Hombre que atacó al Capitolio de EE.UU. había perdido su empleo y padecía problemas de salud mental

El Capitolio de Estados Unidos fue nuevamente centro de atención mundial, al registrarse este viernes otro hecho violento que dejó como saldo tres muertos, dos de ellos policías y el otro el atacante.

El mítico edificio situado en la capital de la nación norteamericana  cerró todos sus accesos, después de que un coche intentara arrollar una de las barreras de acceso al recinto e hiriera a dos agentes que vigilaban los ingresos desde la avenida de la Constitución de Washington, reseñó el diario La Vanguardia. 

El sospechoso fue declarado muerto al llegar al hospital. La policía del Capitolio anunció igualmente el fallecimiento de uno de los agentes, herido con un cuchillo por el atacante.

«A las 13.02 horas, el sospechoso se estrelló contra la barricada norte del Capitolio. Dirigió su coche contra dos agentes y la barrera, y luego salió del coche con un cuchillo en la mano», explicó la responsable de la policía del Capitolio, Yogananda Pittman.

Se informó que el atacante era un hombre de raza negra de 25 años de edad residente en Virginia, identificado como Noah Green. Padecía problemas de salud mental y las drogas, y en los últimos días y horas, después de perder su trabajo, había publicado varios mensajes en las redes sociales en los que aseguraba sentirse vigilado por el gobierno y la CIA. 

«He sufrido múltiples asaltos en mi casa, envenenamientos, ataques, operaciones no autorizadas en el hospital, controles mentales….», decía en uno de sus últimos comentarios online. «¡El gobierno estadounidense es el enemigo número uno de la gente negra!», escribió Green poco antes de cometer el atropello en un vídeo en el que hace alusión al líder islámico negro Louis Farrahan. Sus cuentas en Instagram y Facebook fueron suspendidas poco después de que trascendiera la identidad del presunto atacante. 

La aparición de un cuchillo en la escena de los hechos llamó la atención de los medios norteamericanos, dado que es mucho más habitual encontrarse con armas de fuego que con un arma blanca.

A diferencia de lo ocurrido el día del asalto al Congreso, la respuesta de las fuerzas de seguridad ha sido inmediata. Tan pronto como ocurrió el incidente, todos los empleados del Capitolio, que no está en sesión esta semana, habían recibido instrucciones por sms de no intentar entrar ni salir del edificio, mantenerse alejados de puertas y ventanas y, si se encontraban en el exterior, ponerse a cubierto. Entre tanto, la amenaza se da por controlada y la alerta de seguridad en el edificio ha sido levantada. 

«Hoy, el corazón de América ha quedado roto por la trágica y heroica muerte de uno de nuestro héroes de la policía del Capitolio», ha dicho la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que se ha referido al agente fallecido como «un mártir de la democracia».  

«Jill y yo hemos quedado desconsolados al saber del violento ataque al puesto de control del Capitolio», ha dicho el presidente Joe Biden en un mensaje en el que ha ofrecido sus condolencias a la familia del agente fallecido, William Evans, un veterano con 18 años de experiencia. Las banderas de la Casa Blanca ondean a media asta en homenaje al policía.

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