Ítalo Calvino: un legado de precisión, visibilidad, multiplicidad y coherencia

En el trigésimo noveno aniversario de su partida, celebramos la obra del polígrafo que ensalzó la literatura italiana y universal, transitando por diversos géneros y enfoques

Ítalo Calvino: un legado de precisión, visibilidad, multiplicidad y coherencia

Autor: El Ciudadano México

En el aniversario 39 de su partida, recordamos a Italo Calvino, un intelectual crítico y comprometido, cuya obra sigue resonando en el mundo contemporáneo. Nacido el 13 de octubre de 1923 en Santiago de las Vegas, Cuba, Calvino pasó su infancia en San Remo, Italia, donde desarrolló una profunda conexión con la literatura que lo llevaría a convertirse en una figura clave del siglo XX.

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Graduado en letras en la Universidad de Turín, Calvino se unió a la resistencia partisana durante la Segunda Guerra Mundial, combatiendo en la Brigada Garibaldi. Esta experiencia formativa marcó su visión del mundo y su escritura, la cual evolucionó desde el neorrealismo hasta el género fantástico, culminando en un enfoque crítico de la condición humana.

Su carrera como editor en la renombrada casa Einaudi, bajo la influencia de Cesare Pavese, lo situó en el centro de la intelectualidad italiana de la época. A partir de allí, su voz se consolidó con obras como El vizconde demediado (1951) y Cosmicómicas (1965), donde exploró la relación entre el hombre y lo cósmico a través de la lente del humor.

A lo largo de los años 50 y 60, del siglo pasado, Calvino se destacó por su exploración de temas profundos como el miedo, la soledad y la libertad, al mismo tiempo que se distanció de las ideologías comunistas tras el desencanto con el estalinismo. Su legado literario es un testimonio de su compromiso con la crítica social y la renovación cultural en una Italia en reconstrucción tras el fascismo.

La influencia de Calvino se extendió más allá de las fronteras italianas, especialmente tras su matrimonio en 1964 con la traductora argentina Esther Judith Singer, lo que lo llevó a establecerse en Francia. Obras como Las ciudades invisibles (1972) y Palomar (1983) reflejan su interés por la vida urbana y la introspección, influenciado por su viaje a Japón en los años 80.

Calvino falleció el 19 de septiembre de 1985 en Siena, dejando un legado literario que sigue invitando a la reflexión. Definió valores fundamentales para la literatura: ligereza, velocidad, precisión, visibilidad, multiplicidad y coherencia, principios que continúan siendo un faro para los lectores contemporáneos.

Su mirada incisiva sobre el presente, moldeada por sus vivencias en la Resistencia y la posguerra, nos recuerda la importancia de la literatura como una herramienta de conexión con la realidad. En este aniversario de su muerte, celebramos la relevancia de su obra y su indiscutible huella en la cultura literaria.

Nota especial: Fernando Cabrera para El Ciudadano México

Foto: X

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