WASHINGTON, D.C. EE.UU. DE ENERO DE 2025. El motivo original de la visita del FBI fue el reporte de un vecino en un área semirural de Norfolk, Virginia, conocido como Isle of Wight. Su propiedad colindaba con una granja de 20 acres habitada por un hombre caucásico barbado, llamado Brad Spafford, y su familia.
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La observación del vecino sobre Spafford es que acostumbraba pasearse en todo momento armado por la propiedad con un arma de fuego de barril corto, con la que, se jactaba, solía practicar tiro al blanco utilizando un póster del presidente Joe Biden.
Y si bien EE.UU. existe una enorme permisividad en lo tocante a portación de armas cortas y largas, y no existe legislación alguna sobre el tipo de efigies que se pueden utilizar para el tiro al blanco; lo cierto es que los cañones de barril corto se cuecen aparte en la Ley Nacional de Armas, en virtud de un obscuro bucle legal que data de la época en que se quisieron prohibir para el uso civil ciertas armas de fuego, así como la modificación artesanal de dichas armas. En corto, esta particularidad legal hace que la posesión no registrada de un cañón de barril corto puede atraer más problemas judiciales que la posesión de un rifle AK-47.
Esa, la posesión del cañón del barril corto, era la duda «técnica» con que los agentes del FBI querían ‘romper el hielo tras tocar la puerta de Brad Spafford. Sin embargo, lo que en realidad les preocupaba era otra excentricidad de Spafford mencionada por el informante: el gusto por la fabricación de explosivos, que ya le había costado a este granjero-armero la pérdida de tres dedos de la mano.
El informante, vecino de Spafford, había sido singularmente insistente en sus comunicaciones. Sus primeras declaraciones las recogió el FBI desde inicios de 2023.
Sin embargo, cuando los agentes pudieron catear la propiedad en cuestión se encontraron con mucho más que unas cuántas cajas de pólvora: 150 bombas de lanzadera, fabricadas a partir de partes de tubo improvisadas, etiquetadas como ‘letales’, y cargadas dentro de chalecos para su cómoda portación.
La mayor parte de este arsenal se encontraba en un cobertizo y otro tanto dentro de una mochila, arrumbada en una habitación sin la menor seguridad.
En el congelador de la familia Spafford, no lejos de los comestibles, se resguardaba un frasco que contenía una sustancia sin la menor utilidad culinaria. Su contenido eran varios decilitros de hexametileno triperóxido de diamida (HMTD), nada menos que una molécula explosiva tan inestable que puede estallar con el mínimo cambio de temperatura o fricción en su contenedor.
El pasado 17 de diciembre, el señor Brad Spafford fue detenido. Por el momento, el motivo que se da para su detención es que, dada la cantidad de materiales explosivos que acumulaba en su residencia familiar, constituye un peligro para sí mismo, para su familia y para su comunidad.
Mientras tanto, el abogado defensor de Spafford reclama que su cliente nunca ha agredido a nadie y que es inconstitucional encarcelar a una persona por sus opiniones políticas.
Mientras tanto, la opinión pública permanece al pendiente de qué más terminarán sacando de la granja Spafford, en Isle of Wight, ahora que los materiales físicamente explosivos han sido extraídos.
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