay una escuela infantil.

Podemos argumentó que se trataba de un «gesto simbólico en reivindicación de todas las mujeres que tienen que poder conciliar vida familiar y laboral».

Estéticas de la nueva política

Otra de las polémicas que se reprodujo esta semana en el Congreso Español y que en la Cámara chilena tuvieron lugar en su momento, tiene que ver con los reproches a la estética de algunos de los nuevos diputados de las formaciones emergentes de izquierda.

En la primera sesión de la sala de la Cámara de Diputados de esta legislatura, en marzo de 2014, el diputado de la UDI Ignacio Urrutia cargó contra la forma de vestir del parlamentario independiente Gabriel Boric. Urrutia espetó que “es necesario hacer hincapié en la vestimenta. Así lo dice el reglamento y a nosotros nos gustaría andar con la camisa arremangada, pero no se puede”.

También lo criticó el senador derechista Víctor Pérez que dijo “el respeto es una cuestión fundamental y una de las maneras de expresarlo son los buenos modales. Un diputado debe dar el ejemplo de respetar a los demás”.

El diputado por la Región de Magallanes replicó: «Si alguien cree que una corbata es más importante que la nueva Constitución o la educación, allá ellos”.

Algo similar ocurrió el pasado martes con los recién designados parlamentarios de Podemos. La conservadora Celia Villalobos (PP) de nuevo protagonizó el show y se pronunció sobre las rastas de algunos diputados: «Me da igual si los diputados de Podemos llevan rastas o no, mientras lleven el pelo limpio para que no me peguen los piojos«.

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Frente a este despectivo comentario, que ardió durante todo el día en las redes sociales, el diputado del partido Podemos de España, Miguel Ardanuy, le respondió diciéndole que «ojalá su partido estuviera la mitad de limpio que mis rastas«.

Por su parte, el secretario político de Podemos, Iñigo Errejón y también diputado nacional dijo que el diputado «ha sido elegido y por tanto es un representante de la soberanía popular» y lamentó «las faltas de respeto por los que visten, llevan el pelo o se conforman de formas diferentes».

 

 

Meritxell Freixas

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