Alrededor de 30 mil personas se reunieron en el centro de Madrid para expresar su rechazo a la política sanitaria impulsada por la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, a quien acusan de avanzar hacia la privatización y el deterioro sistemático de la atención pública a los pacientes.
La protesta fue convocada por más de un centenar de organizaciones civiles y políticas, incluyendo colectivos de profesionales sanitarios y partidos de la izquierda madrileña como Más Madrid, PSOE y Podemos. Estas fuerzas políticas y sociales denunciaron que, pese a los continuos llamados de atención sobre la situación, el gobierno regional de derecha ha mantenido su control, incluso aumentando la distancia respecto a la oposición.
La movilización se organizó bajo la plataforma “Vecinas y vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid”, y congregó a personas provenientes de diversas localidades de la región que llegaron en varias columnas para unirse a la manifestación central.
Durante el acto, representantes de partidos, sindicatos y organizaciones de profesionales sanitarios destacaron que existe una estrategia planificada para transformar la sanidad pública en un negocio privado, lo que calificaron como una medida insostenible que pone en riesgo un servicio esencial para la ciudadanía.
Entre las demandas principales, exigieron detener la privatización, incrementar la inversión en hospitales y centros de salud públicos, garantizar la atención pediátrica universal, reforzar el personal en urgencias extrahospitalarias y acabar con las listas de espera, además de reclamar mejores condiciones laborales para el personal sanitario.
Los organizadores enfatizaron que el derecho a la salud, reconocido a nivel internacional, está siendo seriamente amenazado por políticas que favorecen intereses empresariales privados. Según denunciaron, Madrid, a pesar de ser la comunidad más rica del país, ocupa los últimos lugares en inversión por habitante en Atención Primaria y lidera el desvío de fondos públicos hacia la sanidad privada.
La plataforma que convocó la marcha aportó datos alarmantes: más de un millón de personas están en lista de espera, un 73% de los centros de salud funcionan con personal insuficiente y más de 775 mil ciudadanos carecen de médico de cabecera o pediatra asignado. La situación es especialmente crítica en pediatría, con más de 80 centros que sufren escasez grave de especialistas, y con la dificultad añadida de que en algunos centros no se ofrecen consultas en horario vespertino. Además, obtener cita con un especialista puede demorar más de un año, y en barrios populares la espera para atención básica puede alcanzar un mes.
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Uno de los profesionales sanitarios que participó en la protesta, un enfermero de urgencias, hizo un llamado al gobierno regional para que deje de desviar recursos públicos hacia el sector privado y priorice la inversión en la sanidad pública, destacando que la situación empeora día a día, con presupuestos insuficientes y listas de espera interminables. También criticó que la presidenta Ayuso no prioriza sectores clave como la educación y la sanidad.
Foto: Redes
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