Entrevista

Diputado catalán proyecta el proceso soberanista: «Hay que hablar menos de independentismo y más de República»

"Cataluña, con humildad y firmeza, va un paso adelante en la ruptura con estatus quo. Si el Estado utiliza esta violencia judicial, mediática y política es simplemente porque la única amenaza real que tienen es nuestro proceso de autodeterminación", expresa a El Ciudadano Gabriel Rufián, con quien conversamos respecto del proceso independentista catalán, la persecución judicial encabezada por el gobierno de Mariano Rajoy y los desafíos políticos que se vienen. Por José Robredo Hormazábal / @joserobredo

Por Jose Robredo

22/02/2018

Publicado en

Entrevistas / Mundo / Portada

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El proceso de independencia en Cataluña sigue adelante, a pesar que esta semana se reactivó la ofensiva judicial del gobierno español encabezado por Mariano Rajoy,  llevando a declarar a varios dirigentes catalanes en las causas abiertas a partir del referéndum del pasado 1 de octubre.

Quien se negó a presentarse es Anna Gabriel, ex diputada y lideresa de la CUP, partido anticapitalista que es parte de la coalición independentista, quien decidió exiliarse en Ginebra, Suiza, señalando que se trata de un juicio político y argumentando que «como no tendré un proceso justo en casa, he buscado un país que pueda proteger mis derechos».

A esto se suma la amenaza del gobierno español de intervenir el modelo educativo, que se aplica en todas las escuelas públicas de la autonomía, con el objetivo de reducir las horas lectivas en catalán en favor de aumentar las en castellano.

En este tenso escenario, El Ciudadano contactó telefónicamente al diputado de Esquerra Repúblicana de Cataluña en el Parlamento español, Gabriel Rufián. Durante la conversación, el representante catalán expresó que el proceso de independencia sigue firme a pesar de la estrategia represiva, recalcando que «hay una mayoría social de un 80% que pide votar su estatus político, cosa que en cualquier democracia plena obliga a que las partes se sienten para pactar un referéndum e ir a las urnas». Al mismo tiempo, critica al gobierno de Rajoy: «Lo que ha pasado en Cataluña, simplemente, devela el cuadro que España escondía».

«El independentismo es un estado transitorio y hay que instalar el recuperar el país que nos robaron», recalca el parlamentario.

Gabriel Rufián, diputado catalán en el Parlamento español

¿Cuál es el margen político que tiene el independentismo catalán ante la ofensiva judicial del Estado español? 

Convendría recordar que no es la primera vez que pasa. El Estado español tiene una vida democrática corta y plagada de persecuciones hacia la disidencia, ha pasado en otras épocas y ahora es más flagrante porque los tres partidos que de facto gobiernan -PP, PSOE y Ciudadanos- están absolutamente desvergonzados. No solo hay una persecución política, mediática y judicial contra el republicanismo, como amenaza al estatus quo, o al régimen del 78 como aquí decimos. Se está judicializando a raperos, tuiteros, se ha secuestrado un libro que criticaba al Partido Popular, se ha retirado una obra de arte en una exposición en Madrid porque hacía alusión a los presos políticos y no pasa absolutamente nada.

¿No generan reacciones esos hechos? 

La maquinaria mediática que mantiene el Estado es muy importante y lo blanquea todo. Dicho esto, el independentismo viene con una historia detrás de persecución. Muchos de nosotros esperábamos este tipo de cosas y pensamos que no pararán, continuarán las amenazas para todos. Y nosotros también continuaremos. Lo dramático es que aún el PP, PSOE y Ciudadanos siguen ganando elecciones en España, pero en Cataluña el PP sólo tiene cuatro diputados. Y lo que vemos es que tenemos gente en la cárcel del exilio, en la cárcel física.

En Chile y Latinoamérica se hace eco de las informaciones que llegan a través de medios como El País, El Mundo u otros que están a favor de la posición del gobierno español. ¿Cómo se le explica a la ciudadanía lo que pasa en Cataluña? 

A raíz del 15M del 2011, donde la gente reclama cambios a partir de la crisis económica, nacen los procesos constituyentes de cambio y ruptura. Primero, en España, que intenta aglutinar políticamente Podemos, Izquierda Unida y se desarrolla en Cataluña. La diferencia entre estos procesos es el ritmo. En Cataluña es innegable que va rápido y hay dos millones de personas que de manera continuada votan a favor de la república catalana; hay un bloque independentista que tiene mayoría absoluta en el Parlamento catalán, 70 frente a 57 del bloque monárquico o constitucionalista. En principio, esos dos procesos debieran ser recíprocos y debieran ayudarse, pero no siempre sucede, ya que Podemos ha tenido en alguna ocasión ha tenido un papel ambiguo hacia Cataluña. Ellos tienen más trabajo que el independentismo porque todavía debe intentar cambiar al PSOE, debe intentar ganar al PP, tiene que intentar ganar a Ciudadanos, intentar cambiar el Tribunal Constitucional, tiene que intentar cambiar la Fiscalía y los medios de comunicación.

¿Se puede decir que Cataluña lleva cierta ventaja?

Cataluña, con toda la humildad y la firmeza, va un paso adelante en la ruptura con estatus quo. Si el Estado utiliza esta violencia judicial, mediática y política, es simplemente porque la única amenaza real que tienen es nuestro proceso de autodeterminación. Si Rajoy (líder del PP), Sánchez (líder del PSOE), Rivera (líder de Ciudadanos) y su gente, meten dirigentes a la cárcel, es por este motivo.

Manifestación en favor de los presos políticos

«Es la regresión democrática total»

¿No hay espacio para el diálogo democrático?

En Cataluña hay una mayoría social de un 80% que pide votar su estatus político, cosa que en cualquier democracia plena obliga a que las partes se sienten para pactar un referéndum e ir a las urnas y no ponerse frente a un juez o una cárcel, pero con el Estado español no ha habido manera. A pesar de eso se llevó adelante un referéndum que se ganó. Luego, se ganó por cuarta vez consecutiva las elecciones, las que se realizaron en condiciones perversas y complicadas, con candidatos en la cárcel como el caso del presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, quien no pudo hacer una entrevista o aparición pública. De hecho, grabó desde la cárcel un video y un mensaje de voz, cosa por la que le castigaron con 15 días sin poder salir al patio.

En ese escenario tan complejo, ¿cómo se logra quitar de encima el artículo 155 que permite al Estado español controlar el gobierno catalán? 

Bueno, lo dice el mismo Rajoy: hay que hacer gobierno y cuando sea conformado, tal y como dice el decreto, pues desaparecerá. De todas maneras, nosotros no confiamos nada en la palabra del Estado español, ya que seguirá aplicando la represión, seguirá contra la lengua y políticos catalanes e insisto, no es solo contra Cataluña, sino que se está yendo gente a la cárcel por un rap o que la están juzgando por un tweet. Es la regresión democrática total.

¿Cómo se logra hacer gobierno con Puigdemont en Bruselas y con una negociación que lleva dos meses? 

Si algo ha demostrado el proceso político catalán, guste más o menos, es que siempre se pone de acuerdo. Las tres fuerzas políticas que lo lideran -PDECAT, Esquerra Republicana y la CUP-, tres espacios ideológicos, sociales, políticos y parlamentarios muy diferentes, siempre se han puesto de acuerdo. Cabe recordar que la CUP no tiene nada que ver con el PDCAT; la noticia sería que se pusieran de acuerdo a la primera. Lo que pasará ahora será lo mismo, gente muy diferente que se pondrá de acuerdo. Este proceso se engloba en una dificultad, no solo por nosotros sino por lo que rodea, hay gente que está negociando y a debido ir a la Audiencia Nacional a declarar, con todo lo que eso supone.

El presidente catalán Carles Puigdemont, exiliado en Bruselas, y la ex diputada Anna Gabriel, exiliada en Ginebra

«Es muy importante recuperar las instituciones»

La fuerza social en Cataluña ha tomado fuerza. ¿Cómo se renueva esa energía y mantener esa capacidad de movilización en una pelea que será más larga de lo que quizás se preveía? 

Yo creo que el independentismo seguirá creciendo, el último ciclo electoral lo demuestra. Queda mucho trabajo por hacer, hay mucha gente a la que hay que interpelar, hay que hablar menos de independentismo y más de República. El independentismo es un estado transitorio y hay que instalar el recuperar el país que nos robaron. Debemos hablar de modelos educativos, sociales, sanitarios, de pensiones; convocar a la buena gente republicana que aún no ha entendido que el cambio en Cataluña supondría un cambio en el resto del Estado español. Nosotros no vamos contra nada ni nadie y siempre de la mano de la democracia, ese es el camino que estamos recorriendo. A eso debemos sumar que tenemos líderes políticos dignos y que no tienen miedo a nada y, si lo tienen, no les nota. Cosa que está muy bien.

¿Cómo proyectan en el corto o mediano plazo el escenario político en Cataluña? 

Hacer República, es muy importante recuperar las instituciones, el gobierno, proteger lo hecho hasta ahora y recuperar las leyes que han sido tumbadas por el Tribunal Constitucional, como la que se pone en contra de pobreza habitacional, infantil, de energía, la de renta mínima, que no tienen que ver con la independencia. Eso es prioritario. En cuanto al Estado, ellos seguirán con su estrategia, pero nosotros también. Por vías pacíficas y esperamos que la comunidad internacional obligue al Estado español a sentarse a dialogar.

¿Les ha sorprendido la reacción de la comunidad internacional, en especial de Europa? 

Muchos de nosotros no esperábamos mucho de Europa. La Unión Europea, para ser generosos, no pasa por su mejor momento. Deja morir a los niños en el Mediterráneo, tiene a familias completas en las fronteras y no pasa nada. Ya sabemos como funciona la UE, su única ideología es el Euro y el pragmatismo. Confiamos que las cosas cambien y obliguen al Estado español a cambiar de actitud.

Pedro Sánchez (PSOE), Mariano Rajoy, jefe del gobierno español (PP) y Albert Rivera (Ciudadanos)

«La transición tiene componentes de estafa»

¿Este proceso viene siendo el fin de una larga transición? 

Lo que pasa con la transición, cosa que no decimos nosotros sino que catedráticos de derecho constitucional, politólogos, sociólogos, es que tiene ciertos componentes de estafa. Es imposible que de un día para otro la clase dirigente se acostara franquista y se despertara demócrata. Aquí nunca ha habido procesos de reconciliación. Un ejemplo claro es que aún hay 120 mil personas de las que no se sabe nada en España. Hace dos años años una jueza argentina decretó una orden de extradición contra dos jerarcas fascistas y el Estado español se negó a ejecutarla. Lo que ha pasado en Cataluña, simplemente, devela el cuadro que España escondía.

Es complejo, porque España y su transición, en Latinoamérica y en Chile específicamente, fue presentada como un ejemplo

Ese es el relato mediático dominante. Hay expertos en la materia que señalan que no se hizo bien, y que esas carencias democráticas que arrastramos son las que hoy en día permiten que pasen las cosas que sufrimos con esta reacción antidemocrática de un Estado que, frente a lo que pasa en Cataluña, se ha quitado la careta.

¿Es un Estado opresor? 

Yo creo que es obvio y no falta ser independentista para verlo. Catedráticos españoles, que no son independentistas, califican todos los juicios y los presos políticos como una absoluta barbaridad. España se está acercando a modelos como el de Turquía cuando debiera acercarse a modelos como el de Dinamarca o Suiza. El hecho de que Carles Puigdemont y Anna Gabriel tengan que exiliarse, que tengamos disidencia política o líderes de plataformas civiles que han encabezado las mayores movilizaciones vistas en Europa en los últimos años, sin romper una papelera, y lleven en en la cárcel 120 días sin ningún motivo es escandaloso y paradigmático.

¿Toda esta maquinaria judicial, política y mediática que tiene dispuesta el gobierno de Rajoy es para tapar la larga lista de líos que el PP tiene en materia de corrupción? 

Si, hay un componente lógico en eso, montar cortinas de humo para no hablar de ciertos temas. En estos días se ha hablado más del himno nacional cantado por Marta Sánchez que de las pensiones, que se están acabando. Lo dramático es que hablamos de una organización, el Partido Popular, que tiene 900 imputados, que tiene altos cargos en la cárcel y sigue ganando elecciones, esa es la pregunta. Incluso tenemos a su filial, Ciudadanos, una especie de Frente Nacional por su carácter reaccionario y neoliberal, que incluso puede ganar las elecciones. Entonces nos preguntamos cómo es posible y volvemos a los medios de comunicación que no hablan de ciertas cosas.

¿Cómo se entiende al electorado español que sigue entregando el voto a estos sectores? 

En el Estado español el PP tiene una fuerza brutal y donde no llega, lo hace el PSOE, que aparentemente es un partido de izquierda pero que lleva muchos años de una deriva reaccionaria y ha traicionado a sus votantes. Lo más grotesco es que el PSOE podría conformar una mayoría de cambio, hoy mismo el PSOE podría llevar adelante una moción de censura contra Rajoy y ganarla, porque están los votos, pero no lo hacen. ¿Por qué no lo hacen?, porque no quieren. ¿Por qué no quieren?, no se sabe. Es tan sencillo como eso, es extraño pero es así.

¿Es la alianza para mantener el estatus quo?

Yo creo que ellos, el PSOE, viven un proceso de regresión y saben que tiene un costo electoral el pactar con Podemos. Lo grotesco es que son tres partidos que están peleando por un voto reaccionario, neoliberal, de derechas. Es la pregunta del millón: ¿cómo gente que gana el sueldo mínimo profesional vota a partidos que están en contra de subirlo? Simplemente no lo saben, porque sus medios de comunicación no se lo dicen.

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