Dos actrices de cine para adultos dan su visión

¿Por qué existe una ola de muertes de actrices porno?

La estadounidense Olivia Lua (foto) es la quinta estrella del cine porno que pierde la vida en menos de tres meses.

Por El Ciudadano Argentina

23/01/2018

Publicado en

Mundo

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Olivia Lua, actriz estadounidense de películas porno, falleció la semana pasada en circunstancias desconocidas mientras recibía tratamiento en un centro de rehabilitación.

De esta manera, Lua se convierte en la quinta víctima de la industria de la pornografía que muere en menos de tres meses, después de August Ames, Shula Stylez, Olivia Nova y Yuri Luv.

Dos actrices de películas para adultos han analizado, en declaraciones a Hollywood Life, las razones que podría haber tras esta ola de muertes, así como el modo de frenarla.

La mirada de la sociedad

La actriz Ginger Banks ha explicado que «la forma en que la sociedad mira y trata a las estrellas del porno» les deprime más, ya que —sostiene— «es difícil» sentir que «somos ciudadanos de segunda clase».

«Esa es la peor parte de este trabajo, la forma en que la gente me trata por lo que hago para ganarme la vida», comenta Banks, que afirma haber sufrido depresión debido a la forma en que otras personas ven su trabajo, destaca RT en español.

«Si te metes en este negocio realmente joven» y ya estás predispuesto «a un problema de drogas o depresión u otro problema de salud mental», trabajar en la pornografía «solo empeorará las cosas» e intensificará tus problemas, advierte, por su parte, la actriz Raven Hart.

Tras recordar el caso de August Ames —que se suicidó, aparentemente, tras sufrir un fuerte acoso cibernético debido a una supuesta homofobia— Hart opina que se trata de «un fenómeno más reciente» y que «los medios sociales podrían haber tenido un impacto en eso».

Una posible solución

En cuanto a una posible solución para atajar el problema de las muertes, Banks cree que habría que «facilitar una mayor interconexión y la comunidad para los trabajadores y artistas sexuales», de forma que no sientan que tienen «un secreto sucio».

«Entonces tienes una salida y tal vez encuentres un terapeuta que esté bien con tu trabajo y que no te haga sentirte avergonzado por lo que haces», continúa.

«Tenemos que acercarnos a personas que sabemos que están luchando contra la depresión y hablar de ello y educar a las personas sobre la salud mental», sugiere la actriz.

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