En Mozambique un peluquero busca recuperar el amor por el cabello estilo afro

En algunos países, los niños han sido enviados de vuelta a casa del colegio debido a su estilo de cabello rasta

Por Félix Eduardo Gutiérrez

20/02/2020

Publicado en

Mundo

0 0


Cadino Chipanga es un peluquero mozambiqueño, de 38 años. Desde hace 20 años tiene su propio negocio de cuidado del cabello y se ha trazado una meta difícil: recuperar el amor por el cabello afro en los tiempos en que está muy de moda alisárselo.

“La idea del salón y su enfoque principal es cuidar el cabello natural en un momento en el pareciera que a nadie le importa. La gente usa cada vez más químicos y cabello sintético”, dijo Chipanga en el taller donde fabrica sus productos para el pelo en las afueras de la capital.

Nuestra misión es recuperar el amor por el cabello afro. Esa es la razón por la que me embarqué en este emprendimiento”, reseñó Lifestyle.com.

“La idea del salón y su enfoque principal es cuidar el cabello natural en un momento en el pareciera que a nadie le importa. La gente usa cada vez más químicos y cabello sintético”, dijo Chipanga. Foto: LifeStyle.

Chipanga fabrica sus productos para el cabello, incluyendo shampoo, de una planta llamada Nlhelho o Espina del Diablo, que fue usada por su madre y su abuela.

La peluquería que abrió Chipanga hace 20 años planteó igualmente un cambio que entonces se consideraba tabú en Mozambique: un peluquero que atendía a mujeres. También resolvió enfocarse en las rastas, un estilo inaceptable en algunas comunidades africanas.

Chipanga no se arrepiente. Es dueño de Carapinha, un pequeño negocio que incluye tres salones en Maputo y una gama de productos para el cabello.

Aunque Chipanga no es un rastafari, las rastas en África muchas veces están asociadas con el rastafarismo y la mayoría de las comunidades han sido lentas en abrazar la cultura.

Es dueño de Carapinha, un pequeño negocio que incluye tres salones en Maputo y una gama de productos para el cabello. Foto: Reuters.

En algunos países, los niños rastafaris han sido enviados de vuelta a casa del colegio debido a sus “drelos”.

En los viejos tiempos cuando veíamos a una persona con rastas pensábamos que era extraño y una aberración (…) nuestra mentalidad ha cambiado, por eso podemos usar rastas hoy”, dijo Felicidade Langa, una clienta de los salones de Chipanga.

“Comencé a usar este peinado porque hay un salón Carapinha en mi vecindario. Pienso que otros barrios de los alrededores también quieren tener un típico salón rastafari, así que si siguieran abriendo salones en otros lugares, sería bueno”, agregó.

Chipanga está apostando a eso. “Tomó algo de tiempo, pero hoy en día hay más personas abrazando su cabello natural y las cosas están funcionando”, aseveró.

Otras noticias de interés:

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬