Se trata del caso 08475403, abierto como reclamo en la empresa Level, luego de la compra de tickets para una familia compuesta por una abuelita, hija, y nieto ucranianos que juntos a su perrita buscan tener refugio en España ya que no pueden regresar a su país por estar en guerra.
Alona una de las pasajeras señala que al momento de realizar la compra la página web de la compañía flylevel.com no estaba visible la opción de agregar al perro de nombre Candy como parte del viaje.
Al no poder realizarlo se intentó gestionar la reserva, pero el sistema aquí tampoco ofrecía la posibilidad de agregar al animal.
Al no poder realizarlo se tomó contacto, para saber si el perro que ha podido viajar antes contando con certificado de soporte emocional, podía hacerlo esta vez. La compañía respondió que no aceptan perros como soporte emocional, y envío un enlace diciendo que se podían pagar 10 euros y luego 180 en el aeropuerto para viajar con el perro.
Al pinchar el enlace enviado por FlyLevel, que lleva al sitio oficial de la compañía, no existían tampoco los botones o mecanismos para efectuar el pago, por lo que posteriormente se decidió llamar a la empresa.
Mediante sus operadores FlyLevel señaló que solo tienen plaza para dos animales en cabina, información que no especifican en ningún lado de su sitio web.
Tampoco se especifica con cuánta antelación se debe postular a las reducidas plazas para animales.
“FlyLevel se niega a transportar un tercer perrito en un avión que puede transportar más de 300 personas y toda la carga asociada a ello y por ello nuestro perro Candy no puede viajar y no vamos a dejarla abandonada”, relato Alona.
La solución planteada por la empresa es que se tome otro vuelo para el 19 de febrero, pero para ello exigen pagar la suma de 1600 euros extra, dinero con el que no cuenta la familia ucraniana, siendo que ya los pasajes tuvieron un costo de 2100 euros.
Al recibir esta información el día 7 de febrero, la madre de Alona sufrió una descompensación, esa misma mañana recibió la noticia de que el edificio donde estaba su hogar en Ucrania, habían estallado todas las ventanas producto de la onda expansiva de un ataque sobre un edificio vecino en que provocó serios daños causando muertes de civiles.
“Ella añora con poder estar al menos en el continente europeo en un país cercano donde pueda ver a su hermana y familiares, la noticia de que el viaje se nos arruinaba dada por FlyLevel fue una estocada para mi madre”, narra su hija Alona.
Mientras para FlyLevel la solución propuesta es que la familia ucraniana que busca refugio de la guerra postergue su vuelo y page más dinero, lo que pide la familia es que el perro sea aceptado en el viaje.
El Ciudadano checó con una analista de web user experience, que el sitio de la compañía FlyLevel al momento de hacer la compra no tiene visible la opción de “agregar un perro en viaje”, a lo que hoy se puede acceder mediante un botón de extra.
Si se checa el enlace con la información respectiva al viaje con animales https://www.flylevel.com/es/why-level/animals el sitio señala que el pago deberá realizarse en el aeropuerto.
Y si se checa el enlace de otros servicios
Alona, nos dice “no quiero que esto le suceda a ninguna familia ucraniana ni a nadie del mundo que necesita viajar con su perro. Los portales web de las líneas aéreas que aceptan viajar con perritos debiesen poner de un comienzo la posibilidad de agregarlo tal como uno agrega a los niños, me gustaría un cambio así y que sea llamado sistema Candy” , dice conteniendo sus lágrimas.
La familia afectada no descarta recurrir al SERNAC, Servicio Nacional del Consumidor e iniciar las acciones respectivas, en caso de que la empresa no responda de manera oportuna al ticket 08475403.
Al cierre de la presente edición la respuesta de Level empresa asociada a Iberia, es que la familia postergue su viaje, pague más dinero y una negativa a recibir al perrito. La madre de Alona ha sufrido una nueva descompensación.
Actualización: La empresa tras elevar la solicitud de plaza para Candy a Iberia ha aceptado el vuelo y la familia podrá ir a destino.
El Ciudadano