Sudáfrica rechaza injerencia de potencias en sus asuntos internos

Sudáfrica rechazó este domingo las amenazas de Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Alemania y Suiza de poner en riesgo las inversiones en este país, a menos que el gobierno actúe contra los responsables de actos de corrupción.

A través de una declaración dirigida a las embajadas de esas naciones,el Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación , calificó este  pronunciamiento  como una «desviación de la práctica diplomática establecida».

«En términos de la práctica diplomática, protocolos y convenciones se espera que las misiones de esos países se comuniquen con el Estado receptor a través del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación», expresa la nota.

El gobierno sudafricano indicó que todos los asuntos que han sido de interés de los inversionistas han sido respondidos por las respectivas instancias.

«Estamos satisfechos que todos los sectores de nuestro Estado democrático, incluyendo las agencias gubernamentales, cumplan con sus respectivos mandatos para enfrentar nuestros desafíos actuales (…) Todos los asuntos planteados por los inversores están siendo abordados», dice el texto.

Asimismo, la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, Lindiwe Sisulu, instruyó convocar a los embajadores interesados en discutir el tema planteado por las cinco naciones, y definir un protocolo aceptable para abordar dichos asuntos.

Amenazas a las inversiones

El mensaje  amenazante de Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Alemania y Suiza fue dirigido al presidente Cyril Ramaphosa.

«Ningún inversor vendrá al país sin garantías apropiadas y exhaustivas para sus inversiones», plantearon en la misiva.

Dichos Estados representan el 75 % de la inversión extranjera directa en Sudáfrica y  la amenaza atenta directamente contra  los planes de recuperación económica del presidente Ramaphosa.

Su antecesor, Jacob Zuma, será procesado por 16 cargos de corrupción, que incluyen fraude, corrupción, crimen organizado y lavado de dinero.

Zuma de 75 debió renunciar luego de que su partido político, el Congreso Nacional Africano, le ordenara hacerlo.

Los cargos provienen de una compra de armas del gobierno de  dos  mil quinientos millones de dólares en 1999, cuando era vicepresidente.

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