Destaca la alianza entre Rusia y la nación árabe

Federico Gaon: Ataque de Estados Unidos sobre Siria no representó una jugada contundente

El experto alerta que "si Israel hace con los S-300 lo que hizo con los S-200 (destruyendo las baterías de Assad), estaría dañando la reputación de dichas armas, infligiría una herida en el prestigio de la industria armamentística rusa”

Por Pedro Pérez

21/04/2018

Publicado en

Oriente Medio

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Luego del ataque estadounidense con misiles sobre Siria, efectuado el 14 de abril bajo el pretexto de que esta nación árabe utilizara armas químicas, el consultor en seguridad y analista político, Federico Gaon pone en tela de juicio la eficacia de la operación militar y considera que ésta no representó una jugada contundente.

En un artículo titulado ¿Rusia podría limitar la libertad de acción de Israel sobre el cielo sirio?, expone una serie de argumentos, a través de los cuales señala que Estados Unidos estaría forzando a Rusia a incrementar su compromiso hacia la seguridad de su aliado en Medio Oriente.

El licenciado en Relaciones Internacionales y magíster en estudios de Medio Oriente por la Universidad de Tel Aviv, coincide con algunos comentaristas que aseguraron en su momento que Israel ya no tiene la capacidad para llevar a cabo ataques quirúrgicos y salir con virtual impunidad en la zona.

De hecho, relata el experto: “Esto se vio en el hecho de que Moscú haya puesto sus baterías antiaéreas al servicio del Gobierno sirio y derribara 71 de los 103 misiles lanzados por la coalición occidental liderada por Estados Unidos”.

Resalta que esta es la primera vez que Rusia interviene directamente para contrarrestar lo que hacen otros Estados en Siria, en este caso particular, Estados Unidos.

“Los rusos tomaron acciones concretas para asentar y demostrar su discrecionalidad en el terreno. Dada la coyuntura de tensiones crecientes entre Washington y Moscú, los rusos probablemente se sintieron obligados a contrarrestar la proyección de fuerza estadounidense”, explica Gaon en un artículo publicado en su portal web.

Para el analista, esto “termina por fijar la idea de que el Kremlin está dispuesto a utilizar sus recursos para cuidar sus intereses cuando haga falta”, mientras los estadounidenses siguen debatiendo cuál es su estrategia en Siria y contemplan distintas alternativas hipotéticas para administrar o contener el conflicto.

De acuerdo con el especialista Leonid Issaev, Geon sostiene que “el ataque estadounidense, que no logró ningún impacto real sobre la capacidad de Assad para librar la guerra, solo provocó que Rusia se replantee reforzar al régimen con sistemas antiaéreos más avanzados, notoriamente el S-300. Esto es algo que hipotéticamente podría reducir la maniobrabilidad de los cazas israelíes sobre Siria”.

En ese contexto, apunta que el problema para Israel no estriba en que Rusia haga gala de este equipamiento, y ni siquiera que tenga las más avanzadas baterías S-400 desplegadas en el país. El inconveniente aparece si los rusos deciden transferir dichas tecnologías directamente a los sirios, quienes a su vez están engatusados con los iraníes.

“Hasta ahora, los S-200 soviéticos de Assad no presentan una amenaza de envergadura a la Fuerza Aérea de Israel (IAF). Sin embargo, la cosa podría cambiar con los S-300”, advierte.

A su vez, considera, al igual que el veterano periodista Ron Ben-Yishai, “no hay garantías de que Rusia le entregué a Assad tecnología avanzada. Rusia venía negándose a venderle el sistema S-300 debido a presión estadounidense e israelí”.

Recuerda que Israel ya destruyó casi la mitad de las baterías S-200 en posesión de Assad, por lo que sería comprensible si los rusos temen presenciar un acto similar.

“En teoría, si Israel hace con los S-300 lo que hizo con los S-200 (destruyendo las baterías de Assad), estaría dañando la reputación de dichas armas, infligiría una herida en el prestigio de la industria armamentística rusa”, explica Gaon.

Con base en esta consideración, se estaría sugiriendo que, aunque es plausible que Putin le entregue S-300 a Assad, “el presidente ruso no tiene apuro por venderle el último modelo. Si Israel ataca, mejor que destruya equipamiento de segunda selección”.

Con base a las hipótesis de Geon, “si el Kremlin refuerza la capacidad antiaérea de Assad, lo hace para «castigar» a Estados Unidos y no así para obstruir a Israel”.

Ante esta coyuntura de “rivalidad” de Rusia con Estados Unidos, sin importar si Rusia le entrega los S-300 a Assad o no, Gaon asegura que “está claro que Moscú no quiere la humillación de que su aliado se vea perceptiblemente debilitado”.

Por ello, concluye que, aunque Assad pueda tener los S-300, Israel podría interferir con estos sistemas y advierte, además, que no hay que perder de vista que Rusia, pues “gracias al ataque estadounidense, está marcando límites y no quiere verse humillada”.

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