Informe de la Fiscalía de Extranjería

En España esclavizan sexualmente a mujeres procedentes del mundo entero

Desde 2012, en territorio español han sido identificadas víctimas de más de 60 países, siendo los más comunes Nigeria, Rusia, Rumanía, Bulgaria, Ucrania, China, Paraguay y Colombia

Por Chevige González Marcó

30/07/2018

Publicado en

España / Género

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Un estudio de la Fiscalía de Extranjería de España concluyó que en el país europeo existe un alto índice de trata sexual y que «se esclavizan mujeres procedentes de prácticamente todas las partes del planeta».

Con motivo del Día contra la Trata de Personas, la Fiscalía ha realizado un informe que indica que, desde 2012, han sido identificadas víctimas de más de 60 países, siendo los más comunes Nigeria, Rusia, Rumanía, Bulgaria, Ucrania, China, Paraguay y Colombia.

Igualmente, la Fiscalía registró cerca de 600 investigaciones de trata de seres humanos en España desde 2012, entre las que destacan por encima de todo las relacionadas con la explotación sexual, más del 86%, seguidas a gran distancia de la explotación laboral, por debajo del 9%, y la mendicidad, algo menos del 3%.

Por debajo del uno por ciento estarían los matrimonios forzosos, la extracción de órganos y otras actividades delictivas relacionadas con la trata de personas. Según los datos, Nigeria es actualmente la nacióna fricana de donde procede la mayor parte de las víctimas de trata que son explotadas sexualmente en España, que «se ha convertido en un país de destino para la comisión de delitos de trata de seres humanos».

Del estudio de las diligencias de seguimiento abiertas en 2017 en la Unidad de Extranjería, resulta que de las 289 víctimas que constan identificadas, 114 son de origen africano, siendo 113 de ellas de nacionalidad nigeriana, incluyendo 14 menores.

La mayoría de las mujeres provienen del Estado de Edo (Benín City) y son captadas con engaño, con falsas promesas de desarrollar un trabajo provechoso, de tal forma que la víctima cuando accede se compromete a pagar una cantidad «desorbitante» de dinero, entre 30.000 y 50.000 euros, que deberá satisfacer en los plazos que le señalen una vez obtenga rendimientos por su trabajo.

El acuerdo migratorio y el compromiso adquirido se sellan con prácticas de vudú o yuyú, que garantizan no solo la devolución por parte de la víctima de la deuda contraída, sino también no denunciar a los traficantes. Una vez realizada la práctica, se les traslada a España «con suerte en avión y con peor suerte en patera, siguiendo la ruta de Libia o desde Marruecos», relata la Fiscalía.

Vendidas, torturadas, marcadas, humilladas

En el marco de este informe, el fiscal de Extranjería, Joaquín Sánchez-Covisa, declara sobre estas víctimas que «se logra su captación abusando de su patente necesidad, escasísima formación y evidente pobreza y son vendidas, torturadas, golpeadas, marcadas, humilladas, amenazas y coaccionadas de todas las maneras imaginables para vencer su resistencia a ser explotadas».

Por ello, estima que «es prioritario rescatar a la víctima por encima del buen éxito de la investigación». La Fiscalía advierte de la complejidad de investigar la trata de seres humanos por el crimen organizado y la vulnerabilidad de las víctimas y lamenta que «a pesar de existir indicios más que suficientes de comisión del delito, casi un 48 % de las investigaciones acaban siendo archivadas de manera provisional«.

Explica que las causas de estos archivos son que no se ha probado fehacientemente la participación de los investigados, que los autores se encuentran ilocalizables, a veces en el extranjero. También ocurre que las mujeres identificadas una vez liberadas acaban por no acudir a la sede judicial a ratificar la denuncia o a declarar sobre los hechos enjuiciados

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