Italia quiere criminalizar a las ONG que ayudan a migrantes en el Mediterráneo

El recién estrenado gobierno italiano cumple su promesa de mano fuerte contra la inmigración, aunque lo hace al margen del derecho internacional y en contra de la reglamentación de la propia Unión Europea. «Asociación alemana, barco holandés, Malta que no se mueve y Francia los rechaza; y a Europa que no le importa nada. Italia ha dejado de inclinarse y obedecer. Esta vez dice ‘NO'», fueron las declaraciones del ministro del Interior Matteo Salvini, con respecto a una operación de rescate que adelantaba una ONG con una embarcación de bandera italiana.

La declaración se produce en el contexto de la postura de Italia para evitar el arribo del barco de rescate Aquiarius a sus puertos. Allí viajan una 600 personas rescatadas en alta mar, entre ellos 11 niños. Finalmente, el Gobierno español, a cargo de Pedro Sánchez, asumió la responsabilidad de atender a los refugiados.

Criminalización de las ONG

Para las Organizaciónes No Gubernamentales (ONG) que efectúan rescates en el Mediterráneo, la postura de Italia obedece a una política de criminalización que viola, ademas, la legislación internacional. «Tememos que esto sea un precedente. Es inaceptable que esta disputa se lleve a cabo tomando como rehenes a personas en peligro. Italia está actuando en contra de las leyes internacionales«, recalcó Ruben Neugebauer, portavoz de Sea Watch, organización alemana es la aludida por el ministro Salvini.

A Onio Reina, presidente de la organización Proemaid, la emergencia del Aquarius lo encontró reparando el Aita Mari, barco con el que pretenden volver al Mediterráneo central para salvar vidas. «Lo hemos vivido con incertidumbre y mucha tensión, porque sabemos cómo es llevar a personas a bordo. Tenemos intención de comenzar nuestra misión en agosto y no sabemos si poner nuestra base en Malta o en Italia», expresó.

Las declaraciones de Salvini contra las ONG que operan en el mar son el último eslabón de una cadena de restricciones que comenzaron hace más de año y medio, después de que se desatara lo que las propias organizaciones que salvan vidas en el Mediterráneo consideran una «campaña de criminalización» de su labor humanitaria.

Las ONG se han enfrentado desde entonces a acusaciones de «favorecer la inmigración ilegal» que, antes de Salvini, vinieron desde la propia Agencia de fronteras de la UE,  Frontex, y a investigaciones judiciales en las que han resultado inmovilizados algunos de sus barcos, como el caso de la nave de una ONG alemana que permanece atracada en Italia, o el Open Arms, de la española Proactiva Open Arms.

Sea Watch es una de las organizaciones dedicadas al rescate de migrantes en el Mediterráneo

Siguen las muertes

Mientras los gobiernos europeos siguen jugando a la pelota con las responsabilidades para atender a los refugiados, el Mediterráneo continúa expandiéndose como un gran cementerio. Este lunes, Sea Watch informó que un total de 41 personas han sido rescatadas y al menos otras 12 perdieron la vida en un nuevo naufragio en aguas del Mediterráneo, a 32 kilómetros de la costa libia.

La ONG alemana apuntó que «esto ocurre cuando no hay suficientes efectivos de rescate. Necesitamos más naves de rescate aquí!». Por el momento se desconoce cuántas personas iban en la embarcación hundida.

¿De dónde provienen los migrantes?

La Organización Internacional de Migrantes (OIM) afirmó que en 2017 arribaron a Europa, vía el mar Mediterráneo, al menos 101 mil personas. Italia fue la mayor receptora, con 85 mil personas, seguida de Grecia con nueve mil.

Los migrantes y refugiados provienen principalmente de países devastados por guerras en las que han participado potencias europeas, tales como Siria, Libia y Afganistán. En tanto, otros buscan escapar de la pobreza de regiones del África subsahariana