Donald Trump: Fascista o no fascista, esa es la cuestión

Palabras como fascista, nazi, derechista o comunista, son utilizadas muchas veces en el habla coloquial como un modo de ofensa porque tienen un pasado que, en muchos casos ha dejado fotografías macabras sobre los libros de historia, sobre todo cuando son relacionadas con excesos políticos, gobiernos autoritarios y crímenes. Sin embargo ocurre que la gente suele utilizarlas de manera incorrecta, e incluso hay quienes tienen la estupidez creativa de inventar términos como Feminazi para ofender con argumentos que no pasan la barrera de un niño de octavo, sin embargo esos argumentos terminan por construir realidades que, en muchos casos, terminan siendo odiosas.

Convengamos que decirle fascista a alguien es algo que el 90% de las personas se tomaría a mal, pues si bien aún hay quienes se sienten orgullosos del fascismo, como en Chile hay quienes aún se sienten orgullosos de Pinochet, podemos decir que en general la mayoría de las personas en su sano juicio se sentiría ofendida ya que no hay que ser demasiado astuto para comprender que si te dicen facho te están tirando a cagar.

En días convulsionados como en los que vivimos, donde hay en el mundo más hambrientos que millonarios y cuando aún existen migraciones y persecución política, una de las figuras que más ha dado qué hablar ha sido el precandidato a la presidencia de los Estados Unidos el millonario Donald Trump. Dentro de su campaña ha dejado en claro que su postura, más que republicana o conservadora, es más bien del corte de lo radical (en el peor sentido de la palabra). Su odio racial, sus propuestas violentas, su enorme riqueza y su personalidad más bien farandulera, le han regalado no solo una buena cantidad de generosos adherentes y votantes, sino también un buen número de adversarios y detractores. Entre estos últimos se cuentan figuras del cine, la música… mucha gente. E incluso ayer fue la organización Anonymous quienes le «declararon la guerra» en un vídeo que ha dado la vuelta al mundo y donde señalan, entre otras cosa que (cito) «Estimado Donald Trump: le hemos observado por un largo tiempo y lo que vemos nos resulta bastante perturbador (…) Su campaña inconsistente y llena de odio no sólo ha conmocionado a los Estados Unidos, sino también al mundo entero con sus aterradoras ideas«.

Ya hemos visto cómo reaccionan ante él las redes sociales, con miedo, con burla y también con una comparación constante con Hitler o Musolini, principalmente por sus declaraciones sobre temas raciales. No olvidemos que su propuesta de construir un muro entre México y Estados unidos, pagado por México, ha sido una de las tantas ideas de campaña que le han valido miles de críticas, como también (hay que tenerlo en cuenta) una gran cantidad de nuevos seguidores.

A pito de qué se me ocurrió escribir de esto?

En mis vueltas por la web me topé con este breve y explicativo artículo que apareció esta mañana en la página de Hoy Los Ángeles en el que se habla de la condición de Fascista del blondo y paradigmático candidato a la Casa Blanca y, antes de continuar, me gustaría dejártelo para que le des un vistazo. Léelo y luego seguimos la conversación:

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¿Es Donald Trump un ‘fascista’?

Sigamos analizando

Quizá luego de leer esto te quede la misma sensación que me queda a mí. Y es la de que, más allá de cualquier crítica que uno pueda tener respecto de cualquier gobierno como el de Estados Unidos, lo inquietante es que en estos tiempos existan candidatos a puestos de poder, y de inmenso poder como es la presidencia del país más influyente del mundo, que puedan estar en la condición de ser cuestionados por tan serias acusaciones.