Bartolomeo Cristofori, inspirándose en el clavicordio, logró amortiguar el golpe de las cuerdas para producir sonidos fuertes y suaves

Hace 363 años nació en Italia el creador del piano

Fue aprendiz del fabricante de violines Nicoló Amati y su fama y dedicación lo llevaron a ser contratado por el príncipe Fernando II de Médici para que conservara sus instrumentos musicales. Ofrecía con su invento un sonido suave y sostenido, al cual bautizaría como arpa-clavicordio

Por José Gabriel Diaz

04/05/2018

Publicado en

Cultura / Mundo / Música

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Tal día como hoy, pero hace 363 años, nació Bartolomeo Cristofori quien inventara a principios del siglo XVIII un instrumento de cuerda y teclado capaz de producir sonidos suaves y fuertes a la vez (piano e forte), bautizado por el mundo como piano.

Hoja de vida: Aunque poco se sabe de su pasado, este creador nacido el 4 de mayo de 1655 en Padua (Italia) y fallecido el 27 de enero de 1731 en Chatte (Francia) fue aprendiz del fabricante de violines Nicoló Amati. Su fama y dedicación lo llevaron a ser contratado por el príncipe Fernando II de Médici para que conservara sus instrumentos musicales, a sus 33 años de edad. A partir de allí se especializó en la fabricación de clavicordio desarrollando con maestría las técnicas de elaboración de instrumentos de cuerda con teclado.

El instrumento: Inspirándose en un clavicordio con las cuerdas inclinadas para ahorrar espacio y en otro con las cuerdas más largas a mitad de caja, fue desarrollando un armatoste musical que revolucionaría la música y que según estimaciones vería luz a finales de 1700. Dejando atrás el metálico sonido típico del clavicordio, ofrecía con su invento un sonido suave y sostenido, al cual bautizaría como arpa-clavicordio.

El gran reto: Acabar con el sonido metálico y evitar que este se mantuviera por largo tiempo fue quizás el gran reto durante su fabricación. Para ello cubrió el macillo de madera de cuero para que, al golpear la cuerda, éste no permaneciera en contacto con ella y se amortiguara el sonido. El mismo debía volver a su posición inicial rápidamente, sin rebotar bruscamente, para permitir que el instrumento pudiera repetir una nota generando sonidos fuertes y suaves en función de la fuerza con que se presionaran las teclas, un concepto revolucionario que sería conocido como «escape».

La referencia: De los 20 pianos que llegó a construir durante su carrera solo se conservan tres. El más antiguo (1720), reposa en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

El último aporte: En 1726 introdujo en sus pianos el sistema una corda, el cual permitía desplazar el mecanismo para que cada macillo golpeara sobre una cantidad de cuerdas menor de lo habitual generando un sonido más suave.

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