Otro policía blanco se salva de la cárcel luego de matar a un niño negro de 12 años

El llamado "Gran Jurado" libera de culpa al agente que asesinó a Tamir Rice


Autor: Patricio Zamorano

nino baleado

Tras un poco más de un año del asesinato de Tamir Rice, un niño negro de 12 años, el policía responsable de los dos balazos en plena zona torácica que terminaron con su vida logró ser absuelto por el llamado “gran jurado” en Cleveland, por lo que no enfrentará un proceso judicial.

Tamir se encontraba jugando el 22 de noviembre de 2014 en un parque de Cleveland, estado de Ohio, con una pistola de aire de juguete. Una llamada al 911 (servicio telefónico de emergencia) advirtió sobre un individuo apuntando a la gente con un arma, “posiblemente un adolescente”, y agregando que el arma era “probablemente falsa”, según señaló la investigación. Los policías Timothy Loehmann y Frank Garmback procedieron a investigar la llamada. A dos segundos de llegar al parque, según comprueba un video de la escena (en The Guardian), Tamir Rice yacía baleado. El agente Loehmann disparó prácticamente apenas abriendo la puerta de su patrulla.  Los agentes no se acercaron al cuerpo fatalmente herido de Rice para ayudar médicamente al menor. Personal de emergencia llegó 7 minutos después. El niño falleció al siguiente día. La hermana de Rice de 14 años corrió a ayudarlo, pero los mismos policías Loehmann y Garmback la arrastraron al suelo y le colocaron esposas, bajo amenaza de arresto si no cooperaba.

Este lunes 28 de diciembre el llamado “gran jurado” (grand jury) a cargo de decidir si los policías habían incurrido en un acto criminal en el cumplimiento de su actividad policial, decidió que la muerte de Rice había sido producto de errores no atribuibles al personal de seguridad. Los policías, por tanto, no serán procesados.

Sin embargo, en junio de este año, un juez de Cleveland había decidido que sí existían antecedentes para perseguir criminalmente a los policías, bajo posibles acusaciones de asesinato y homicidio culposo, entre otros. Luego de esa decisión, son los fiscales locales quienes deciden si un caso va a gran jurado o a una audiencia ordinaria de justicia. En este caso el fiscal local Tim McGinty decidió, como pasa comúnmente en los incidentes de brutalidad policial, convocar a un gran jurado, lo que es denunciado por activistas de derechos humanos como una receta que los fiscales usan para no hacerse responsables directos del procesamiento criminal de policías.

Justamente los asesores legales de la familia de Rice denunciaron este lunes lo que es común en este tipo de casos: el conflicto de interés entre los fiscales de cada jurisdicción y los departamentos de policías, que trabajan regularmente juntos y donde la Fiscalía rara vez presente casos fuertes contra los agentes de seguridad. En el sistema de “gran jurado”, los policías son raramente interrogados, aunque pueden presentar testimonios unilaterales, y los fiscales, lejos de representar el bien común, colaboran indirecta o directamente con la defensa de los agentes. El equipo legal de la familia de Rice señaló que “ha sido claro por meses que el Fiscal del Condado de Cuyahoga, Timothy McGinty estaba abusando y manipulando el proceso del gran jurado para orquestar un voto contra el procesamiento criminal”, lo que finalmente ocurrió.

El policía Loehmann tenía ya antecedentes que complicaban su trabajo policial, siendo identificado en su trabajo anterior en la ciudad de Independence, Ohio, como “emocionalmente inestable” y “no apto para el deber policial”, como informó en su momento Los Angeles Times.

En contexto…

El sistema de “gran jurado” limita las posibles apelaciones criminales de quienes son víctimas de abuso policial, especialmente con resultado de muerte. A la familia Rice solo le queda esperar la decisión de la investigación administrativa del departamento de policía local, que podría sancionar a los agentes. También está en curso un proceso federal por posibles violaciones a los derechos civiles del niño Tamir Rice. El propio Departamento de Justicia del gobierno federal de Estados Unidos ha señalado en informes oficiales que el Departamento de Policía de Cleveland “tiene un patrón de uso irracional o innecesario de la fuerza”, violando los derechos civiles de los residentes. Asimismo, expresa claramente que la ciudad constantemente falla a la hora de realizar investigaciones adecuadas de incidentes que involucran a policías.

La familia también podría demandar a la ciudad por daños económicos. Sin embargo, el procesamiento criminal ante una corte regular de justicia ha quedado cerrado, como ha acontecido en varios otros casos de brutalidad policial con resultado de muerte de policías blancos contra ciudadanos negros.


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