Rusia evalúa propuesta de paz planteada por Lula sobre conflicto con Ucrania: China insta a reanudar el diálogo directo «lo más rápido posible»

El Gobierno de Rusia está evaluando las diferentes propuestas de paz presentadas por el Gobierno de Brasil sobre la situación con Ucrania, a un año del inicio de las operaciones militares especiales de Moscú en territorio ucraniano

El Gobierno de Rusia está evaluando las diferentes propuestas de paz presentadas por el Gobierno de Brasil sobre la situación con Ucrania, a un año del inicio de las operaciones militares especiales de Moscú en territorio ucraniano.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mikhail Galuzin enfatizó la importancia de la visión de Brasil, considerando que es un socio de los BRICS (grupo de países conformado por Rusia, Brasil, India, China y Sudáfrica),  y elogió la «política equilibrada» de Brasilia en el conflicto.

«Tomamos nota de las declaraciones del presidente de Brasil sobre el tema de una posible mediación, para encontrar formas políticas de evitar una escalada en Ucrania y corregir errores de cálculo en el campo de la seguridad internacional con base en el multilateralismo y considerando los intereses de todos los actores», dijo Galuzin en una entrevista con la agencia de noticias rusa TASS.

«Estamos interactuando constructivamente en los BRICS, el G20, la ONU y su Consejo de Seguridad, donde esta nación ahora está representada como miembro no permanente», agregó.

Consultado por la postura de Brasil con respecto a la situación con Ucrania, el viceministro valoró de forma positiva que el gigante suramericano no enviara suministro armamentista a Ucrania, pese a las presiones de Estados Unidos.

«Me gustaría enfatizar que Rusia valora la posición equilibrada de Brasil en la situación internacional actual, su rechazo a las medidas coercitivas unilaterales tomadas por Estados Unidos y sus satélites contra nuestro país, y la negativa de nuestros socios brasileños a suministrar armas, equipo militar y municiones al régimen de Kiev», dijo.

Por esta razón, consideró que esta decisión soberana de Brasil merece «respeto» por parte de Rusia.

«Al mismo tiempo, podemos ver cómo Washington está presionando a Brasil. Tal postura soberana merece respeto», agregó Galuzin.

A finales de enero, Lula se declaró partidario de crear un grupo para mediar un acuerdo de paz en el conflicto en Ucrania, una propuesta que planteó por teléfono a su homólogo francés, Emmanuel Macron, y en persona al canciller alemán, Olaf Scholz, quien lo visitó en Brasilia.

«Brasil no quiere tener ninguna participación, ni indirecta, porque creo que en este instante del mundo deberíamos estar buscando quién puede ayudar a encontrar la paz entre Rusia y Ucrania», dijo en una conferencia de prensa junto a Scholz, en la que defendió la creación de «un G20 para la guerra de Ucrania» con China, India o Indonesia como posibles miembros.

El mandatario brasileño compartió también su iniciativa el pasado 10 de febrero en Washington con su par estadounidense, Joe Biden, a quien le planteó la necesidad de encontrar «socios capaces de construir un grupo de negociadores que ambas partes puedan entender y poner fin a esta guerra».

Durante declaraciones a la prensa al término del encuentro que se describió como breve, Lula señaló: «le dije a Biden lo que ya le dije a Emmanuel Macron, al canciller alemán Olaf Scholz; la necesidad de crear un grupo de países que no estén involucrados directa o indirectamente en el conflicto para que encontremos posibilidades de llegar a la paz».

China llama a reanudar las conversaciones por la paz 

Por su parte, China instó a ambos países a que reanuden las negociaciones de paz lo antes posible y planteó que las armas nucleares no deben usarse en este conflicto.

En un documento titulado “plan de paz”, Pekín indicó que “todas las partes deben respaldar a Rusia y Ucrania para trabajar en la misma dirección y reanudar el diálogo directo lo más rápido posible”.

En su estrategia de 12 puntos para encontrar una “solución política” al conflicto, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino enfatizó que «las armas nucleares no deben usarse y las guerras nucleares nunca deben lucharse».

«Hay que oponerse a la amenaza o el uso de armas nucleares», explica el documento.

«China se opone a los ataques armados contra las centrales nucleares u otras instalaciones nucleares pacíficas, y llama a todas las partes a acatar el derecho internacional, incluyendo la Convención sobre Seguridad Nuclear (CSN), y evitar resueltamente accidentes nucleares provocados por el hombre. China apoya al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a desempeñar un papel constructivo en la promoción de la seguridad tecnológica y física de las instalaciones nucleares pacíficas», agrega.

Asimismo, el texto hace énfasis en el deber de proteger a los civiles: “Las partes en conflicto deben respetar estrictamente el derecho humanitario internacional y evitar atacar civiles o instalaciones civiles”.

Otro de los puntos establece que «la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países deben ser efectivamente defendidas».

«Todos los países, sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, ricos o pobres, son miembros iguales de la comunidad internacional. Todas las partes deben defender conjuntamente las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y salvaguardar la equidad y la justicia internacionales. Hay que promover la aplicación igualitaria y uniforme del derecho internacional y rechazar el doble rasero», señaló Pekín.

De igual modo, instó a abandonar la mentalidad de la Guerra Fría.

«La seguridad de un país no debe conseguirse a expensas de la de otros. La seguridad de una región no debe lograrse mediante el fortalecimiento o la expansión de los bloques militares. Los intereses y preocupaciones de seguridad legítimos de todos los países deben ser tomados en serio y abordados adecuadamente. No existe una solución simple a un problema complejo», señala el texto.

De acuerdo con plan de 12 puntos, «todas las medidas conducentes a aliviar la crisis humanitaria deben ser alentadas y apoyadas. «Las operaciones humanitarias han de seguir los principios de neutralidad e imparcialidad, y las cuestiones humanitarias no deben ser politizadas», destaca.

Otros de los puntos se refieren a reducir los riesgos estratégicos; facilitar las exportaciones de cereales; poner fin a las sanciones unilaterales; mantener estables las cadenas industriales y de suministro y mantener estables las cadenas industriales y de suministro.

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