Reino Unido no ha ofrecido información respecto al caso del envenenamiento de Skripal

Rusia asegura que expulsión de diplomáticos responde a presiones de Estados Unidos

El canciller Serguéi Lavrov se lamentó por las pocas “naciones independientes que quedan en la Europa de hoy” y aseguró que existe el curso occidental de una flagrante "rusofobia"

Por rociocazal

27/03/2018

Publicado en

Estados Unidos / Mundo / Rusia

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El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseveró este martes que la expulsión de más de 90 funcionarios diplomáticos de países europeos y de Estados Unidos es producto de las “presiones colosales” que ejerce el país norteamericano.

«Es el resultado de una presión colosal, de un chantaje colosal que, lamentablemente, es ahora la principal herramienta de Washington en el escenario internacional», señaló  Lavrov en una rueda de prensa en Taskent, Uzbekistán.

Serguéi Lavrov afirmó que Rusia responderá sin falta a la expulsión de diplomáticos rusos de países occidentales a raíz del presunto envenenamiento de Serguéi Skripal y su hija Yulia.

«Responderemos, no lo duden, ya que nadie desea soportar esas faltas de respeto, ni nosotros tampoco las soportaremos», dijo el canciller ruso.

Asimismo, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, aseguró que ninguno de los países que ha expulsado a funcionarios rusos  ha presentado pruebas de culpabilidad contra Rusia en el caso Skripal.

«Requerimos que el Reino Unido proporcione toda la información que tiene sobre el caso. Al día de hoy, Rusia no ha recibido dato alguno de Londres respecto a lo que sucedió«, expresó Zajárova.

Agregó que la decisión sobre la expulsión de diplomáticos rusos continúa el curso occidental de flagrante «rusofobia».

Este lunes más de 20 países de Europa, además de EEUU y Canadá, expulsaron a diplomáticos rusos por el  caso de Serguéi Skripal, un excoronel del Departamento General de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Rusia (conocido como GRU), quien el pasado 4 de marzo de este año fue presuntamente envenenado con una sustancia desconocida en la ciudad británica de Salisbury.

La crisis diplomática por el caso Skripal se desencadenó después de que la primera ministra británica, Theresa May, asegurara que era «muy probable que Rusia fuera responsable» del envenenamiento.

Sin embargo Londres se negó a proporcionarle a Moscú acceso a los materiales de la investigación sin explicar claramente los motivos.

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